«Los catalanes tendrán que pagar 300 millones por la prohibición»

-¿El hecho de que la votación del viernes fuera tan ajustada les da esperanzas de poder evitar la prohibición de los toros?

-Por supuesto. Piense que los votos de PSC, PP y C´s son 54 y sin embargo tuvimos 59 votos, más abstenciones y votos en blanco. En total, 68. Al final el resultado es que hay 67 personas que quieren que se tramite la ILP (Iniciativa Legislativa Popular) y 68 que no lo tienen claro. Creo que hay partido.

-La votación secreta perjudica a los defensores de los votos.

-No es cierto. Ser taurino hoy por hoy en Cataluña no es del todo políticamente correcto y pensamos que la votación secreta podía servir para obtener algún voto más, como así ha sido. El resultado ha sido una sorpresa y eso demuestra que en la votación secreta fue un acierto, porque hay personas que a lo mejor no quieren decirlo públicamente pero han votado rechazando la ILP.

-¿Cree que su encendida intervención sirvió para crear dudas entre esos diputados indecisos que se abstuvieron?

-Intentamos hacer un discurso a la cabeza pero lo hicimos bastante con el corazón. El resultado final, con más votos a nuestro favor de los previstos, puede ir bastante en esa dirección que plantea. Probablemente por primera vez en la historia del «Parlament» lo que se dijo desde el atril sirvió para variar la intención de voto, precisamente porque confluían estos dos elementos, la libertad de voto y el voto secreto. Al menos conozco dos casos de compañeros que variaron su voto por nuestras intervenciones.

-¿Puede explicarlos?

-No. Si te comprometes con el voto secreto, tiene que ser un compromiso hasta el final.

-Si finalmente se impone esta prohibición, supondrá un alto coste para la administración.

-El empresariado taurino de Cataluña ha calculado unas pérdidas de 300 millones de euros, unos 30 millones anuales durante los próximos diez años, que alguien deberá pagar. Pero mi planteamiento en estos momentos es intentar que la prohibición de la Fiesta sea rechazada por el «Parlament» de Cataluña.

-¿Ha tenido la sensación de que es una prohibición a «lo español»?

-Tal y como lo plantea la gente que ha recogido firmas para la ILP no. Pero es evidente que encima de la mesa hay un debate identitario, basta ver lo que ponían los carteles de las JERC cuando se hablaba de la prohibición o la mayoría de chistes sobre toros en los periódicos catalanes, en los que siempre aparece la bandera española y nunca la catalana. Hay un debate identitario, se quiera ver o no.

-¿En Cataluña es difícil ser taurino?

-Muchísimo. Hay una especie de persecución en todos los ámbitos, en medios de comunicación, el mundo del deporte, la propia universidad o la política. Por eso considero importantísimo el esfuerzo que ha hecho el mundo taurino el último año de intentar buscar ese debate más ideológico. Los antitaurinos se consideran moralmente superiores y no es así, por eso ese trabajo es muy importante, porque es la única manera de ganar esa batalla moral.

-¿Las corridas con José Tomás en la Monumental han facilitado la defensa de la Fiesta?

-Es uno de los grandes activos que tiene hoy la Fiesta en Cataluña. La afición catalana no puede pedir más. Debemos estar muy agradecidos, y el mundo antitaurino es consciente de lo que representa José Tomás.

-¿Le pesa el «sambenito» de ser el pro taurino oficial del Parlament?

-Pesa y duele, pero también tienes reconocimientos. Además, cuando veo los insultos y descalificaciones que llegan a través del mail, o anónimos, o cuando se manifiestan con fotos mías clavándome banderillas, pienso que hay que seguir, porque no se pueden salir con la suya. ¿Qué violencia es ésta para defender a los animales, tan agresiva con las personas?