Docenas de bandas no actuarán en Viña Rock tras su compra por un fondo con intereses en la ocupación de Palestina

La lista de festivales que ahora pasan a ser propiedad de KKR o tienen participación de la misma es larguísima: Sónar, Elrow Ibiza, Arenal Sound, Amnesia, O Son do Camiño, Resurrection, Brunch Electronik, Elrow Town, Morriña Fest, Viña Rock, Sonórica, FIB, I Love Reggaeton, Monegros, Madrid Salvaje, Brava Madrid, Caudal Fest, Interestelar, Off-Sónar, Festival de Les Arts, Love the Twenties, Love The 90s, Tsunami Xixón y Granada Sound.

De todos estos festivales, sólo el Sónar ha emitido un comunicado, en el que no se menciona el tema de fondo: «Sónar somos una plataforma que promueve la diversidad, la inclusión y respeta la libertad de expresión de sus artistas, participantes y colaboradores. El equipo de Sónar siempre hemos trabajado y trabajaremos con la premisa de favorecer el respeto por los derechos humanos universales. El festival condena firmemente todo tipo de violencia. Desde su fundación hace más de 30 años, acogemos expresiones culturales locales y globales que tienen en Sónar su espacio natural para proyectar la voz de sus comunidades».

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Artistas como Manuka Honey, Juliana Huxtable, Animistic Beliefs & Jeisson Drenth ya han informado que no actuarán en la inminente edición del Sónar, pero el que está saliendo peor parado de esta noticia es Viña Rock, el festival de rock más grande de España, ya que son docenas de bandas las que están anunciando que no volverán a actuar allí hasta que se desvincule de KKR.

«Por humanidad, por coherencia, no volveremos a tocar en el festival Viña Rock ni en ningún festival que esté en manos del fondo pro-Israel KKR», anunciaba en sus redes este jueves la banda extremeña Sinkope, una de las primeras en reaccionar.

«Creemos que huelga decir lo que opinamos al respecto de colaborar con genocidas, cómplices de una limpieza étnica que ha costado la vida a más de 60.000 palestinos (17000 de los cuales son niños). Por ello los Sons hemos decidido no volver a participar en el festival Viña Rock ni en el resto de festivales adquiridos por KKR hasta que éste no cambie de manos», ha publicado la banda de rap-metal Sons of Aguirre.

«Desde el principio me he posicionado en contra del genocidio, también sé que es prácticamente imposible tener un consumo 100% ético, (desde escribir desde este iPhone a pedirte un McDonald) pero no me siento cómoda promoviendo la venta de entradas al evento, con lo cual he decidido cesar mi colaboración y por tanto, mi asistencia», ha sentenciado La Prados.

«Una vez que nos ha llegado la información acerca de los actuales propietarios del Viñarock como partícipes de negocios inmobiliarios en los territorios palestinos ocupados queremos anunciar que Reincidentes no volverá a participar en dicho festival mientras siga vinculado a cualquiera que colabore en el genocidio palestino», anuncian Reincidentes, que «tampoco actuará en ningún otro festival o evento que pertenezca a quienes apoyan, contribuyan o se beneficien del exterminio que el estado israelí está cometiendo sobre el territorio y la población de Gaza».

Non Servium han ido más allá, lanzando un comunicado de autocrítica por haber actuado allí sabiendo que, aparte de esta polémica por la adquisición de KKR, el festival había sido denunciado por las malas condiciones laborales de sus trabajadores.

Los de Marras, Fermín Muguruza, Kaotiko, Pink Socks, Desklate, Ergo Pro, Ill Pequeño, Dakidarria, Kaos Urbano, Sinkope, Porretas, Sarna, Maricarmen Free, Las Ninyas del Corro, Axo Rock, El Último Ke Zierre, No Konforme, El Niño de la Hipoteca, Free City y Kamikazes son otros de los muchos grupos y artistas que se han sumado a esta decisión.

Además, varias personas que habían comprado entradas para el festival del año que viene (la edición de 2025 ya ha tenido lugar a primeros de mayo) han pedido a través de las redes sociales la devolución del dinero. Viña Rock no ha emitido ningún comunicado al respecto de esta enorme crisis reputacional que sin duda afectará a su futuro.

Algunos festivales extranjeros propiedad de KKR (que organiza alrededor de ochenta de estos eventos en todo el mundo) también están sufriendo el boicot de la comunidad artística, como el londinense Field Day, que ya ha perdido a una docena de bandas de su cartel de este año por el mismo motivo.