¿Quiénes fueron los fundadores del impresionismo?
Claude Monet, Paul Cézanne, Pierre-Auguste Renoir, Berthe Morisot, Edgar Degas, Camille Pissarro y Alfred Sisley se hallaban entre la treintena de artistas que exhibieron sus obras en la primera exposición impresionista en 1874 en París. Se cumplen 150 años de aquella histórica cita
El jardín de las delicias de Monet en Normandía
Madrid
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Iniciar sesiónFormaron un clan de rebeldes que pintaban escenas de la vida moderna o paisajes con pinceladas perfectamente ejecutadas, bosquejados al aire libre. Lo que parecen buscar por encima de todo es la impresión. Plantaron cara al Salón oficial de París y fundaron una Sociedad ... Anónima de Pintores, Escultores y Grabadores. Estos fueron los más conocidos de los fundadores del impresionismo.
Claude Monet (París, 1840-Giverny, 1926)
Decía Cézanne: «Monet solo es un ojo, pero ¡qué ojo, por Dios!». Amigo de Renoir y de Sisley, tuvo una larga y prolífica carrera: murió a los 86 años, y trabajó hasta el final de su vida, pese a las cataratas que le dejaron casi ciego. En 1883 alquiló una casa en Giverny (Normandía), que acabó adquiriendo en 1890. Allí se instaló con su segunda mujer, Alice Hoschedé, y sus ocho hijos. Tres años después compró el terreno anexo a la vivienda para crear su propio paraíso particular: un idílico jardín de 15 hectáreas plagado de un centenar de especies de flores y árboles exóticos, con un puente japonés –amaba el arte oriental– y un estanque de nenúfares. Es la obra de arte total.
Monet pasó los últimos cuarenta años de su vida retratando ese estanque obsesivamente, hasta llegar a los frisos panorámicos que hoy cuelgan en las dos salas de L'Orangerie en París, que André Masson consideraba la Capilla Sixtina del impresionismo. Clemenceau negoció con el pintor la donación al Estado francés de ocho paneles para este museo parisino. Aunque se inauguró tras la muerte de Monet, éste supervisó el proyecto hasta el último detalle. Más alejado del centro de París, el Museo Marmottan Monet, con más de un centenar de obras que Michel, hijo pequeño y heredero de Monet, legó en 1966 a esta institución: 94 lienzos -entre ellos, 'Impresión, sol naciente'-, 29 dibujos y 8 carnets de dibujo. Buena parte de ellos se han visto recientemente en una exposición en la sala de exposiciones del Ayuntamiento de Madrid.
Paul Cézanne (Aix-en-Provence, 1839-1906)
Pintor de culto, los museos guardan celosamente sus obras como los más preciados tesoros y apenas las prestan. De ahí que sus exposiciones, poco numerosas, sean siempre un acontecimiento de primer orden. Sus obras eran rechazadas una y otra vez en el Salón de París y la crítica lo vapuleaba sin piedad. Decían que era un artista torpe y su pintura, infantil y tosca. Tuvo que llegar el marchante Ambroise Vollard, un visionario, para organizar en su galería parisina en 1895 su primera monográfica, con 150 obras. Nació el mito. Cézanne murió once años después, pero le bastaron para convertirse en el padre del arte moderno y precursor del cubismo. La relación de Cézanne con los impresionistas fue complicada, nunca se sintió uno más de ellos. Frecuentaba el Café Guerbois, en cuya tertulia coincidía con Monet, Renoir, Pissarro, Sisley...
Expuso tres obras en la primera exposición impresionista, de 1874. Lo hizo solo una vez más, en 1877. Después se separó del grupo y no expuso hasta 1895. Fue Pissarro, diez años mayor que él y a quien consideraba un maestro, con el que tuvo mayor relación y más le apoyó. La serie «Bañistas», que pintó en la finca familiar del Jas de Bouffan, a las afueras de Aix-en-Provence, ocupó buena parte de la producción de Cézanne (desde 1870 hasta su muerte). La Sainte-Victoire fue mucho más que una montaña para el pintor. Le obsesionaba. Tenía, para él, algo de sagrado, de mágico. También Picasso sintió la misma atracción por esta montaña sagrada. Tanto que su última morada, el castillo de Vauvenargues, donde está enterrado, se halla justo a los pies de Sainte-Victoire.
