Así hemos contado en directo la corrida de Ubrique: el triunfo de la naturalidad de Pablo Aguado

El primero en llegar a la plaza es Pablo Aguado , que abre el cartel de la corrida de Jandilla. Se ha colgado el 'No hay billetes', dentro del aforo permitido (765 espectadores). Minutos después llega Rafael Serna . Matadores y cuadrillas, al igual que los espectadores, llevan la obligada mascarilla.

Minutos después de las cuatro y media, ya con la cara descubierta, arranca el paseíllo , con Aguado, de negro y oro, y Serna, de marfil y oro. Ambos aparecen desmonterados.

Sale el primer toro , Oficial de nombre, negro mulato, herrado con el número 123, un cuatreño con hechuras para embestir y de agradable cara. Pablo Aguado mece el capote a la verónica y gana terreno con enorme cadencia mientras el jandilla embiste con clase y humillación. El torero sevillano brinda al ganadero, Borja Domecq . Suave el prólogo. Sonríe Aguado frente a un toro con prontitud y movilidad, al que Aguado aplica la medicina del temple. Pierde la muleta dos veces, una cuando cambia al pitón zurdo, por donde Oficial va largo y con son. La faena, sin ser maciza ni llegar a calar del todo -se nota tal vez el parón de la actividad taurina-, contiene muletazos de mucha naturalidad y belleza, abrochada de modo torero por bajo. Muy bueno el toro de Jandilla, al que mata a la primera de una estocada. Hay petición de oreja, no concedida.

El segundo toro se llama Frívolo, otro cuatreño negro mulato, con el número 38 y de anovillada presencia. No es igual este jandilla que su anterior hermano, pero Rafael Serna, con un escaso bagaje -y más en la situación actual-, se muestra muy dispuesto, con un animal que protesta algo más dentro de su noble condición. Entierra una estocada. Afloran los pañuelos y corta la primera oreja.

Jaramago es el bautismo del tercero , herrado con el número 132. Gallea por chicuelinas Pablo Aguado para llevarlo al caballo. Iván García se desmontera en banderillas. El matador brinda al público. Torería de Aguado en el inicio de faena. ¡Qué belleza de prólogo! Toreando desde el principio. Y parando el tiempo. Todo natural y con despaciosidad. Al ralentí los naturales a pies juntos. Hay dos que brillan con luz propia, tan a compás. Muchísimo mejor Aguado con este toro que con el que abrió plaza. Lujosa su obra y nobilísimo el rival. Mata de casi media estocada. Dos orejas para Pablo Aguado y vuelta al ruedo para Jaramago, al que el torero aplaude en el arrastre.

Cierra plaza Camelia, número 130, en el límite de fortaleza. Dobla las manos en varas este cuarto de la desigual corrida, pero finalmente aguanta en el ruedo. Pierde las manos en la faena, que no puede alzar el vuelo. Anota tres naturales con su aquel Rafael Serna , con ganas y queriendo siempre. Pero pincha en la hora final.