Los grandes números de San Isidro: 576.228 espectadores y 15 'No hay billetes'

Las espectaculares cifras de asistencia se reflejan también en los festejos de menor venta de entradas: 16.687 espectadores ha sido este año la entrada registrada en la tarde con menos público, que tampoco es un mal dato. Y se cerrará el ciclo el próximo domingo con la corrida In Memoriam de Victorino Martín, que volverá a vivir otro lleno.

Además, la cantidad de jóvenes también va en aumento en cada festejo, mostrando que la tauromaquia vive su mejor momento, como se pudo apreciar en la multitudinaria puerta grande de Morante de la Puebla en la Corrida de la Beneficencia, en la que miles de jóvenes acompañaron al cigarrero. Igual que se han visto grandes faenas de jóvenes, que piden a gritos que se les abra paso.

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También se han visto cosas importantes en el ruedo: la primera tarde, Talavante abrió su sexta puerta grande. Nadie logró salir por la puerta de la calle Alcalá hasta el último festejo, pero entre medias se han cortado orejas y dado vueltas de mucho valor. El ciclo isidril dio el pistoletazo de salida el 9 de mayo, con ese triunfo del extremeño. Pero además confirmó Clemente, que dio una valiente e interesante imagen; al igual que Víctor Hernández al día siguiente. El alcarreño cortó una oreja, y ha sido declarado torero revelación.

Otro trofeo paseó Isaac Fonseca, que, pareciendo David contra Goliat, tuvo un bravo encuentro con un importante toro de Pedraza de Yeltes, que pesaba 670 kg. Llegaron los esperados toros de La Quinta, y con ellos la participación de Uceda Leal en Madrid. En un cartel muy del gusto de los aficionados, José Ignacio, que conoce Madrid, realizó una faena breve pero de mucha belleza, que le permitió tocar pelo. Además, se el concedió el premio a la mejor estocada.

La tercera semana tuvo cinco protagonistas, aunque uno sobresalió: Saúl Jiménez Fortes ofreció una tarde de puerta grande, marrada por el mal uso del acero. También habría tocado la gloria Tomás Rufo, que hizo una gran faena a un gran toro de Victoriano del Río. De nuevo la espada lo impidió. Esa tarde, Emilio de Justo cortó una oreja a otro bravo ejemplar de don Victoriano.

Había ganas de ver en mano a mano a Ortega y Aguado. Poco se pudo ver, más allá de esos detalles que siempre dejan estos toreros, por el pobre juego de la corrida de Juan Pedro, hasta que el sexto -sobrero de Torrealta- permitió a Aguado soñar por naturales, premiados con otra oreja. Y cerró esa semana la grata y valiente impresión que dejó Diego San Román en su confirmación. El premio quedó en una vuelta al ruedo, pero con ganas de volver a ver al mexicano. El que sí cortó una oreja fue Román.

Llegaron las corridas duras, encabezadas por Dolores Aguirre: fatigas pasaron los toreros con una descastada y complicada corrida, en la que a un épico Juan de Castilla no le llegó nunca el agua al cuello. Fue espeluznantemente cogido, pero, con una verdad increíble, se levantó, se puso unos pantalones, y continuó. Por si fuera poco, fue a recibir al sexto a porta gayola. No vendió ni un gesto ni puso una mala cara, pero llevaba una cornada de 15 cm en la espalda, y un valor que le arrastraba. El premio en la plaza fue una vuelta al ruedo. Pero a bien seguro que será mayor durante la temporada.

Gracias a Dios no hubo más percances. Lo que llegó fue un Morante pletórico que hizo la faena de la feria, dejando a los presentes -toreros incluidos-, conmocionados. En su segunda cita, Roca Rey cortó una oreja al quinto, un buen toro de El Torero, al igual que el confirmante Rafa Serna, que anduvo con mucha disposición. El 30 de mayo se vivió todo un acontecimiento: un chaval de 17 años llenó Las Ventas. La encerrona de Marco Pérez no funcionó como se esperaba, aunque dio una vuelta al ruedo.

La última semana comenzó con una dura pelea entre Gómez del Pilar y un fiero toro de José Escolar, que obtuvo recompensa; al igual que Borja Jiménez en la primera de sus tres actuaciones: una oreja le cortó a un enclasado e importante toro de Jandilla. Muy buena actitud mostraron dos jóvenes: Alejandro Peñaranda, que también se presentaba, y dio una vuelta al ruedo, y Samuel Navalón, que parecía llevar años de alternativa cuando solamente lleva meses. Antes de la locura morantista, Fernando Robleño se despidió de San Isidro con una vuelta al ruedo.

El único toro premiado con la vuelta al ruedo fue Brigadier, de Pedraza de Yeltes, lidiado por Isaac Fonseca el 14 de mayo. Pero en el apartado ganadero, se han visto toros interesantes, destacando especialmente Frenoso, de Victoriano del Río, -reconocido como mejor toro-, lidiado por Fernando Adrián el 16 de mayo. La corrida de Araúz de Robles echó toros interesantes, como el cuarto y el quinto. Muy destacable fue la corrida de Victoriano del 23 de mayo, con toros para haber cortado cinco orejas o más; al igual que la de Lagunajanda, a la que tampoco se le cortaron. Cerraría este apartado la corrida de Borja Domecq, merecedora del premio a mejor ganadería.

En el aspecto novilleril se ha vuelto a ver que el escalafón inferior se encuentra en uno de sus mejores momentos: una oreja cortó Aarón Palacio con un parado encierro de Alcurrucén, con el que Zulueta dejó detalles caros. Y la primera mitad de la novillada de Conde de Mayalde, la terna rayó a un nivel extraordinario, tanto con el capote, los quites y la muleta. Dio una vuelta al ruedo El Mene, pero también se vieron las templadas cualidades de Fabio Jiménez y Tomás Bastos.