Omar Montes, el fracaso de su «obra maestra», la maldición de la alboreá y el cuento de Pan Bendito
Su disco 'Quejíos de un maleante' no ha tenido el éxito esperado y en el barrio madrileño le acusan de mentiroso
Nacho Serrano
Dice Omar Montes que cada vez que saca un nuevo trabajo, lo pasa muy mal hasta que comprueba si ha sido un éxito o no. Los días que pasan entre la publicación y la llegada de los datos de descargas y reproducciones son un ... pequeño calvario para el artista madrileño, y después de lanzar su nuevo disco, 'Quejíos de un maleante', hace poco más de un mes, volvió a pasarle lo mismo.
Lo malo es que esta vez, los resultados no han sido los esperados. El cantante, que ha dado un giro estilístico a su música subiendo el porcentaje de flamenco y bajando el de trap-reguetón, se ha pegado un buen batacazo ya que el álbum sólo ha llegado hasta el puesto 23º en las listas de ventas de Promusicae, que aglutinan formato físico y digital (a día de hoy ha bajado al número 40). La canción que más lejos ha llegado ha sido 'Patio de la cárcel' junto a Farruko, que estuvo unos días en decimocuarta posición en las listas. Y en cuanto a críticas no le ha ido mucho mejor, sufriendo algún vapuleo que otro como el propinado por Jesús Lillo en la sección de reseñas de discos de este periódico.
En su última charla con ABC, Montes ya intuía que su segundo elepé quizá estuviera lejos de ser un superventas, aunque no tiene remilgos en reconocer que está seguro de haber hecho su gran «obra maestra», tal como la ha descrito en otras entrevistas promocionales. «He intentado tirar por la rama más purista», aseguraba a este diario. «Es un disco para el respeto, que pretende crear un movimiento que se estudie dentro de muchos años, y que se llama 'Flamenco bajo mundo'. Es un flamenco puro, no tanto como el de nuestros antepasados, pero lo más puro que yo puedo hacer, llevándolo a la estética drill. Más allá de pegar un pelotazo, mi intención con este disco es crear algo que sea mío (…) La gente, mi familia, todos me decían que si lanzando temas de reguetón siempre arraso, para qué me la iba a jugar dándole la vuelta haciendo algo completamente diferente, sin saber si me iba a ir bien o no. Pero lo hago por amor a la música, y por ofrecer algo nuevo».
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El caso es que últimamente, Omar no anda muy sobrado de suerte. Hace unos meses, la prensa titulaba así una noticia sobre la emisión de su documental 'El Principito' en televisión: «Fracaso absoluto de la serie de Omar Montes en Telecinco». Se programó en dos días, el primero tuvo un 8,5 % de share y fue visto por 1.353.000 espectadores, y la segunda entrega perdió casi un punto porcentual respecto a su estreno, registrando un 7,6 % de share y dejándose por el camino 200.000 espectadores. «La serie que habían estado anunciando durante semanas no les ha dado seguramente los resultados que esperaba la cadena», decían en la web de un diario catalán.
¿Por qué está teniendo malos números? Alguno podría pensar que ha caído bajo la maldición de la alboreá, un palo flamenco rodeado de supersticiones que ha incluido en su disco, y que para la mayoría de los gitanos, está exclusivamente reservado para el ambiente de las bodas y no debería cantarse fuera de esas ocasiones. Pero quizá es simplemente que se está acabando su racha ascendente.
Hay que recordar que cuando Omar alcanzó la popularidad, llevaba varios años haciendo música. Pero sólo se hizo famoso cuando se emparejó con Isa Pantoja y participó en realities como Gran Hermano VIP o Supervivientes. Pura estrategia de marketing. Por aquella época fue cuando empezaron a salir reportajes periodísticos en los que Omar se describía a sí mismo como un chico humilde de Pan Bendito, dando los titulares de chico-hecho-a-sí-mismo que la prensa buscaba. Incluso grabó un tema llamado 'Pan Bendito', con un videoclip rodado en la entrada a la estación de metro del barrio, cuya descripción decía, a modo de reivindicación: «Pan Bendito es uno de los dos barrios gitanos más populares de Madrid, junto a Caño Roto». Y aunque la historia no era del todo cierta, funcionó: cuando lanzó su primer disco 'La vida mártir' en 2019, entró, por los pelos pero entró, en el Top10 de ventas.
En las redes empezaron a salir mensajes de gente que sí era de Pan Bendito, recriminándole la 'trola'. «Queda bien decir que eres de Pan Bendito. Como Omar Montes, que dice que es de allí cuando en realidad vive en General Ricardos», decía una tuitera. Otra chica llamada Lore Alameda pedía: «Por favor, que alguien le diga a Omar Montes que deje de hacerse fotos en General Ricardos diciendo que es Pan Bendito, no es verdad».
