Roca Rey, por la Puerta Grande en su confirmación en San Isidro
Talavante pasea un trofeo tras una faena de figura al peligroso quinto de la tarde
ABC.ES , ABC.ES , ANDRÉS AMORÓS y ABC.CES
Crónica
Primer festejo de «No hay billetes». A la primera actuación de dos figuras, Castella y Talavante, se une la confirmación del peruano Roca Rey. Asist e Don Juan Carlos , al que brindan Roca y Castella. Apenas sucede nada hasta el quinto toro, al ... que Talavante corta una oreja; en el último, Roca Rey arrolla, enloquece a la Plaza, corta dos trofeos y abre la Puerta Grande.
A muchos les escama que haya que remendar la corrida de Cuvillo con dos toros, después de haber lidiado doce en Sevilla y los de la tarde triunfal de Jerez. En Las Ventas, el nivel de exigencia, en los toros, es distinto. Por eso algunos diestros no quieren venir. El recelo aumenta por la presentación y escasez de casta de varios: un sector del público se pone muy en contra, parece que la tarde va a encallar.
Castella, triunfador del pasado San Isidro, va a torear cuatro tardes: un gesto de figura (Ignacio Sánchez Mejías llegó a actuar las seis tardes que componían toda una Feria de Julio valenciana). No tiene suerte, esta vez. Escucho el final de su brindis, lacónico y perfecto: «¡Viva el Rey, viva España!» El toro es manejable pero se raja pronto: Sebastián no logra prender la chispa y escucha un aviso, toreando. El cuarto, de Mayalde, se llama «Atrevido» pero no es como el famoso de Antoñete: repite pero protestando, sin ritmo. No tienen eco la técnica y voluntad del diestro, que pincha, sin entregarse.
Talavante ha encontrado su camino de figura. En el segundo, se simula la segunda vara y eso suscita la justa bronca. (Dicen que Cuvillo atiende mucho más al juego en la muleta que en el caballo: eso, en Las Ventas, todavía, no cuela). A lejandro logra algunos buenos naturales pero el toro se cae cinco veces, durante la faena: así, en Madrid, es imposible triunfar. Pincha repetidamente. El quinto es el peor de la tarde: embiste descompuesto, suelta constantes tornillazos (da un gran susto a Trujillo). Sorprendentemente, Alejandro le planta cara, al natural: a pesar de los desarmes, exponiendo mucho, acaba logrando naturales emocionantes. Una faena muy seria, en una línea diferente de la suya habitual. Mata bien: justa oreja.
Con sólo 19 años, Andrés Roca Rey tiene cualidades claras de figura: cabeza fría, valor natural, variedad. En el primero, levanta un clamor al replicar, con el capote a la espalda, el quite de Castella. Comienza con tres pases cambiados y sigue por la derecha, muy mandón, aguanta parones. Como el toro se raja, recurre a lo menos clásico y los puritanos se lo reprochan, injustamente. El sexto, de Mayalde, es serio, alto, abierto de pitones: se mueve, va fuerte, sin fijeza. Andrés asusta al público con un tremendo quite, capote a la espalda. Enlaza los estatuarios con uno s cambios tan ceñidos que el toro le tropieza; templa por la derecha, aguanta coladas por la izquierda: traga de verdad, se juega la cornada, con serenidad asombrosa, pone a la gente de pie. Entra a matar volcándose, sale con la taleguilla rota. Se han acabado ya los recelos: el público madrileño se ha entregado a un nuevo fenómeno. ¡Qué bueno es esto para la Fiesta, en el Perú! Y, en general, en todo el mundo taurino. Roca Rey ha apostado fuerte y ha ganado. Si le respetan los toros –su toreo es de enorme riesgo– va a arrasar, en muchos ruedos. Sólo he lamentado que no lo haya visto, esta tarde, su compatriota Mario Vargas Llosa , que me preguntó por él.
