Edu Hidalgo, cantaor flamenco de noche e ingeniero de día

Ambos, artista e ingeniero, habitan en él, siendo el primer cantaor flamenco profesional que cursó el grado en Ingeniería de Telecomunicaciones, estudió un máster e hizo, finalmente, el doctorado, formando ya parte del profesorado de la Universidad de Sevilla, donde imparte asignaturas relacionadas con la programación y la electrónica. «Terminé mi doctorado justo una semana antes de la pandemia. Venía de presentar un espectáculo en homenaje a Demófilo con Calixto Sánchez, Manuel Romero y Eduardo Rebollar en Bruselas. Siempre he ido con todo para adelante con naturalidad».

A sus 36 años, Edu Hidalgo enseña unos y ceros a los alumnos desde bien temprano y de madrugada actúa por los tablaos de Sevilla: la Casa de la Memoria, el Museo del Baile Flamenco Cristina Hoyos… «Además, soy de los que se quedan con los compañeros al final de cada actuación. Creo que eso es imprescindible. Tomar algo para compartir impresiones. Convivir. Por eso trato de descansar cuando puedo y cuidarme, por respeto a quienes pagan la entrada y a los que están matriculados en mis asignaturas. El esfuerzo es doble, porque tengo una jornada laboral de 8 horas y también canto en festivales, peñas y tablaos. Tener ese respaldo económico me otorga mucha libertad creativa. No busco grandes masas, sino ser del gusto de unos pocos aficionados. Hacer lo que siempre me ha llegado, letras que hablan de sentimientos atemporales y universales con los que me identifico».

Es de origen extremeño, aunque hace años que bajó a la capital andaluza para asentar futuro, querencias y oficios. «Durante la carrera, tuve que dejar de lado el cante. Después gané el concurso 'Naranjito de Triana' que organiza la Fundación Cristina Heeren, me becaron y estudié flamenco durante un año. Ahí entendí que había que prepararse, y mucho. Desde entonces he compaginado las dos facetas».

En su único disco publicado hasta la fecha, 'Lo que siento y lo que soy', de 2019, le canta por jaleos a las Vegas Altas, donde se crio. Un cante que al grabarlo hacía alusión a la comarca de Extremadura, pero que hoy, cuando Don Benito y Villanueva de la Serena se han unido bajo esa identidad, se antoja casi premonitorio.

El poeta José Luis Rodríguez-Ojeda, letrista de muchos de los grandes, encuentra en su expresión, de eco afilado y doliente, «un auténtico valor diferencial entre los jóvenes». A José Luis, vaya, le llega la voz de este tipo que presume de codearse con el Nano de Jerez y otros maestros a los que admira. Que busca sin resultados el mando del aire acondicionado en la urbe de las moquetas, que en julio alcanzó temperaturas máximas históricas, y que gime por bulerías con la mirada ávida por escaparse de vez en cuando de los ordenadores. Ha elegido la pizarra sin renunciar al escenario. Pronto será padre. Edu Hidalgo destroza cada jornada el conflicto filosófico de la pasión enfrentada a la razón. Una no gobierna a la otra, como en las ideas de Platón y Descartes. Él va con todo despojado de tópicos.