Ayuso, en un burladero, y Page, en el tendido, en una tarde de 'No hay billetes' en Las Ventas

«Esto es libertad, no hablar por nadie», declaró Ayuso. «Hay que dejar que sea el pueblo de Madrid, y todos los ciudadanos que han venido desde otros rincones de España y del mundo, los que puedan disfrutar de un espectáculo como este, en esta plaza». Justamente detrás de la presidenta se encontraban espectadores japoneses y mexicanos. Y continuó explicando que «no hay más que ver la pasión que mueve, la cantidad de gente joven que se está sumando, no sólo a Las Ventas, sino a todos los espectáculos taurinos que estamos celebrando por todo Madrid», dijo en referencia a la Copa Chenel y demás certámenes celebrados en la Comunidad.

Además, hizo hincapié en que unas fiestas sin toros se quedan cojas: «Todo el mundo sabe que a unas fiestas patronales sin algo relacionado con los toros les falta algo. No hay más que permitir que la fiesta se celebre con normalidad para ver que la gente se suma». Y luego lanzó un mensaje claro al ministro de Cultura: «Los políticos y las administraciones no estamos para transformar a la sociedad. Yo tengo las suerte de presidir la región que alberga la primera plaza del mundo, y por tanto, aunque no me gustaran los toros, tengo la obligación de proteger y fomentar esta tradición, este patrimonio cultural que hemos heredado, y tenemos que dejar en legado a los que están por venir», finalizó manifestando la presidenta a los micrófonos de OneToro.

También entrevistaron, por parte de de Plaza1, a García-Page cuando entraba en la plaza. Llegaba ilusionado por ver a Rufo, paisano suyo: «Venimos a la gran catedral de los toros, y hemos tenido la suerte de que coincida con Rufo, aunque creo que los tres lo van a hacer muy bien». Venía para respaldar a la tauromaquia, como ha hecho tras los ataques de Urtasun: «La Fiesta forma parte de nuestra identidad, de nuestra cultura y de lo que somos. Nadie se tiene por qué plantear el no apoyarla. Al que no le guste, pues que no vaya. Pero la realidad es que forma parte de nuestra forma de ser, aunque a unos pocos no les guste».