Gander, el pueblo canadiense que vivió el otro 11-S, entra en escena

En marzo de 2017, se estrenó en Nueva York 'Come from Away' ('Vienen de lejos'), un musical escrito y compuesto por Irene Sankoff y David Hein que cuenta la historia de aquellos cinco días. Cinco años después llegó a Buenos Aires, en una producción de The Stage Company dirigida por Carla Calabrese (adaptadora de la obra junto a Marcelo Kotliar). Ese montaje es el que se presenta hoy en el Teatro Marquina de Madrid, donde estará hasta el 30 de noviembre. «Vi el musical en Broadway -cuenta Carla Calabrese- y me pareció que era mágica la manera en la que lograba transmitir esta historia, con mucho respeto además, y poniendo en escena todos los ingredientes de la vida real: tristeza, alegría, humor... Todo lo que forma parte de las emociones que nos ocurren todos los días. Y cómo recuperaban esta sensación de encontrar luz en medio de la oscuridad».

Y es que lo que hicieron los habitantes de Gander fue, dice la directora -que también forma parte del elenco de la función-, «un ejemplo de solidaridad y de empatía». Ellos, con sus nombres reales, son los protagonistas del musical: Claude Elliot, alcalde de Gander en 2001; Oz Fudge, agente de policía; Beverley Bass, piloto de aviación, primera mujer que fue comandante en American Airlines; Brian Mosher, periodista; Beulah Cooper, presidenta de la Legión Real Canadiense; o Bonnie Harris, veterinaria... Los seis se encuentran en Madrid para asistir al estreno del musical, que verán por primera vez en español.

«Mi pasión siempre han sido los animales -recuerda Bonnie Harris-. Cuando llegaron los aviones, mi primer pensamiento fue si había animales en los aviones. Y sí, los había». No se permitía, sin embargo, que salieran de las bodegas de los aeroplanos. Así que Harris pasó cuatro días en los que su rutina fue «ir a trabajar al refugio por la mañana, después ir al aeropuerto para cuidar de los animales que estaban en los aviones, almorzaba, volvía al refugio, nuevamente al aeropuerto, iba a casa para la cena, y de vuelta al aeropuerto nuevamente. Fueron cuatro días muy intensos en los que la adrenalina nos permitió seguir adelante, porque no parábamos. Pero conseguimos cuidar a los animales».

Bonnie Harris cuenta que durante esos cuatro días no quiso saber nada del exterior. «No quise ver las noticias; sabía lo que había sucedido, pero hasta que los aviones partieron y los animales con ellos, no me senté y vi por fin las imágenes». Y volvió la normalidad a su vida, alterada durante esos días: «Mi esposo es bombero y trabaja en el aeropuerto; durante aquellos días se encargó de llevar a la gente a los hoteles y acomodarlos. Mis tres hijos -que tenían entonces 16, 12 y 8 años respectivamente- también ayudaron sirviendo comidas o llevando a los niños cuadernos para colorear. Nuestra vida cambió en esos cuatro días, pero luego volvió a la normalidad».

Carla Calabrese viajó a Gander junto a otros miembros del equipo artístico. Durante aquella visita, relata, conocieron a las personas que estaban detrás de los personajes. «Necesariamente, estos adquieren mucha más profundidad; nos enriqueció mucho conocerlos, e integramos la experiencia al montaje». En aquel viaje pudieron conocerse intérpretes e interpretados (otros lo han hecho ahora, en Madrid). «Fue muy emocionante verlos abrazarse», dice Carla Calabrese. Los terranovenses no tuvieron ocasión de ver el montaje en Buenos Aires; lo van a ver ahora por primera vez y van a escuchar cómo se cuenta su historia en castellano. «Va a ser muy lindo y muy emocionante; no conocen el idioma, pero se saben la obra de memoria».

Hay un terranovense que forma parte del elenco; el percusionista Romano di Nilo, que formó parte de la producción original de Broadway y ha interpretado la obra en varios montajes. «Yo tocaba en otro musical -recuerda-, 'Wicked', y una persona, al enterarse de que yo era de un pueblo cercano a Gander, me dijo que había asistido a la primera lectura de un musical en el que se contaba la historia de aquellos días de septiembre y no había podido parar de llorar. No paré hasta que conseguí hacer una audición y entré en el musical; éramos dos terranovenses, fue increíble».