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'Griletta e Porsugnacco' inaugura la temporada de la Fundación Juan March

Con esta obra se penetra en el territorio del 'intermezzo', con el añadido de algún detalle particularmente interesante

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'Grilleta e Porsugnacco' en el Teatro Musical de Cámara Fundación Juan March

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Teatro Musical de Cámara

'Grilletta e Porsugnacco'

  • Texto Molière y Jean-Baptiste
  • Dirección musical Javier Ulises Illán
  • Dirección de escena Rita Cosentino
  • Intérpretes Natalia Labourdette (Grilletta), David Menéndez (Porsugnacco), Aarón Martín (actor), Orquesta barroca Nereydas
  • Lugar Fundación Juan March
  • Fecha 24-IX

El proyecto Teatro Musical de Cámara que organiza la Fundación Juan March de Madrid cumple esta temporada sus primeros diez años de vida y ya suma una veintena de producciones. Nació siendo una travesura musical en un espacio escénicamente indecoroso y ha terminado por imponer sus razones hasta hacer necesario adaptar técnicamente el salón de actos de la institución para facilitar las puestas en escena. Una acción bien calculada. La propia March insiste en la constante reflexión sobre cada una de sus propuestas, hoy abiertas básicamente a las exposiciones, a las conferencias y a la música. Que esta última anuncie para la temporada que ahora empieza unas 160 actividades manifiesta una fortaleza excepcional; que tres de ellas estén dedicadas al teatro musical de cámara significa que el proyecto tiene recorrido a partir de un repertorio que sigue desatendido, quizá por razones coyunturales muy propias de nuestra historia musical, es decir por la falta de un entramado industrial suficientemente sólido, empezando por las propias infraestructuras, en este caso los escenarios de un tamaño medio capaces de albergar escenificaciones relativamente sencillas.

Visto en la distancia (y así lo dibuja la propia March), una década de teatro musical de cámara se asemeja a un árbol en el que se pueden encontrar ramas muy diversas. Desde las obras de salón de Manuel García, un autor sin duda secundario, pero al que en los últimos años se ha promocionado con una cantidad de estudios e interpretaciones realmente notable, a obras rusas, danza y otras españolas, sin exclusividad de género ni de época. En realidad, y salvo por la presencia del tenor sevillano, este bosque es un punto heterogéneo, capaz de crecer como una enredadera en la que sus nudos apuntan de forma directa a la constante reinvención. La capacidad por la sorpresa de la que disfruta el Teatro Musical de Cámara de la March sigue muy viva y lo demuestra la actual escenificación, en coproducción con el Teatro de la Zarzuela, de 'Griletta e Posugnacco', un intermedio con música de Johann Adoplh Hasse sobre la 'comédie-ballet' 'Monsieur de Pourceaugnac' de Molière y Jean-Baptiste Lully.

Hacer historia sobre la obra y el autor sería un adorno innecesario pues a disposición de cualquier curioso hay un amplio programa de mano fácilmente descargable en la web de la March. Como anticipo sí es necesario precisar que con esta obra se penetra en el territorio del 'intermezzo', género teatral difundido desde Nápoles y Venecia con la intención de servir de entretenimiento durante los intermedios de las óperas serias. En este caso con el añadido de algún detalle particularmente interesante pues tras su estreno napolitano en 1727 y después de varias reposiciones por Europa, la obrita se disfrutó en la corte de Madrid a instancias del cantante Farinelli, por entonces dueño y señor de los teatros de la capital. Un manuscrito conservado en la Real Biblioteca de Madrid certifica su ascendencia madrileña, y convierte estas representaciones en una saludable recuperación de un fondo, de un autor y de una época que aún perfila su revalorización desde una perspectiva real, práctica y fidedigna.

Dos agentes se responsabilizan ahora de convertir 'Griletta e Posugnacco' en algo creíble: el director musical Javier Ulises Millán y la directora de escena Rita Cosentino. El primero es un adalid de causas musicales olvidadas a las que observa desde la perspectiva históricamente informada. Nereydas es el nombre de su orquesta barroca y en ella se apoya para dar cobertura a la música de Hasse, tan llana, cabal y estimable como el texto al que sirve. En este caso se han añadido de manera muy acertada varios entreactos instrumentales procedentes de movimientos de otras tantas sinfonías de Hasse, cuya gramática musical habla con mucha más claridad que el propio 'intermezzo' de la contundencia artística de su autor. También de una dificultad muy distinta, que es particularmente brillante en el caso de los fragmentos sinfónicos, a los que defiende con verdadera calidad la sección grave del grupo instrumental. Ulises Illán es director franco que se expresa con naturalidad, y este trabajo lo confirma al ofrecer una versión que fluye a favor de la representación, de su ritmo y algarabía.

Es aquí donde las ideas se hacen especialmente importantes y es aquí donde es de justicia reconocer la finura de la propuesta de Cosentino: muy sensata en su planificación e ingeniosa al ejecutarla. La estrechez del escenario, el telón de fondo que dibuja en escorzo un encuentro de calles, la amable sucesión de luces y el perfilado del vestuario apuntan a una aparente sencillez que desde una perspectiva contemporánea revaloriza el 'intermezzo' y su apuntes de 'commedia dell'arte'. Y a en ello se empeña la abrumadora profusión de gestos, de guiños cómicos y acciones simuladas, que Natalia Laboudette y David Menéndez ejecutan con eficacia mientras se entremete Aaron Martín, personaje mudo que amplifica los sucesos o sirve de colaborador necesario para su realización. Su presencia es inquisidora, la de un rebelde silencioso que adorna el tópico encuentro de la joven criada interesada en contraer matrimonio con un burgués adinerado. La elocuencia de su gesto es uno de los hallazgos de la representación.

Y ante el ejercicio escénico queda la voz directa, ágil, sólida y un punto ácida de Natalia Labourdette, con una comicidad un punto rebelde; la anchura, tenacidad y superávit de David Menéndez. Ambos defendiendo una opción escénica innegociable, de estudiada cohesión y enorme exigencia. La representación del miércoles 27 se transmite por 'streaming' en Canal March, YouTube y RTVEplay, con lo que 'Grilletta e Porsugnacco' multiplicará exponencialmente sus posibilidades de éxito. Luego, andando los meses, vendrán las otras dos propuestas del Teatro Musical de Cámara de este año y con ellas nuevos rumbos: 'La Argentina en París, ballets de Óscar Esplá y Ernesto Halffter' y 'La muerte y el industrial' estreno de la última ópera del compositor y crítico musical Jorge Fernández Guerra.

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Sobre el autor Alberto González Lapuente

Crítico y colaborador de ABC Cultural

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