El misterio continúa: la búsqueda de los restos de Calderón de la Barca, a punto de terminar sin resultados
Tras tres años de trabajo, los investigadores no han podido encontrar sus despojos tras los muros de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, tal y como apuntaba su hipótesis. Falta un punto por picar, pero hay pocas esperanzas
La odisea interminable de los restos mortales de Calderón de la Barca
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEn esta historia hay un cadáver, una llave, un dedo y un misterio. No está mal, ¿verdad?
Los restos mortales son los de Calderón de la Barca, la llave es la de su urna funeraria, el dedo es un metatarsiano de su pie izquierdo ... y el misterio es dónde están los huesos del dramaturgo (los otros, se entiende).
Hasta 2020 todos daban por hecho que los restos habían desaparecido durante la Guerra Civil, cuando un grupo de milicianos saqueó y quemó la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, en la calle de San Bernardo, en Madrid, donde reposaban desde 1902. Esa era la versión oficial, pero había otra más interesante, más secreta, más literaria: la de que los restos habían sido emparedados en el templo, para protegerlos del paso del tiempo y de los hombres. Esto es lo que le dijo un sacerdote moribundo, en su lecho de muerte, a Vicente Mayor Gimeno, que lo incluyó en su 'Historia de la venerable e ilustre Congregación de San Pedro Apóstol'. Ahí lo leyó hace tres años Pablo Sánchez Garrido, que junto a María Ángeles Varela Olea inició un proyecto con la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la Universidad San Pablo CEU para localizar lo que queda del autor de 'La vida es sueño'. Ahora, después de una pandemia, una tormenta de nieve, un lío burocrático y mucha paciencia, después de escanear con un georradar el edificio (en diciembre de 2020), después de picarlo en varios puntos (esta misma semana), han podido constatar que los huesos no estaban ahí. Esto es la ciencia: un largo camino que a veces no tiene recompensa. Lo dijo Camus: «Lo verdadero no es lo deseable».
Tras dos días (dos mañanas) en la Residencia Sacerdotal San Pedro, el equipo de búsqueda no ha encontrado detrás de sus muros los restos del autor de 'La vida es sueño', según ha podido saber ABC. Falta un punto 'sospechoso' por picar, pero apenas hay esperanzas en que aparezcan ahí. Cuando empezaron a trabajar, allá por diciembre de 2020, el mensaje que repetían era este: «El objetivo es salir de aquí sin dudas». Ya casi han despejado todas.
De esta manera termina una historia que empezó a reescribirse en diciembre de 2020, cuando un equipo liderado por Luis Avial, que ya había participado en la búsqueda de Cervantes, empezó a trabajar en el templo, buscando indicios. Fue un proceso trabajoso, pero localizaron varias zonas donde podía aparecer el finado, y que debían abrir. ¿El problema? Que solo podían acceder a estas a través de la Residencia Sacerdotal San Pedro, aledaña a la iglesia. Conseguir el permiso de su director fue muy complejo: cuanto más crecía el virus, más se alejaban ellos de Calderón, por el miedo al contagio, que fue enorme y duró mucho.
Ante la imposibilidad de acceder a los restos, el 'Proyecto Calderón' (qué nombre) siguió por otras vías. Los investigadores consiguieron encontrar la llave de su urna funeraria, que conservaban desde hacía generaciones los condes del Asalto, que por otra parte habían estado presentes en las diferentes exhumaciones de Calderón (cinco, en total, en una vida post mortem disparatada que no es tan extraña en las grandes figuras de las letras españolas). La familia la custodiaba a modo de símbolo, algo común en la época. Era el recuerdo material de un pariente ilustre, que fue robado durante la Guerra Civil, a la vez que sus despojos. Por fortuna, la llave fue recuperada en 1939, junto con otras pertenencias, y desde entonces había permanecido en manos privadas. Su hallazgo iba a ser una pieza clave en la autentificación de los restos: para saber si eran los de él bastaría con comprobar si la llave encajaba en la urna encontrada. Era todo perfecto, pero no ha podido ser, al menos de momento.
El dedo de Calderón de la Barca que se conserva en Barcelona es del pie y no de la mano
David MoránEl Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont confirma que la reliquia que custodia el Institut del Teatre es en realidad un metatarsiano del pie izquierdo
De Calderón, eso sí, se sigue conservando un dedo en el Institut del Teatre de Barcelona: cosas del fetichismo añejo. En su momento, se planteó que este podría servir para hacer un cotejo genético si se llegaran a encontrar los huesos… En fin, que en esta historia hay un cadáver perdido, una llave, un dedo y un misterio. Y parece que está lejos de resolverse todavía.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete