Una orquesta virtual para revivir la sinfonía tubular de Mike Oldfield
El músico madrileño Pablo Abarca pone en marcha una orquesta online para reinterpretar desde el confinamiento y con más de 300 músicos un fragmento del legendario «Tubular Bells» de Mike Oldfield
Captura de pantalla de uno de los vídeos explicativos de Pablo Abarca
«No me lo puedo creer. Tenemos campanas. ¡¡Tenemos campanas tubulares!!», escribía en su cuenta de Twitter el pasado 21 de marzo el músico Pablo Abarca . Un momento. ¿Campanas? ¿Campanas tubulares? ¿De qué va esto? Tirando del hilo, nunca mejor dicho, la cosa ... empezaba a aclararse: a Abarca, profesor y divulgador además de músico y arreglista, hacía tiempo que le rondaba por la cabeza la idea de hacer una orquesta online en la que los músicos estuviesen conectados a través de las redes sociales, pero fue el confinamiento que trajo la crisis del coronavirus lo que le dio el empujón definitivo. Sólo faltaba encomendarse a Mike Oldfield y ponerle un par de velas a «Tubular Bells», álbum que el británico gestó en soledad y que renace ahora, coral y virtual, de la mano de un puñado de músicos confinados.
«En cuanto empezó todo esto pensé que quizá era el momento de hacerlo», explica Abarca desde su piso de Vallecas mientras su correo electrónico teletrabaja a pleno rendimiento para recibir fragmentos grabados de pianos, guitarras, bajos, órganos, violines, sintetizadores y, claro, campanas tubulares. Instrumentos que reproducen en bucle una única melodía. ¿Cuál? Fácil: la de la parte final de «Tubular Bells», canción que Oldfield grabó tocando él sólo una veintena de instrumentos y sobre la que que Abarca ha ideado ahora una orquesta online para combatir el tedio del encierro.
Confinados y sin trabajo
«A los músicos, como a todo el mundo, nos han obligado a estar en casa, pero se da el caso de que, salvo que esté ensayando, el trabajo de un músico se desarrolla fuera de casa y rodeado de otros músicos», señala. De hecho, no esconde el madrileño que, más allá del componente lúdico y recreativo, la iniciativa también tiene algo de toque de atención y grito de alarma. «El sector de los espectáculos y de la música en directo han sido de los más perjudicados por esa crisis, así que quería unir a todos los músicos para tocar una única pieza y visibilizar el daño que está haciendo el coronavirus. Tengo amigos a los que les han cancelado conciertos y giras enteras», destaca.
No hay duda de que al cómico Vivian Stanshall, encargado de introducir los instrumentos en la versión original de la canción, se le hubiese acabado el fuelle y la saliva. «También tenemos locuras maravillosas, como uno que se ha grabado golpeando la barra de su ascensor con un destornillador», explica. Ahora sólo queda por ver cómo encajan todas las piezas de esta sinfonía coral que Abarca espera tener ensamblada en los próximos días. Incluso se ha puesto en contacto con Tubular Tribute, banda tributo a la que el músico británico ha dado su visto bueno, para que le hagan llegar la grabación una vez terminada.
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