Entrevista ABC
Arde Bogotá: «Habría sido un fracaso que no se notara una evolución al rock en nuestro segundo disco»
La banda de Cartagena presenta este viernes 'Cowboys de la A3', un álbum en el que se despiden de la etiqueta de «grupo emergente»
Carolina Durante, Ginebras y Arde Bogotá se suman al cartel del Planeta Sound de Ponferrada
Antonio (voz), Jota (batería), Dani (guitarra) y Pepe (bajo), los componentes de Arde Bogotá
Arde Bogotá ha pasado de «incendiar el Cartagonova» de su Cartagena natal a echarse a la carretera para girar por toda España y llenar salas de conciertos allí donde iban. De esa experiencia nace 'Cowboys de la A3', un disco de viajes ... muy 'casero' en el que dejan a un lado todos los complejos para erigirse como lo que siempre han querido ser: una banda de rock.
Antonio (voz), Jota (batería), Dani (guitarra) y Pepe (bajo) son la viva imagen de los personajes que dan nombre a su segundo álbum: unos viajeros que han pasado los últimos meses a bordo de una furgoneta con «valor al volante y en la dirección». Por el camino, en la autovía que conecta Cartagena con el resto España, se ha quedado también la etiqueta de 'banda emergente', aunque ellos mismos admiten que todavía queda mucho por conseguir.
Su nueva música es buena prueba de la evolución que tenía que venir con este nuevo lanzamiento, algo que de no haberse producido habría sido «un fracaso». Sin embargo, a pesar del giro hacia una música más gamberra, la esencia de Arde Bogotá se mantiene porque, tal y como ellos mismos afirman, son «la misma banda que en el disco anterior, pero sin disfraces».
En ABC hemos charlado con los cuatro componentes sobre el lanzamiento de su segundo álbum, las expectativas en torno a su nuevo trabajo y cómo se hace frente al fenómeno fan tras su vertiginoso ascenso.
¿De dónde surge ese imaginario del western que habéis creado un poco en torno al nuevo disco?
Antonio: Fundamentalmente de que este ha sido un disco que hemos hecho viajando durante los 86 conciertos del álbum anterior. Todo el año y medio anterior a la publicación ha sido un sin parar, sin pasar por casa apenas, y todo lo que nos ha pasado a nivel personal ha sido en la carretera. El único espacio de meditación, de calma o de poder pensar las cosas era de camino a sitios: de camino a Cartagena para ensayar, de camino a un concierto, cogiendo un bus... De ahí salió la canción Cowboys de la A3 y creímos que esa metáfora y la estética del viaje y del western se aplicaba muy bien a toda nuestra vida en general. Es lo que estábamos viviendo, esa sensación de estar todo el rato de camino a algo.
Cualquiera que haya oído vuestro anterior disco, 'La Noche', sabe que tiene un hilo narrativo. ¿Habéis intentado seguir ese mismo esquema para componer el nuevo álbum?
Antonio: No tanto. Hay una temática clara de los viajes y las cosas que pasan en la carretera, pero no hay un hilo narrativo en la noche. Queríamos hacer todo lo contrario porque ya habíamos hecho eso y necesitamos probar a hacer otra cosa. Esto es más una colección de canciones que tienen una temática en común y que hablan de una cosa parecida y suenan de forma similar.
¿Cómo se escribe un disco en la carretera?
Pepe: Nos hemos nutrido de lo que pasa en la furgoneta de camino a sitios, pero luego, cuando llegábamos a casa, nos poníamos a trabajar. Íbamos al local de ensayo y decíamos «mira, he hecho esto». De juntar todo ese trabajo de cada uno nació el disco.
Antonio: A pesar de la vorágine de curro que había alrededor de la banda, tuvimos el acierto de decir «no, el disco hay que hacerlo como siempre hemos hecho el trabajo». En Cartagena, en nuestro local de ensayo, comiendo en casa de nuestras madres... Básicamente en el mismo estado en el que estábamos recién salidos de adolescencia y creo que ha sido la clave. El disco está nutrido de las historias y los sonidos que hemos absorbido viajando, pero está confeccionado en lo artesanal de nuestro local, en un pequeño polígono de Cartagena. Eso le da mucha libertad, entre esas cuatro paredes somos los mismos Jota, Antonio, Dani y Pepe de siempre. A pesar de ser un disco de viajes, está muy hecho en casa.
Dani: Todo surgió cuando tuvimos que empezar a hacer el segundo disco y nos dijeron «no vais a tener mucho tiempo, vais a tener que hacerlo en la furgoneta». Nos juntamos los cuatro y dijimos «no, en la furgoneta no se hace».
Jota: Hubo una intentona de componer en Madrid, pero no se puede forzar la música. No va a salir si no es el momento, aunque estés súper cómodo.
En el álbum habéis apostado por un sonido diferente, mucho más rockero.
Antonio: Puede ser, pero es algo deliberado. En la gira del disco anterior nos hemos podido mirar en el espejo y decir «somos una banda de rock». Podemos hacer el gamberro solos largos, decir tonterías... y a la gente le va a parecer bien porque nos entienden como es. Es la misma banda que era en el disco anterior, pero sin disfraces, tal y como sale de la máquina.
Imagino que es complicado tomar esa decisión en un momento en el que muchas bandas están acercándose más al pop o una música más comercial.
Antonio: Nosotros hacemos la música que nos gusta. Hay un mantra que es hacer canciones que a ti te gustaría ponerte. Evidentemente, después de tanto hacerlas y escucharlas, las aborrecemos, pero en el momento en el que salen del horno nos encantan a todos y por eso están ahí. A nosotros nos gustan las bandas de rock y soñábamos con serlo. Nunca hemos tenido el planteamiento de «esto es demasiado» o «esto la gente no lo va a entender» o «si cantamos esto no nos van a poner en la radio». De hecho, al contrario, hacemos canciones que nos gusten a nosotros. Y también hay canciones muy poperas en ese disco, pero porque es parte de lo que somos, de lo que es Arde Bogotá.
