La Compañía Nacional de Danza vuelve con «Don Quijote» al repertorio clásico

La elección de este título no es casual. «Más allá de que se cumpla el centenario de la publicación de la segunda parte del “Quijote”, donde están los dos capítulos en los que se basa el ballet, lo he escogido por su carácter español y porque creo que se adapta mejor a las características de nuestros bailarines». El propio Petipa, cuenta Martínez, ya tenía la idea española a la hora de crear esta obra. «Él acababa de llegar de España, y en su coreografía incluyó pasos españoles, como las vueltas quebradas ... Pero lo estrenó con bailarines rusos. Nosotros hemos ido un paso más allá, y ese carácter español está en los giros y los ritmos ». Y también en la colaboración coreográfica para dos momentos -un bolero y un fandango- de Mayte Chico , bailarina de la compañía de Antonio Gades .

El equipo artístico se completa con la escenografia de Raúl García Guerrero , los figurines de Carmen Granell , la iluminación de Nicolás Fischtel y la caracterización de Lou Valérie Dubuis . La música de Ludwig Minkus será interpretada por la Orquesta de la Comunidad de Madrid, bajo la batuta de José María Moreno . «Hemos trabajado -revela Martínez- a partir de una partitura rusa que estaba en muy mal estado, y ha habido que realizar un trabajo de reedición muy minucioso, pero ahora contamos con una partitura nueva que podremos llevar a toda la gira».

La producción, que estará en el teatro de la Zarzuela del 16 de diciembre al 3 de enero de 2016, contará con muy distintos elencos, que combinarán dos deseos de Martínez: «Por un lado, como artistas invitados, traemos a bailarines españoles que trabajan en compañías internacionales; y, por otro, damos oportunidades a los jóvenes de nuestra compañía». Entre los primeros, figuran Joaquín de Luz, María Kochetkova, Elisa Badenes y Cristina Casa . Entre los segundos, Seh Yum Kim, Alessandro Riga, Harumi Otani o Aitor Arrieta . Hay otro componente «sentimental»: la presencia, en los papeles de carácter, de antiguos bailarines de la compañía. «Así se hace en todos los ballets», dice Martínez.

El director de la CND termina contrato el próximo mes de julio. «No sé si seguiré; dependerá del próximo director del Inaem , por una parte, y del futuro, por otra. Si puedo seguir con el proyecto artístico , seguiré; si no, no. Pero ahora no me toca mover ficha. Yo sigo trabajando para mantener la actividad de la compañía». «Es importante la estabilidad -continúa-; y una sede ayudaría mucho». Se refiere al teatro de la Zarzuela. «Aprovecharé estos días para hablar con Daniel Bianco , su director, y veremos la posibilidad de tener allí temporadas estables».