En Sevilla, me dijo Roca Rey que prefería la música de su tierra y de su edad, el reguetón. Le encajan bien varios títulos de este género: «Aquí estoy, en el destino me encontrarás»; «No dudes»; vengo a «La pelea»; aprovecho «La ocasión»; busco «El corazón»; «Te quiero convencer»... Por mi edad, me gustan más las canciones peruanas tradicionales, que también se le pueden aplicar: es un «Caballero de fina estampa»; “Pasito a paso, vas caminando por la vereda, que tienes alma de tradición»; esta tarde, ha logrado unir «Sueño y realidad»... Y a Mario Vargas Llosa, tan interesado por él, pero que no ha podido verlo –dedicado, en Argentina, a otros felices menesteres–, yo le podría decir: «Déjame que te cuente, limeño, déjame que te diga la gloria, ahora que aún perdura el recuerdo...» Y todo el triunfo de Andrés Roca Rey se resumiría en un título feliz: «El cóndor pasa».
Directo
El sueño
«Es un sueño tan grande que todavía no me lo creo. Los galones son diferentes a la salida a hombros de novilleros y lo recibes con más orgullo. No tengo palabras para expresar lo que siento», dice.
Gloria
La Puerta Grande es una locura, lo sacan en procesión. Hay un momento hasta que lo tiran al suelo, tienen que incorporarlo. Un calvario, pero hermoso calvario, hasta llegar a la furgoneta.
Sexto toro
Último de la tarde, de Conde de Mayalde. Buzonero, castaño, de 515 kilos. Roca Rey arriesga una barbaridad en el quite por gaoneras. De infarto. El peruano brinda al público. El prólogo es brutal. La emoción sigue por ambos pitones, con un valor descomunal y jugándosela. Puede con el toro, se hace con él. No le coge el toro de milagro. Madrid, entregada al peruano. Se vuelca en la estocada y sale con la taleguilla rota. ¡dos orejas! «Se cumple el sueño de mi vida. Venía el toro en línea recta, a coger pero estamos en Madrid y hay que darle verdad al público».
Quinto toro
Sale el quinto, un alto jabonero sucio, Tramposo de nombre. Tremendo susto se lleva Juan José Trujillo durante la lidia. En el primer muletazo, el cuvillo arranca la muleta a Alejandro Talavante . Se dobla luego con poder con el toro. Mironcete y con peligro, le mide mucho, pega cabezazos y por la izquierda no lo coge de milagro. El extremeño le da el toque preciso, con técnica y su personalidad. Bien de verdad Talavante, que se la juega con valor y arte y le roba muletazos meritísimos. Buena estocada. ¡Oreja! Parsimoniosa es la vuelta al ruedo. Un espectador le arroja un gallo, que pasea el pacense. «He tenido fe para que pasara de la cintura para delante, era muy desigual su embestidad. En todos los sentidos procuro estar lo más sensible y dispuesto posible. Estoy gozando mucho este momento. Este toro ha sacado cosas profundas», dice Talavante a los micrófonos del Plus.
Cuarto toro
Atrevido se llama el primer remiendo de la tarde, de la ganadería de Mayalde. Castella da distancia al toro mientras el viento molesta. El toro se mueve rebrincadito. Va y viene pero con poca transmisión, sin ninguna clase. Castella lo intenta por ambos pitones pero la faena no cala en los tendidos. Cinco pinchazos y estocada. Aviso. Silencio.
Tercer toro
Ya está Pesadillo en la arena. No brinda Talavante, que se planta a torear sin probaturas. La izquierda, pronto y en la mano. Brotan los primeros naturales y algunos oles. Cambia luego a la derecha, el toro flojea . Dos pinchazos y media. Silencio.
Segundo toro
Ya está el segundo, Aguaclara. negro listón chorreado. Sebastián Castella lo recibe con verónicas a pies juntos. Hace un bonito quite Talavante. Brinda el francés a Don Juan Carlos: "Majestad, para mí es un gusto siempre que usted esté aquí. Viva usted y viva España". Castella comienza con estatuarios y remate por bajo muy ovacionados. Firme y asentado, Castella deja templados muletazos, pero la faena no acaba de tomar vuelo con un sector a la contra. Estocada. Aviso. Silencio.