Tras el éxito de vuestro primer disco, no debe ser fácil complacer a vuestros seguidores. ¿Cómo habéis hecho frente a las expectativas?
Antonio: Es un conflicto que hemos sabido vencer con naturalidad. Es la banda en su esencia pura y no nos hemos alejado radicalmente de lo que hicimos en 'La Noche'. Es un pasito más en una dirección, pero un pasito que todo el mundo puede seguir. Hemos ampliado un poco más el horizonte de lo que era esta banda, pero no hasta el sitio donde nadie nos pueda seguir, fundamentalmente porque somos la misma gente. No nos salía de forma natural hacer un disco orquestal o radicalmente diferente. Hay cosas que te gustarán más o menos, pero si te gusta Arde Bogotá, te va a gustar este disco.
Dani: Entiendo que critiquen a una banda cuando se vende para llegar a un público más grande. Nosotros creo que hemos hecho todo lo contrario. Si de algo estamos pecando es de habernos ido a un sector más abandonado que es el rock. La apuesta es todo lo contrario, la gente que nos critique es porque igual viene de ese sector.
¿Creéis que pueden llegar críticas por acercaros más al rock?
Jota: Hagas lo que hagas, te van a criticar, así que lo mejor es hacer lo que uno quiera y ya está.
Antonio: Yo, por ejemplo, critico a las bandas que no evolucionan, que hacen siete discos y las canciones son intercambiables. A mí me hubiera parecido un fracaso que no se notara una evolución en el segundo disco y que tú no vinieras y dijeras «yo lo noto distinto, noto más rock». Para mí eso es un éxito y es una cosa que ambicionaba personalmente. El logro es haber hecho el disco que queríamos hacer.
Hace cinco años erais cuatro chavales de Cartagena que soñabais con vivir de la música. Ahora llenáis salas y estadios, abrís carteles de festivales, la gente se tatúa vuestras letras e incluso se piden matrimonio al ritmo de 'Quiero casarme contigo'... ¿Cómo lleváis este repentino fenómeno fan?
Antonio: Es difícil en realidad, no sé muy bien cómo lo llevamos. Intentamos tomarlo con mucha naturalidad. La gente que sigue a la banda es muy normal, son muy como nosotros. No somos Aitana, nadie te impide llegar a tu casa. Lo que quieren es hablarte de lo que tu música significa para ellos y eso es maravilloso y un poco abrumador. Les da un poco igual quienes seamos, el centro de todo son las canciones y la música. Del fenómeno fan, lo que más me incomoda es no saber gestionar la gratitud. Yo no puedo dar las gracias cada vez que alguien compra una entrada o un disco o tatuarme el nombre de cada uno de ellos, aunque si pudiera lo haría.
Dani: En general ha ido todo muy rápido. Hasta el fenómeno fan nos ha pillado trabajando y pensando en otras cosas. Yo, personalmente, he intentado separar la mentalidad y ser más frío porque si no no lo iba a saber gestionar bien. Todo eso es como una realidad al margen. Yo hago la música que hago por mí y por mis compañeros, no la hago por nadie más. Tenemos muchísima suerte de que eso llegue a tantísima gente, pero la realidad es que lo hacemos por el proyecto. Lo demás es una suerte.
Jota: A veces es chocante. El otro día se acercó un chaval temblando y pensaba «así hubiera estado yo con mi artista favorito». Esas cosas pasan y es verdad que eso te hace preguntarte «¿a qué nivel está la banda?» o «¿a qué nivel estamos nosotros individualmente?» y piensas que igual la banda ya no es tan emergente.
¿Consideráis que seguís siendo emergentes?
Jota: Yo creo que seguimos emergiendo porque todavía hay que defender el segundo disco. Hay mucho que hacer: este álbum te puede joder o te puede terminar de asentar.
Antonio: A mí me gustó mucho la reflexión que surgió después de tocar en el Sonorama, de que una vez que tocas en la Plaza del Trigo dejas de ser una banda emergente. Pensamos «aquí se acaba».
Habéis dicho muchas veces que bebéis de grupos como Arctic Monkeys y ahora compartís cartel con ellos en festivales como el BBK. ¿Os da vértigo ver hasta dónde habéis llegado?
Dani: Soñábamos con este momento, de alguna forma. Ahora solo nos queda hacerles de teloneros...
Antonio: Es maravilloso, pero te pone en una tesitura distinta como profesional. ¿Cuál tiene que ser tu actitud ahí? ¿Deberías conocer a tu ídolo? ¿Qué dice de tu música aparecer en el cartel de la misma gente a la que admirabas? Esos pasos son paradigmáticos y te hacen pensar cuál es el siguiente movimiento.
Carlos Alcaraz, Viva Suecia, ahora Arde Bogotá... Podemos decir que la Región de Murcia está un poco de moda, aunque siga siendo el epicentro de las bromas. El propio Carlos se quejaba hace poco en una entrevista de este tipo de comentarios contra vuestra tierra. ¿Cómo os los tomáis vosotros?
Antonio: Lo mejor de la Región es que, cuando la gente se ríe de Murcia, nosotros decimos «ya ves, chaval», hacemos más la broma. Eso es lo positivo.
Jota: No nos afectan esos comentarios. Los tópicos son más bonitos cuando vienes a comprobar si existen o no. Al final, acabas formando parte de ese tópico y lo disfrutas.
Dani: El problema es que la gente bromea así con Murcia porque no la conoce. Una vez que la conoce y ve lo increíble que es, flipan.
Ver comentarios