El PP denuncia la vinculación del director del Thyssen a Sumar: «Podría comprometer su independencia»

En la exposición de motivos de las preguntas registradas, el PP recuerda que, al margen de los estatutos, el Museo Thyssen se regula también por un Código Ético y de Buen Gobierno. La última versión, de octubre de 2023, establece los principios, mandatos y normas de conducta que deben regir las actividades de la pinacoteca. El artículo 9.1, referido a los posibles conflictos de intereses, establece: «Se considera conflicto de intereses toda situación en la cual los intereses personales, financieros o externos de un sujeto concernido puedan interferir o percibirse como una influencia indebida en el cumplimiento de sus responsabilidades y deberes para con el museo, restándole independencia e imparcialidad por la expectativa o realidad de percepción de un beneficio directo o indirecto para sí mismo o terceros allegados, sean personas físicas o jurídicas».

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En este sentido, entiende el PP que si el director artístico de un museo nacional «se presenta a unas elecciones por un partido político, que además ocupa el Ministerio de Cultura al cual está el museo adscrito, podría entenderse que el partido ostentaría sobre él 'una influencia indebida en el cumplimiento de sus responsabilidades y deberes para con el museo, restándole independencia e imparcialidad por la expectativa o realidad de percepción de un beneficio directo o indirecto'». Dicho de otro modo: «Podría entenderse que pertenecer a la candidatura política de Sumar a las elecciones del Parlamento Europeo condiciona de forma indebida el cumplimiento de las responsabilidades» de Guillermo Solana. «Ello porque la línea programática cultural de Sumar podría convertirse en la línea programática cultural del Museo Thyssen a cambio de posibles beneficios directos en el futuro al referido director, por ejemplo, en puestos de libre designación dependientes del Ministerio de Cultura».

Teniendo en cuenta todo esto, y ante la posibilidad de que haya un conflicto de intereses -cuestión que debería dilucidar el Comité de ética y buen gobierno del museo-, «el director debería abstenerse de las decisiones objeto de conflicto». Sin embargo, alerta el PP, «si el director se abstuviese de definir la línea artística del museo, la propia institución sufriría una parálisis en términos museológicos, por falta de narrativa propia y establecimiento de objetivos estratégicos». «¿Considera aceptable el Gobierno que el director artístico de un museo nacional sea candidato por el mismo partido al que pertenecen tanto el ministro de Cultura como el secretario de Estado, ante quienes responde?», cuestiona el PP.

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Más preguntas que el PP plantea al Gobierno para su respuesta por escrito: «¿Reprobará el Gobierno al ministro de Cultura por la aparente instrumentalización política del museo al incluir en sus listas electorales a su director artístico?». «¿Planteará el Gobierno el posible conflicto de intereses de Solana a través del Patronato ante el Comité de ética del Thyssen?». «¿Considera el Gobierno que un empleado público de la cultura puede tener una relación neutral al servicio del interés general del Estado si, al mismo tiempo, es candidato por el mismo partido al que pertenece el ministro de Cultura?». «¿Se plantea el Gobierno impulsar la reforma del Documento de Buenas Prácticas en Museos y Centros de Arte, así como la revisión de los códigos deontológicos de los museos nacionales para evitar su instrumentalización política?».

El PP recuerda que el 25 de junio el Thyssen inaugurará la exposición 'La memoria colonial en las colecciones del Thyssen-Bornemisza', que está en línea con los planes descolonizadores de Urtasun. «¿Se plantea el Gobierno posponer y revisar la exposición, dado su encaje literal con la línea ideológica de Sumar al frente del Ministerio de Cultura?», pregunta el PP. La iniciativa parlamentaria hace referencia también a las dudas que planteó Urtasun sobre la propiedad de un cuadro de Pissarro que los herederos de un propietario judío reivindicaban como expolio nazi. «Podría pensarse que la candidatura política del director artístico del museo pone en riesgo la propia gestión del patrimonio cultural de esta institución», plantea el texto. «La consolidada y reconocida trayectoria de Guillermo Solana [...] no debería quedar manchada por una decisión posiblemente incompatible con el Código Ético y de Buen Gobierno de esta institución», concluye el PP.