Carta de Ginés Marín a la juventud: «Enhorabuena a todos los que luchan por un mundo más libre, más ecológico y más diverso»

Al igual que muchos jóvenes que se entregan por un sueño, rápidamente, me di cuenta de que el mundo que había elegido para que fuera mi profesión era controvertido. Quise entender por qué tenía tanta gente a la contra y otra tanta al favor. Esa dualidad me llevó a comprender y respetar cada punto de vista. Quizás nunca pueda encontrar la solución, pero de lo que estoy seguro es de que, hoy en día, nuestra sociedad debería garantizar esa libertad fundamental de pensamiento. Por eso creo que los jóvenes somos herederos de unos que lucharon no únicamente por defender una causa, sino también por defender el derecho a la Libertad.

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Por otra parte, como muchos de nosotros, me considero en perpetua búsqueda y construcción de mi personalidad. En el arte que elegí desarrollar, me nutro constantemente tanto de mis antecesores como de mis compañeros actuales. Luego me encuentro con mis inquietudes y mis convicciones para desarrollar mi propia identidad. Investigo también otras fuentes artísticas, entregándome las 24 horas del día, cosa que me permite llenar mi pozo de inspiración para poder mostrarme en plenitud como artista en el escenario.

Ese escenario, creo que todos lo tenemos propio y es el lugar donde más felices nos sentimos en nuestras vidas. Personalmente, donde me siento en la más sincera plenitud es cuando estoy en el centro de esa enorme pupila. Cuando soñaba con verme en esos ámbitos llegué a imaginar de todo: triunfos, fracasos, alegrías o desilusiones, pero nunca pensé que pudiera llegar a percibir esas sensaciones de acople justo y perfecto conmigo mismo. Es verdad que esos momentos ocurren muy pocas veces, pero hoy por ejemplo sueño con que en unos días me pueda volver a pasar en el marco más importante de mi carrera: Las Ventas de Madrid. ¿Y que hay más bonito que luchar constantemente por algo que nos llena de felicidad?

Esa felicidad es para mí la que me permite lograr los éxitos que tuve la suerte de cumplir y los que ojalá están por venir. Entenderéis que la considero como un pilar esencial para que uno se realice y pueda conseguir las metas que se plantea diariamente. Por eso otra de mis preocupaciones es de poder compartir esa felicidad con los más débiles y necesitados. Cosa que trato de hacer en cada uno de los proyectos solidarios en los que me involucro, como fue la campaña 'El arte en valor' que recaudó fondos para el servicio de oncohematología del hospital Niño Jesús de Madrid. Por supuesto, transmitir felicidad es también el objetivo principal cada vez que enfundo mi traje de luces y salgo al ruedo.

Soy Ginés Marín, matador de toros de 26 años y quiero dar la enhorabuena a todos los jóvenes que luchan diariamente por un mundo más libre, más ecológico, más diverso, más alegre y más generoso. Persiguiendo sueños y respectándonos, podemos colaborar para mejorar humildemente nuestra sociedad y construir una generación potente.