Tomatito: «A quien compite con Paco de Lucía le sale tendinitis en la cabeza»

Por eso precisamente ha titulado este trabajo «Soy flamenco» , aunque en realidad nadie había puesto en duda tal afirmación. «Es lo que he sido siempre y siempre seré −comentaba desde un lugar tan apropiado como El Corral de la Morería , de Madrid −. Pero venía de hacer “Spain again” (2006) y “Sonanta suite” (2010) y, cuando aprendes y estás influido por muchas cosas y músicas diferentes, tú mismo te planteas ¿qué está pasando aquí?, ¿me he ido o estoy?».

Para dar forma a este trabajo, el planteamiento de Tomatito fue «sobre todo que no pareciera lo mismo todo el disco. Es decir, que hubiera varios tiempos de velocidad: la bulería , que me gusta mucho; la soleá , que es la madre de todos los palos; una seguiriya , una rondeña , una taranta ... Palos que había que hacer sí o sí».

En cada uno de ellos vuelca su sabiduría, algo que cualquier buen aficionado sabe lo complicado que resulta, ya que poseen unos moldes anclados en una historia secular. Así que lo único que puede hacer el artista jondo es aportar «personalidad. Y detallitos. El flamenco está hecho de detalles. En lugar de cerrar de una manera, cerrar en otro tiempo. La música son matemáticas, y tres más uno son cuatro, pero también lo son dos y medio más uno y medio. Las fracciones están ahí, y cuando haces combinaciones rítmicas con una idea, eso resulta muy atractivo y personal».

Su currículo es de los que plantean la duda de por dónde empezar a glosar sus méritos, si por los dos premios Grammy , por su paso por multitud de festivales de jazz y de flamenco de todo el mundo, si por los grandes del cante que ha acompañado... pero lo que más pesa en la biografía del guitarrista de Almería es haber estado durante 18 años al lado de Camarón de la Isla . El espíritu y la voz del cantaor reaparece en este álbum en los temas «El regalo» y «Corre por mis venas» . Estas canciones vienen «de la época de “Como el agua” (1981). Su voz no había vuelto a aparecer en mis discos desde “Rosas del amor” (1987), que fue el primero, y “Barrio negro” (1991), y ya necesitaba escucharle, tocarle».

Cuando se está cerca de alguien que ha compartido tantos momentos con una leyenda , es de rigor preguntarle cuál, a su juicio, era la clave que hacía único y grande a Camarón. «El secreto estaba en su sabiduría −contesta sin dudarlo−. Además de la voz que tenía, que era un don que le había dado la vida, estaban esas ganas de aprender. Siempre estaba escuchando a otros cantaores , con esa curiosidad y esa forma de ser tan aficionado al flamenco».

Tampoco regatea elogios a otro maestro, Paco de Lucía . Y lo hace cuando habla del buen momento que, a su juicio, vive la guitarra flamenca: «Hay un panorama muy bueno de guitarristas, como Jesús de Rosario, Niño Josele, El Paquete, Josemi Carmona, Diego del Morao ... y otros que se me olvidan. Cada uno tiene su sello. Hay futuro, claro, si no se tuercen y siguen aprendiendo y no compiten. Cuando compiten, malo. El arte no es competición, porque todo el que ha competido con Paco se ha estrellado con un muro grandísimo, y le ha entrado tendinitis en las manos y en la cabeza. Es un superhombre, una superestrella y un supergenio. Cuando yo era jovencito ya decidí no competir con él. Hay que ser diferente».

En «Soy flamenco» también hay una muestra de su paso por otras músicas. Se trata de «Our Spain» , una versión de «Our Spanish Love Song» , un tema que grabaron el contrabajista Charlie Haden y el guitarrista Pat Metheny en «Beyond the Missouri sky» (1996): «Cogí ese tema, que a mí me gusta mucho, para hacerlo a mi manera, como un bolero, que siempre tengo que meter la pata por algún lado». Una muestra más de esa imparable fusión entre la música negra y la gitana : «No pareciéndose en nada, se parecen mucho. ¿Cómo lo explicaría yo? El jazz viene del blues , de los negros cuando estaban en los campos de algodón, y el flamenco de cuando estaban los gitanos en las fraguas, en las galeras y sitios así. Ambos géneros nacen de la marginación de los pueblos , y se parecen mucho en eso. La e xpresión del dolor y la alegría nacen con una inspiración y rítmica parecida, y, sobre todo, de la improvisación ».