Pierre-Auguste Renoir (Limoges, 1841-Cagnes-sur-Mer, 1919)
Es uno de los grandes popes del impresionismo, aunque tan solo perteneció a este grupo durante diez de sus cincuenta años de carrera. La crítica ha sido feroz y despiadada con él: sus temas (mujeres, niños, flores, frutas), sus colores pastel, los desnudos sensuales y hedonistas de sus orondas musas le han llevado a ser tildado de pintor cursi, kitsch, empalagoso, banal e incluso de machista por su forma de abordar a la mujer en su trabajo. Pero, más allá de gustos y modas, filias y fobias, Renoir es un pintor enorme.
Siempre estuvo rodeado de mujeres: su esposa, Aline; amigas y modelos, como Lise, Angèle, Margot, Gabrielle Renard (prima de su mujer y niñera de sus hijos) y Andrée Heuschling, que acabó casándose con su hijo Jean, célebre director de cine; actrices y damas de la alta sociedad a las que retrató... 'Au Moulin de la Galette' es su obra más célebre e icono del impresionismo. Picasso sentía un gran interés por él. Como pago por las planchas de la 'Suite Vollard', pidió un cuadro de Renoir y otro de Cézanne.
Mientras pintores como Degas y Manet mantenían cierta distancia, Renoir, el único de los impresionistas de origen humilde, crea empatía con el espectador. Hay una plurisensualidad en la pintura de Renoir, especialmente lo táctil: las largas cabelleras de sus célebres bañistas, las telas con las que secan sus cuerpos... Emparentan con Tiziano y Rubens, pero también estaba fascinado por Velázquez y Vermeer.
Berthe Morisot (Bourges, 1841-París, 1895)
Fue la primera mujer que entró a formar parte del grupo impresionista. Bella, culta e inteligente, se le negó el ingreso en la Academia de Bellas Artes por ser mujer. Su familia era de la alta burguesía. Hacía copias de obras del Louvre. Corot fue el maestro de las hermanas Morisot. Conoce a Manet en 1868. Fue quien sacó de ella la gran pintora que llevaba dentro. Se convirtió en su modelo preferida. Posó para él en una decena de cuadros, algunos tan célebres como 'El balcón' (Museo d'Orsay). Expuso con Monet, Renoir, Sisley, Pissarro, Degas y compañía en la mítica exposición de 1874, y recibió mejores críticas que algunos de sus compañeros.
Fue Degas quien convenció a la madre de Berthe Morisot para que la dejase unirse al grupo: «Su nombre y su talento son demasiado importantes para nosotros como para que podamos prescindir de ella». «Yo valgo tanto como ellos», escribía la artista. En el siglo XX fue injustamente relegada. Independiente y rebelde, fue, además de una gran pintora, una activa animadora cultural. Mantuvo una estrecha amistad con intelectuales como Mallarmé y Valéry. Tras su muerte, en 1895, escribe Pissarro a su hijo: «Fue un honor para el grupo impresionista».
Edgar Degas (París, 1834-1917)
Primogénito de una adinerada familia parisiense, abandonó tempranamente los estudios de Derecho en la Sorbona para dedicarse a la pintura. En 1855 entró en el taller de Louis Lamothe, discípulo de Ingres, donde adquirió una sólida formación académica. De 1856 a 1859 viajó por Italia copiando a los maestros renacentistas y, a su regreso, residió ya para siempre en París. Aunque vinculado al grupo de los impresionistas, con los que expuso en siete de sus ocho exposiciones, Degas fue en cierto modo un antiimpresionista. Se veía a sí mismo como un pintor realista o naturalista, y su veneración por el dibujo acabado de Ingres marcó toda su producción. Se centró principalmente en el estudio del cuerpo humano y nunca estuvo interesado, como lo estuvieron los impresionistas, ni en la pintura de paisaje al aire libre ni en captar las condiciones atmosféricas cambiantes.
