El tesoro de ricos vestidos recuperado de un naufragio del siglo XVII

¡Quién se hubiera imaginado que después de cuatro largos siglos bajo el agua aún perduraría en un admirable estado de conservación un costoso vestido de seda que debió pertenecer a una noble dama o lo que parece ser un rico vestido de boda decorado con plata!

«Cuando me pidieron por primera vez que examinara este hallazgo, por mi experiencia, ¡me resultó difícil de creer! ¿Cómo era posible?», señala la restauradora textil Emmy de Groot en un vídeo compartido por el Museo Kaap Skil, en los Países Bajos, que actualmente expone estos asombrosos textiles en vitrinas herméticas llenas de nitrógeno presurizado para evitar su deterioro.

Se han conservado muy pocos textiles del siglo XVII y aún es más raro hallarlos en naufragios porque suelen descomponerse con rapidez. Si se encuentran, suelen ser pequeños jirones de ropa. «El hecho de que el tejido del naufragio de Palmwood todavía esté en gran parte intacto hace que estos hallazgos en particular sean tan únicos», remarca el museo.

A Emmy de Groot le pareció un descubrimiento «muy emotivo» cuando vio los vestidos por primera vez, dado que la ropa «es algo muy personal» y «estás sosteniendo en tus manos algo que fue usado en el cuerpo de alguien. ¿Cómo puedes estar más cerca de alguien del siglo XVII?», se preguntaba.

El vestido de seda entretejido con piezas de plata, que fue dado a conocer el pasado noviembre, se confeccionó para una ocasión especial. «Debe haber sido uno de los vestidos más extraordinarios que una dama de la clase social más alta de Europa Occidental usaría en su vida», indica el museo.

El cuerpo de la prenda, el corpiño y la falda, siguen unidos, pero sin otras piezas más pequeñas, como cuellos, mangas y sobremangas, que también se han recuperado aunque no todas están expuestas. Es posible que nunca se adhirieran al vestido porque a menudo esas partes solo se aseguraban con alfileres.

Aunque parece un vestido marrón, probablemente fue de seda de color claro (posiblemente blanco o crema) y estaba cubierto con pequeñas placas de plata entretejidas en la seda en forma de corazones anudados. Se encontró en el mismo cofre que albergaba otro vestido de seda con motivos florales ahora de tonos crema, rojos y marrones, pero que debió de ser de un único color. No está claro cuál. Con el agua y el paso del tiempo los tintes originales probablemente se diluyeron parcialmente y pudo verse afectado por los tintes de otras prendas del mismo baúl.

En el barco mercante, que fue descubierto en 2009 por un club de buceo local y excavado entre 2014 y 2017, se recuperaron unos 1.500 objetos. Algunos delicados, como un par de medias de seda o un corpiño rojo también de seda; otros íntimos, como un juego de tocador de una rica dama con un hermoso espejo y un estuche bellamente decorado para un peine; y algunos exóticos, como una alfombra oriental y un caftán.

En dos cofres del barco se hallaron al menos 32 cubiertas de libros. Eran principalmente grandes encuadernaciones de cuero, varias con doradas decoraciones, de lo que parece haber sido una gran biblioteca de libros caros. En una de las encuadernaciones más notables, realizada en piel de becerro, se conserva un sello impreso en oro con el escudo de armas de la familia real de los Estuardo.

¿Vendría toda la colección de prendas y artículos ricos de Inglaterra? ¿Podría este libro provenir de la Biblioteca Real de Londres? ¿ Y el vestido se habría llevado en la corte de los Estuardo? El museo subraya que la investigación llevada a cabo ha demostrado que se trata de una «encuadernación comercial», de una cubierta de libro para la venta privada. Se han localizado dos libros más con el mismo sello en bibliotecas de Cambridge y al igual que la encuadernación hallada en el pecio, fueron realizadas en Londres alrededor de 1620. «No hay razón para creer que alguna vez estuvieron en la corte inglesa«, concluye.

Del estudio del resto de las encuadernaciones se deduce que era una biblioteca muy internacional, pues se han identificado otras en francés, flamenco, alemán e incluso polaco. Muchas de estas encuadernaciones costosas fueron confeccionadas en el siglo XVI u algunas a principios del siglo XVII.

«¿Podría ser ésta una colección de libros antiguos, perteneciente a un amante de los libros muy rico?». Es una de las preguntas que han surgido durante la investigación de este naufragio, que aún continúa.

Entre los objetos de lujo también figura una copa de plata dorada de exhibición, de las que se solían fabricar para ocasiones especiales, como una boda, un aniversario o una victoria militar, y que son comunes en las naturalezas muertas del siglo XVII. Se halló rota en tres pedazos, con la representación de Marte, el dios romano de la guerra, en su tapa y de estilo similar a las copas hechas a fines del siglo XVI en Nuremberg, Alemania, donde se producían muchos artículos de plata.

Los estudios realizados hasta el momento han hallado respuesta a muchas de las incógnitas que plantea el pecio Palmwood pero el Museo Kaap Skil admite que aún quedan algunas sin resolver. ¿A quién pertenecieron los ropajes y el resto de los artículos de lujo? ¿Por qué viajaba todo en el mismo barco? ¿Alguien se casó alguna vez con el vestido de novia?

En opinión de Arent Vos, arqueólogo del museo, el barco pudo transportar los bienes de una familia acomodada que se trasladaba a otro país, pero sin conocer el nombre real del barco, el conservador Alec Ewing señala que es difícil determinar quién pudo ser el propietario de estos artículos de lujo. Éstos, sin embargo, abren una ventana que nos acerca a la vida de las élites en el siglo XVII.