Barenboim: «No pudimos negociar la cancelación del concierto de Madrid»

Una cita que estaba prevista inicialmente parae este martes, pero cuya cancelación, por motivos económicos, fue anunciada hace un par de meses por el Ayuntamiento de Madrid, responsable de la programación de Los Veranos de la Villa , donde se enmarcaba el concierto.

A juicio de Daniel Barenboim esta ha sido una decisión «simple», que «no ha sido inteligente ni elegante y que ha perjudicado al público madrileño para el que hubiese supuesto un gran aliciente», ha afirmado el músico esta tarde en Madrid durante la presentación de la integral de la Sinfonías de Beethoven ( «Beethoven for all» ), que ha grabado con la formación árabe-israelí. Una parada en su camino hacia Sevilla, donde este miércoles ofrecerá en Sevilla su único concierto en España este verano.

El director de orquesta y pianista ha lamentado la falta de voluntad «para dialogar y negociar una posible bajada de los gastos, pues yo -ha matizado- no cobro nada con el Divan desde hace 13 años, cuando comenzó el proyecto. Nunca se discutió si el concierto se podía hacer de una forma más barata. No se puede hacer economía sin diálogo », ha sentenciado. Una decisión que ha perjudicado tanto al público como al Divan, «que podía haber programado otro concierto para ese día».

En cuanto a si la mudanza de Alberto Ruiz Gallardón (conocido melómano y gran amigo del músico) de la alcaldía de Madrid al Ministerio de Justicia había contribuido a esta cancelación, Barenboim se limitó a contestar a ABC un lacónico: «No lo sé».

Otra tradición rota es la celebración del taller que cada verano reúne, desde 2002, a los músicos del Divan durante tres semanas en la ciudad sevillana de Pilas gracias al acuerdo que mantiene con la Junta de Andalucía. «Este año no ha habido necesidad de hacerlo porque llevamos tocando las sinfonías tres años . Hemos ensayado dos días y ha sido suficiente», ha justificado Barenboim, descartando que la ausencia fuera motivada por problemas de presupuesto y que peligre la continuidad del Divan en Sevilla.

Aparte de estos dos traspiés, el tema del día era la presentación del proyecto «Beethoven for all» (DG), que el West-Eastern Divan grabó en directo en Colonia el año pasado, tras haber abordado la integral en la gira que realizó en 2010 durante su gira por Sudámérica.

Una gira que ha retomado este verano, de nuevo con Beethoven en los atriles, y que de momentos ya les ha llevado a Munich, Castel Gandolfo, donde actuaron ante el Papa, y Génova. Y que tendrá su mayor parada en los Proms de Londres , donde ofrecerán la integral completa a lo largo de una semana. La gira concluirá en Berlín y en Salzburgo.

«Con Beethoven comenzó la actividad de la orquesta, fundada en 1999. Sus primeros ensayos y su primera actuación fue la "Sexta"», ha recordado Barenboim. Un compositor que «es la columna vertebral del desarrollo de esta orquesta. Su música lo tiene todo: es dramática, lírica, épica..., pero no es coqueta ni superficial. Lo que se aprende en sus sinfonías puede ser útil en toda la música que se toque después», ha argumentado Barenboim.

El director de orquesta subrayó que el Divan no es una orquesta de estudiantes, «si fuera así no hubiera hecho esta grabación», y la situó en la élite de las agrupaciones, que dividió en cuatro niveles: colocando en el superior a aquellas que son capaces «de escuchar a los otros músicos, de tener una responsabilidad colectiva dentro de la orquesta pero también individual. Hay que encontrar el equilibro entre lo individual y lo colectivo. Ahí radica el ritmo de la orquesta».

No es la primera vez que Barenboim aborda esta integral. Ya lo grabó hace una década al frente de la Staatskapelle de Berlín, formación de la que es director musical desde 1992. Un registro que en su opinión no guarda muchas diferencias con la actual. «El Divan es el hijo natural de la Staatskapelle ya que muchos de los profesores que trabajan con ella proceden de la formación alemana. Además, ambas -una procedente de Oriente Medio y otra de Alemania del Este- comparten «la curiosidad» por explicar y entender «el lado alemán de esta música», dentro de un nacionalismo musical y cultura bien entendido, que no tiene nada que ver con la lectura «fascista» de aquellos que creen que la música alemana solo debe ser interpretada por alemanes, ha concluido.