Apolíneo, Europa, grifo o pitonisa, los mitos griegos detrás de nuestro lenguaje cotidiano
En 'Pequeña historia de la mitología clásica', el divulgador Emilio del Río repasa sus conexiones con el presente
Emilio del Río: «Los mitos son una guía fascinante para la humanidad»
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Iniciar sesiónCuenta Emilio del Río en su 'Pequeña historia de la mitología clásica' ilustrada por Julius (Espasa), que la mitología es un gran tesoro de historias fantásticas que se han transmitido de generación en generación hace más de 2.800 años. Sus ... raíces son tan profundas, su legado tan rico, que sin ella no es posible entender la cultura occidental.
Los mitos son los primeros cuentos con los que los humanos nos explicamos a nosotros mismos el origen del mundo y de las cosas. Por eso su presencia en el lenguaje cotidiano, en los objetos y expresiones, sea tan sumamente extensa. Repasamos junto al humanista, autor de éxitos como 'Locos por los clásicos' o 'Calamares a la romana', algunas de las conexiones de las que da buena cuenta en su último libro.
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Apolíneo y la expresión «la música amansa a las fieras»
«Apolo es uno de los grandes dioses olímpicos. Si hay un dios que representa el espírito de la cultura griega ese es Apolo, hijo de Zeus y Leto, y hermano gemelo de Ártemis«, explica Emilio del Río en 'Pequeña historia de la mitología clásica'. El adjetivo «apolíneo» viene precisamente de ese dios, que representaba para los clásicos el ideal de belleza masculino. «Estoy convencido que triunfaría en las redes sociales hoy en día», señala el autor. El libro también recoge que era el dios de la música. Por eso su hijo Orfeo, que concibió junto a la musa Calíope, era imbatible con ella. Según el mito, cuando tocaba su lira, los animales salvajes se calmaban, de ahí proviene la expresión «la música amansa a las fieras».
Cáncer y las constelaciones
El segundo de los doce trabajos que Euristeo encargó a Hércules fue matar a la hidra de Lerna, la serpiente de nueve cabezas. Cada vez que le cortaba una de sus cabezas, le salían dos. Hera, que odiaba a Hércules por ser hijo de una de las aventuras extramatrimoniales de Zeus, le lanzó en plena lucha un cangrejo que le atacase, pero consiguió matarlo a pisotones. Los antiguos griegos agrupaban las estrellas y les daban forma de personajes mitológicos con sus historias, como la Osa Mayor o Escorpión. Por eso, «Hera, para mostrar su agradecimiento al cangrejo, lo convirtió después en la constelación de Cáncer porque en latín cangrejo es 'cancer'. (...) De esa misma palabra latina, 'cancer', viene el nombre que damos a esta enfermedad. Ya la llamaban así en la Antigüedad, por el parecido con las patas de un cangrejo que tienen las venas que rodean un tumor canceroso«, recoge en el libro.
Europa y el minotauro
El nombre de nuestro continente viene de esta bella princesa fenicia, raptada por Zeus, que se transformó en un toro blanco para burlar la vigilancia de su esposa Hera. Tuvieron tres hijos, Minos, Sarpedón y Radamantis. Se casó con Asterio, rey de Creta que adoptó a todos ellos. Cuando murió, los tres aspiraban a sucederle en el trono. Minos pidió a Poseidón, dios del mar, que hiciera salir un toro del mar para ganar la sucesión a cambio de sacrificarlo después. Poseidón cumplió con su parte, pero Minos, no. «Así que, en una represalia horrenda, Poseidón hizo que la mujer de Minos, Pasífae, se enamorase del toro que había enviado Poseidón. De esta relación antinatural y monstruosa no podía salir más que un monstruo, el minotauro, un ser bestial, con cuerpo de hombre y cabeza de toro, que solo se alimentaba de carne humana. Aunque llevaba su nombre, en realidad no era hijo de Minos. Horrorizado, el rey no se atrevió a matarlo, pero tampoco quería que nadie viera a este ser espantoso«, indica Del Río en el libro. Para ello, Minos encargó a Dédalo la construcción del laberinto.
Grifo
Los grifos eran unas criaturas monstruosas, mitad león y mitad águila, los dos animales que simbolizan poder en la tierra y en el aire. Vivian más allá de los confines del mundo conocido. Eran muy populares (lo siguen siendo para Astérix o Harry Potter, que los han usado en sus aventuras), por lo que tenían múltiples representaciones, una de las cuales era decorar la salida del agua en las fuentes. Después pasó a denominar las llaves de paso del agua. «Es toda una declaración de defensa de la naturaleza», asevera Del Río.
La hermenéutica y los miércoles
El dios Hermes era hijo de Zeus y de la hermosa atlántide Maia. Su ingenio y su destreza le llevaron a convertirse en el mensajero de los dioses («era a la vez el wasap y el Amazon del Olimpo», puntualiza Del Río). «No todo el mundo entendía los mensajes que transmitía, así que muchas veces el propio Hermes los interpretaba para el receptor. De ahí surgió la 'hermenéutica', es decir, el 'arte de la interpretación, una disciplina filosófica que se ocupa de descubrir el significado de los textos y de cómo se comunican las ideas y los mensajes entre ellos«, indica 'Pequeña historia de la mitología clásica'.
Hermes era Mercurio en la mitología romana. «De aquí proviene el nombre del tercer día de la semana, miércoles, que es el día de Mercurio, 'Mercurii dies'. Inspirándose en el veloz dios, los clásicos dieron su nombre al planeta que tiene la órbita más rápida de todos.«
Laureado
El dios del amor Eros (Cupido para los romanos) se vengó de las burlas del dios Apolo lanzándole una flecha para que se enamorara de la ninfa Dafne y a ella le clavó otra para que le rechazara. Eros no paró de perseguirla hasta que su padre acudió en su ayuda y la convirtió en laurel. Desde ese momento, se convirtió en el árbol de Apolo. «Por eso los ganadores de los juegos Píticos, que había fundado él, tenían como premio una corona de laurel. Este galardón se extendió más tarde a todos los ganadores en los juegos deportivos», escribe en el título.
Némesis
Némesis es la diosa de la venganza y pertenece a la familia de la noche. Sus hermanas son las parcas, que determinan cuándo se acaba la vida de cada ser humano; Eris, la diosa de la discordia; Tánatos, dios de la muerte, e Hipnos, del sueño. Se encargaba de castigar cualquier exceso. El Diccionario de la Lengua Española recoge este nombre con los sentidos de «castigo fatal que restablece un orden anterior» y «persona enfrentada a otra o enemiga acérrima suya».
La memoria, las musas, la música y los museos
Las musas eran las nueve divinidades que inspiraban las artes. Eran hijas de Zeus y de su tía la titánide Mnemosine, la diosa de la memoria. Zeus se acostó con ella durante nueve noches, de ahí que fueran nueve. «Que Mnemosine -la memoria- sea la madre de las musas, es una representación genial del proceso creativo, pues no hay creación sin pensamiento«, subraya Del Río. A ellas debemos la música, que significa 'el arte de las musas', y también la palabra museo, derivada de los espacios que había en la antigua Grecia destinados al intercambio de conocimientos en los que habían estatuas y templos dedicados a las musas.
Pitonisa y el ombligo del mundo
La gigantesca serpiente Pitón era hija de Gea, una de las grandes diosas de la mitología griega, que personifica la Tierra y madre de todos los seres vivos. De ella heredó la facultad de adivinar el futuro. Persiguió a Leto, madre de Apolo y Ártemis, para matarla, pero fracasó en su intento. Apolo fue a vengarse de ella a Delfos y acabó con su vida. «Sobre su tumba puso una piedra gigantesca que, según algunos era la misma con la que Rea había engañado a Crono para que se la comiese en lugar de zamparse a Zeus. La piedra, por tanto, tenía un significado muy especial porque representaba el mito de la sucesión, el triunfo de los dioses olímpicos frente a Crono y los titanes. Esa piedra era el 'omphalós tes ges', el ombligo de la tierra, y ocupaba el punto central del recinto de Delfos«, relata. Tras su victoria, Apolo heredó su don, recibió el nombre de Pitio y a la adivina del oráculo se la llamó Pitia. De ahí viene pitoniso y pitonisa.
Tanatorio, hipnosis y morfina
En la mitología griega, Hipnos y Tánatos son hermanos, hijos de Nix, diosa de la noche. Este último era el dios de la muerte, de ahí que tanatorio sea una de las acepciones del lugar en el que se vela a los fallecidos. Hipnos, por su parte, era el dios del sueño. «En esos momentos de nuestra vida en la que dejamos de estar conscientes, el sueño nos conecta simbólicamente con la muerte. De hecho, de la muerte se dice que es 'el sueño eterno' (...). Que Hipnos y Tánatos, el sueño y la muerte, sean hermanos es todo un símbolo«, indica en 'Pequeña historia de la mitología clásica'.
Hipnos, claro, es el origen de palabras como 'hipnosis' o 'hipnótico' como algo que induce al sueño. Pero una cosa es la acción de dormir y otra son los sueños que tenemos mientras dormimos. Que también tienen su propio dios, Morfeo, que es hijo de Hipnos. «Viene del griego 'morfé', que significa 'forma'. Se llama así porque ese dios puede adoptar múltiples apariencias y, según la que adopte, tendremos un sueño u otro». Por eso cuando alguien está dormido decimos que está «en brazos de Morfeo» y morfina es la denominación de un medicamento soporífero y anestésico.
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