Primer toro
Sale el número 186, Tortolito de nombre, negro, de 537 kilos, con guarismo 2. Esos son los datos del toro de la confirmación de alternativa de Roca Rey . Castella hace un quite por ceñidas chicuelinas. Replica Roca con el quite a la espalda. Emoción en la plaza, transmite el toro. Roca Rey brinda a Don Juan Carlos : «Majestad, es muy importante para mí este día. Mucha gracias por apoyar la Tauromaquia». El peruano comienza en los medios con el pase cambiado. Vibra la plaza desde primera hora. Liga luego sobre la mano derecha. Pero el toro va a menos y a Roca se mete entre los pitones con un valor apabullante, pasándose al toro por detrás y por delante, y un sector pita entre otros que aplauden. Estocada. Aviso. Palmas.
Paseíllo
Con lleno de No hay billetes, hacen el paseíllo Sebastián Castella, de azul pavo y oro, Alejandro Talavante, de grana y oro, y Andrés Roca Rey, de verde oliva y oro.
Ambiente
Mucho ambiente en la plaza. Entre los espectadores, Don Juan Carlos y la Infanta Elena. A sus llegada al patio de arrastre, donde ha sido recibido por el empresario Manuel Martínez Erice y José Luis Blanco, el Rey emérito, que acudirá varias tardes a la plaza, declara a los micrófonos del Plus: «Hay que apoyar nuestra Fiesta».
Sanatorio
La tarde de ayer fue de sangre y triunfo. Si Morenito de Aranda cortó una oreja al quinto toro, antes, con el primero de su lote, Gonzalo Caballero sufrió una fuerte cornada en el muslo izquierdo con dos trayectorias. El joven, en un gesto torero, se mantuvo en el ruedo hasta dar muerte al toro. Su evolución es favorable pese a los fuertes dolores [así se recupera] .
Sorteo
La mañana comenzó con lío en los corrales. Solo cuatro toros de la ganadería titular ( Núñez del Cuvillo ) han pasado el reconocimiento. Hay dos remiendos de Conde de Mayalde, que se lidiarán en cuarto y sexto lugares.
Figuras
El padrino y el testigo de la ceremonia son de lujo: Sebastián Castella fue el gran triunfador del último ciclo isidril y Talavante es uno de los predilectos de esta afición [«Tener el respeto de Madrid es oro puro», afirma en una entrevista el extremeño]
Confirmante
Ratifica su doctorado el peruano Roca Rey, una de las jóvenes revelaciones de la nueva camada de toreros. Andrés Roca ya sabe lo que es salir a hombros de Las Ventas, pues lo hizo de novillero. Ahora viene acompañado de dos figuras. [Así se siente el confirmante]
Cartel
¡Buenas tardes! Bienvenidos a la octava corrida de la Feria de San Isidro . Máxima expectación para ver la primera confirmación del ciclo, la de Andrés Roca Rey, de mano de dos figuras queridas en Madrid, Sebastián Castella y Alejandro Talavante.
Previa
Lío en los corrales de Las Ventas. La corrida estrella de San Isidro, en la que se anuncian toros de Núñez del Cuvillo , será remendado con dos de Conde de Mayalde tras no haber pasado al completo el encierro titular.
Será la primera tarde de «No hay billetes» del ciclo. El peruano Andrés Roca Rey, la gran sensación de los jóvenes [entrevista] , confirmará la alternativa de manos de Sebastián Castella, triunfador del pasado San Isidro, y Alejandro Talavante, uno de los «consentidos» de Madrid. Los remiendos de Mayalde serán lidiados por Castella (en cuarto lugar) y Roca (el último del festejo).
Este es el orden de lidia:
1. Tortolito, número 186, negro, de 537 kilos.
2. Aguaclara, número 180, negro listón chorreado, de 522 kilos.
3. Pesadillo, número 49, colorado chorreado, de 524 kilos.
4. Atrevido, número 65, negro salpicado, de 506 kilos.
5. Tramposo, número 70, jabonero sucio, de 591 kilos.
6. Buzonero, número 48, castaño, de 515 kilos.
Los sobreros son de Torrealba y Conde de Mayalde.
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