Efectivamente, un reportaje de El Mundo titulado 'En el barrio con Omar Montes', con el subtítulo de «La historia de este chaval de Pan Bendito es la de un niño al que le dieron palizas incontables, le vaticinaron que iría a la cárcel o moriría y ha triunfado en la música y con una docuserie», decía: «Salimos de su casa para dirigirnos al bar Tormis, a unos cien metros», aludiendo a un establecimiento que está en General Ricardos, a un cuarto de hora andando de Pan Bendito. El periodista no supo o no quiso comprobar en qué barrio estaba al hacer la entrevista, y Omar aprovechó para hacer hincapié en una procedencia que no era real. Quizá sí haya pasado muchos ratos allí, pero no nació en el barrio ni ha vivido en él. ¿Por qué lo haría?
«Omar Montes vive en General Ricardos, que no tiene nada que ver con Pan Bendito, lo que pasa es que es mejor vender miseria», le reprochaba otro tuitero tras leer el reportaje. «Omar vive en General Ricardos, eso es Beverly Hills comparado con Pan Bendito. Que deje de ofender a los que realmente somos de allí», comentaba otro. «¿Lo dirá para dar imagen de más malote?», se preguntaba otra usuaria. «Es un falso», acusaba otro indignado más. «Él no es de Pan Bendito, vive arriba de General Ricardos, te lo digo yo que es mi barrio de toda la vida».
Una figura destacada de la escena musical de Pan Bendito apunta en esta misma dirección al ser preguntado por ABC a este respecto: «Nunca ha sido del barrio, es una mentira que os ha vendido a los medios y os la habéis tragado doblada. Él siempre vivió en la Plaza de las Palmeras, en General Ricardos, y si venía aquí era a ver a algún colega. Ni ha vivido ni se ha criado aquí, así que no puede ir contando que ha visto gente morir en Pan Bendito como llegó a decir en un medio francés. Se ha inventado un personaje y se lo estáis comprando».
También ha habido amigos íntimos del propio Omar Montes que le acusan de ser un mentiroso compulsivo. Es el caso de su ex colega Javi 'El Gordo', que se hizo famoso unos días al salir en televisión asegurando que la autobiografía del cantante, 'La vida mártir', también era una farsa. «Se ha creado una realidad paralela, lo que cuenta es una mentira», aseguraba en Sálvame, donde añadió que Omar mintió al decir que de niño tenía obesidad y sufría Bullying. «No era gordo, y jugar con esto no se puede hacer, porque yo por desgracia he sufrido obesidad. Y Omar, obeso, no ha sido. Es verdad que los niños son muy crueles… pero que yo recuerde no se han reído en la vida de él. Por desgracia hay personas que sufren bullying… ¡Que no se puede decir esto! ¡Omar, ya vale!. Yo no me voy a creer esto porque al final parece que estuvo con Manolete cuando lo mató el toro…Hasta donde llega mi conciencia no ha sufrido el maldito y desgraciado bullying».
Según Javi 'El Gordo', tampoco es cierto que pasara dificultades económicas durante su infancia. «Su padre fue uno de los impulsores del kebab en España. El padre ganaba dinero. Tiene una heladería en el centro de Madrid, en la Plaza Mayor. Y muchas veces me dice: '¿Por qué Omar dice que ha pasado hambre cuando yo le he dado dinero?' Tiene un piso en Leganés cuyo alquiler era íntegro para Omar. Le caían 700 u 800 euros todos los meses». El propio padre de Omar, Ismael, dio fe en el mismo programa de que esto no es cierto: «Es un chico muy mimado. No le ha faltado de nada. Me duele mucho porque la gente que me conoce sabe que no es verdad. Es un exagerado».
Hay más gente cercana a Omar que dice lo mismo: es una exagerado, cuando no un mentiroso. En su biografía, el artista aseguró que salvó a Isa Pantoja de ser secuestrada cuando eran pareja: «Isa es una chica de buena familia y era carne de cañón para pedir un rescate o lo que fuera. Algo no me gustó, no me dio buen rollo. No quiero ni pensar lo que hubieran hecho con Isa. Me habían mosqueado porque no tenían buena pinta y en aquella ocasión se cumplió aquello de piensa mal y acertarás». Pero la propia afectada confirmó en El Programa de Ana Rosa que este suceso nunca había ocurrido, sin ocultar su cabreo con su ex. «Tiene mucha imaginación y mezcla realidad y fantasía», dijo la hija de Isabel Pantoia, que también desmintió la anécdota que Omar contó en La Resistencia, según la cual se llevó una muñeca de Cantora, la casa de la artista en Cádiz: «Es falso, mi madre no tiene en la finca ese tipo de muñecas y yo menos. Omar la habrá cogido de la casa de su abuela».
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La última historia de Omar que podría ser un 'invent', como se dice ahora, es la de su presunta retención en un hotel de Qatar, aconsejada por los dueños del establecimiento por unas supuestas amenazas tras haber dicho una frase en favor del amor libre durante su concierto en el Mundial de Fútbol. Le cayeron muchas críticas por haber ido a cantar a un país con tanto déficit de derechos humanos, y después de su intervención quizá quiso hacerse el héroe contando una anécdota protagonizada por un mártir por la igualdad. Con su historial de mentirijillas, quién sabe.
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