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Raphael, el más moderno de los modernos en el Sonorama

El cantante emociona y cosecha uno de los grandes llenazos de la historia del festival indie

Raphael, el más moderno de los modernos en el Sonorama ricardo ordóñez

fernando rojo

«Ya vienen los modernos». La frase, que hace años utilizaban los lugareños en tono casi despectivo, se ha convertido en un eslogan en Aranda de Duero cada mes de agosto. Esta pequeña ciudad burgalesa quedó ayer invadida materialmente por miles de jóvenes que llegan para ver en directo a lo más granado de la escena independiente española.

«Este año, el más moderno de todos es Raphael» , advertían por la mañana junto a la plaza del Trigo un grupo de veinteañeras que tarareaban sin complejos «Mi gran noche», convertida en himno generacional de los nietos del cantante jiennense. Ya sea por devoción o por simple curiosidad, todos esperaban ayer el momento en que Raphael subiera al escenario principal del Sonorama.

El temor a un posible rechazo por parte del público habitual del festival había desaparecido muchas semanas antes. «Traer a Raphael era una apuesta arriesgada, corríamos el riesgo de que no se entendiera, pero ha salido bien», asegura satisfecho el director del Sonorama , Javier Ajenjo. Según los datos de la organización, Raphael no solo no espanta a los indies, sino que esta puede ser, gracias a él, la edición con mayor número de espectadores.

«Hoy, y lo digo de corazón, es uno de los días en que me siento más orgulloso de ser artista», proclamó el cantante nada más subir al escenario. Para entonces, ya estaba todo el recinto ferial de Aranda de Duero de bote en bote. Uno de los grandes llenazos en la historia del certamen. Probablemente, jamás entró en los cálculos de Raphael que, a sus 71 años, le tributarían un homenaje tan especial en un festival como Sonorama.

Raphael pletórico

Desde el principio, se vio a un Raphael pletórico, muy contento y conectando con el público, el suyo de siempre, que también lo había, y el que le ha descubierto en esta segunda juventud que está viviendo. A lo largo de casi dos horas de concierto, fue desgranando lo que él mismo ha bautizado como «las joyas de la corona», de «La canción del trabajo» hasta «Escándalo» y «Qué sabe nadie», con una parada muy emotiva en el «Gracias a la vida» , de la que grabó una versión hace muchos años y que que se ha convertido en su «canción fetiche» tras superar una grave enfermedad.

No solo ha sido buena la acogida del público del Sonorama , sino también el del resto de grupos participantes. Niños Mutantes, la banda que le precedió anoche en el escenario principal, quiso «Hoy es uno de los días en que me siento más orgulloso de ser artista»concluir su actuación con una versión del «Como yo te amo», precisamente en homenaje a «ese pedazo de artista» llamado Raphael. Luego, su cantante, Juan Alberto Martínez, cantó junto a Raphael el «Estuve enamorado». También hizo sendos duetos junto a Vega y Alberto, de Miss Caffeina.

Fue ayer la segunda jornada de un Sonorama que el día anterior habían abierto Los Planetas con una actuación que emocionó a sus fieles y les reconcilió con los escépticos. El repaso completo a dos décadas de carrera guardaba tres grandes sorpresas en los bises: «Segundo premio», «David y Claudia» y, sobre todo, «Qué puedo hacer», su hit de 1994 que habían borrado de su repertorio.

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