'A Macbeth Song': una canción de ruido y furia
CRÍTICA DE TEATRO
Los Tiger Lillies ponen las canciones del vocalista Martyn Jacques: resonancias de café concierto berlinés estilo Kurt Weill y aderezos de charanga zíngara
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Una escena de 'A Macbeth Song'
Crítica de teatro
'A Macbeth Song'
- Autoría The Tiger Lillies a partir de Shakespeare
- Versión y dirección Oriol Broggi
- Canciones originales Martyn Jacques
- Sonido Damien Bazin
- Vídeo Francesc Isern
- Iluminación Pep Barcons
- Vestuario Berta Riera
- Intérpretes Enric Cambray, Màrcia Cisteró, Andrew Tarbet, Martyn Jacques, Budi Butenop, Adrian Stout
- Lugar Biblioteca de Catalunya, Barcelona
A los clásicos siempre se les puede dar otra vuelta de tuerca. Así lo hace Oriol Broggi con 'Macbeth' junto al trío londinense The Tiger Lillies y otro trío actoral capaz de asumir todos los papeles de la tragedia. Los Tiger Lillies ... ponen las canciones del vocalista Martyn Jacques: resonancias de café concierto berlinés estilo Kurt Weill y aderezos de charanga zíngara. Se trata de condensar en hora y cincuenta minutos y en un espacio diminuto la crónica de la ambición del hombre que quiso ser rey de Escocia. Se lo habían asegurado tres brujas desde un árbol siniestro al retornar victorioso de la batalla con los noruegos. El papel de las brujas corre a cargo de los Tiger Lillies. Azuzado por su esposa, Macbeth se ciñe una corona de sangre sobre la testa tras asesinar al viejo y debilitado rey Duncan. Como la sangre pide sangre, a aquel crimen seguirán otros para que el usurpador pueda asentarse en su tiránico trono.
Esta canción de Macbeth que compone Broggi con los músicos británicos es teatro total. Ácidos estribillos que, al modo de los juglares y los romances de cordel, pautan el polifacético trabajo actoral de Andrew Tarbet, Marcia Cisteró y Enric Cambray. Los muros góticos del antiguo hospital de la Santa Cruz barcelonés permiten que las voces y la música alcancen una óptima acústica. El movimiento escénico, arropado por los videos de Francesc Isern y el sonido de Damien Bazin, permite recrear cada episodio de la obra y sincronizar las sucesivas encarnaciones de los actores en sus personajes. No falta la ironía sobre la adaptación narrativa del clásico shakesperiano.
Las brujas dicen a Macbeth que el poder absoluto prometido era una falacia. Y los magníficos Tiger Lillies sentencian con risitas de hiena: asesinato, traición, infierno, ambición, hipocresía, avaricia… Conclusión: la vida del tirano ha sido la historia contada por un idiota lleno de ruido y furia. Con músicos enmascarados, acordeones y lamentos al piano.
Si no conocían a Macbeth, es el momento de acceder a su tenebroso reino. Y si lo conocían, nunca lo habrán disfrutado en un formato como el que nos regalan Broggi y los Tiger Lillies. Adelante.