Víctor Jara, un creador inolvidable
Dejó una huella imborrable, con canciones como 'Te recuerdo Amanda» que, cincuenta años después, nos siguen conmoviendo
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Víctor Jara
Víctor Jara nació en Santiago de Chile en 1932 en un hogar muy humilde. Hijo de Manuel Jara y Amanda Martínez, campesinos 'inquilinos', sin tierra, vivió sus primeros diez años en el campo. Allí, entre severas privaciones materiales, recibió de su madre el tesoro ... del folclore rural. Además, Amanda, mujer esforzada, no solo le legó una sonrisa ancha, inolvidable para quienes le conocieron, sino también valores como la tenacidad y el trabajo. Ella tocaba la guitarra y entonaba las canciones de los trabajadores del campo, mientras Víctor Jara se acunaba en su regazo, bajo el manto constelado de aquellas noches que quedaron grabadas para siempre en su memoria.
En 1956, logró ingresar en la vanguardista Escuela de Teatro de la Universidad de Chile, donde se formó como actor y director. En la primera mitad de los años 60, con su dirección de obras como 'Ánimas de día claro', 'Los invasores' o 'La remolienda', alcanzó el reconocimiento de la prensa especializada como uno de los mejores directores de escena en su país. De manera paralela, y tras su trabajo en el conjunto folclórico Cuncumén, inició su carrera como solista, con la grabación de canciones como 'El cigarrito', que tuvieron una gran acogida. Canciones que interpretaba en lugares míticos como la Peña de los Parra.
A partir de 1967, y sobre todo de 1969, con su disco 'Pongo en tus manos abiertas' (su homenaje a Luis Emilio Recabarren, fundador del Partido Comunista de Chile, en el que militaba desde hacía una década), empezó la época de su canción comprometida políticamente. Cuando Salvador Allende se convirtió en el candidato de la Unidad Popular en 1970, abandonó temporalmente su trabajo en el teatro para dedicarse de lleno a la actividad musical en el marco de su campaña electoral. 'Canto libre', en 1970, y 'El derecho de vivir en paz', en 1971, al igual que 'La población', en 1972, son los discos que expresan, con una gran altura ética y estética, su compromiso con la construcción del socialismo en Chile.
En 1973, cuando Chile vivía un momento político y social muy difícil, sus canciones experimentaron un viraje intimista, que le llevó a tomar seis estrofas del poema 'Viento del pueblo', de Miguel Hernández, para componer una canción profundamente profética con idéntico título. En agosto de aquel año, tras su regreso de un viaje a Perú que le llevó a Machu Picchu, alcanzó a grabar 'Manifiesto', que concluye con estos versos: «Canto que ha sido valiente / siempre será canción nueva». Después de su vil asesinato por oficiales del Ejército en el Estadio Chile la noche del 15 de septiembre de 1973, su viuda, Joan Jara, logró sacar del país, con la ayuda del periodista sueco Jan Sandqvist, las copias máster de sus últimas grabaciones, publicadas como disco en Londres en 1974.
Víctor Jara es uno de los grandes creadores que ha tenido Chile. Dejó una huella imborrable, con canciones como 'Te recuerdo Amanda' que, cincuenta años después, nos siguen conmoviendo.
*** Mario Amorós es autor de 'La vida es eterna. Biografía de Víctor Jara' (Ediciones B, 2023)