Compartía, sin embargo, con ellos la influencia de la nueva técnica de la fotografía y de los recién descubiertos grabados japoneses, así como el interés por la captación del movimiento. Las variaciones sobre un mismo tema, como las bailarinas, que repitió tanto en pintura como en escultura, son una muestra de esa obsesión por observar y reproducir el ritmo y las posturas de personas y animales. Como a los impresionistas, a Degas le interesó especialmente la realidad de la vida urbana de su entorno; la ópera, el teatro, el café-concierto o las carreras de caballos fueron temas constantes en su obra. A partir de 1870 comenzó a utilizar principalmente el pastel, en el que destacó como un verdadero maestro.
Camille Pissarro (Saint Thomas, 1830-París, 1903)
Aparece a menudo en la prensa debido a la pugna que hay en los tribunales desde hace unos años por una de sus obras de la colección del Museo Thyssen: 'Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia'. «Humilde y colosal». Así definía Cézanne a Pissarro, patriarca del impresionismo. Pese a ser uno de los que redactó los estatutos fundacionales del movimiento y el único de sus miembros que participó en las ocho exposiciones impresionistas, entre 1874 y 1886, no ha tenido el mismo reconocimiento que otros de sus compañeros: fue eclipsado por la fuerza arrolladora del ciclón Monet. El Museo Thyssen rehabilitó su figura con la primera monográfica de su obra en España. Fue en 2013.
Su vocación de maestro le llevó a enseñar a Cézanne y a Gauguin y, muy posiblemente, dio consejos a Van Gogh y a Matisse. Un rincón de Francia, Louveciennes, pasaría a la Historia del Arte como el lugar donde nació el impresionismo. Allí pintaron mano a mano Monet y Pissarro. Ha cargado este último con el sambenito de pintor aburrido, monótono, demasiado clásico. Pero experimentó con su pintura e hizo composiciones muy osadas y modernas. Como ocurre en muchas ocasiones, el hijo se come al padre: Cézanne acabará devorándolo.
Alfred Sisley (París, 1839-Moret-sur-Loing, 1899)
De padres británicos, fue principalmente un pintor de paisajes, que representa a menudo bajo una luz tenue. Se interesó por la pintura de Turner, Constable y especialmente de Corot. En 1860, ingresó en el estudio del pintor suizo Marc Charles-Gabriel Gleyre, donde conoció a Monet, Renoir y Bazille. Participó en los Salones de 1866, 1868 y 1870. En abril de 1874, junto con otros miembros del grupo impresionista, participó en la primera exposición, exponiendo cinco paisajes. Con 1.000 francos de ventas, ganó más que cualquier otro artista.
Sisley participó en la segunda exposición impresionista de 1876 y en la tercera de 1877, pero se retiró de las tres siguientes (1879, 1880 y 1881) tras no estar de acuerdo con la inclusión de varios artistas que consideraba mediocres. Además, Sisley quería seguir participando en el Salón. Regresó para la séptima exposición impresionista de 1882. La crítica empezó a aceptar este nuevo estilo artístico. Sin embargo, las ventas no fueron muy buenas y Sisley decidió abstenerse de participar en la octava y última de 1886. Murió en Moret-sur-Loing el 29 de enero de 1899.
Otros pintores impresionistas fueron Frédéric Bazille, Gustave Caillebotte, Mary Cassatt... El movimiento tuvo variantes, como el neoimpresionismo o puntillismo (abanderado por Georges Seurat) o el postimpresionismo, en el que destaca Vincent van Gogh. Pero ésta es ya otra página de la Historia del Arte.
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