Jordi Sierra i Fabra, el escritor de los 600 libros, se hace objeto de museo

¿Su primera novela? No, pero casi. «Fue increíble darme cuenta de que escribiendo no tartamudeaba. Mi mano volaba sobre el papel más rápida que el viento», recuerda ahora en las viñetas de 'El largo y tortuoso camino' (Norma), cómic autobiográfico en el que revisa su infancia y juventud, con la ensordecedora y precoz llamada de la escritura y esa 'long and winding road' que le llevó de las canciones de los Beatles a la incomprensión paterna y de aquel primer relato infantil a los más de 600 libros que ha escrito y publicado. Sí, 600. Y eso sin contar los cerca de 60 que firmó con seudónimo. Casi nada.

Sólo los reyes del 'pulp' y de las novelas de 'a duro' como Curtis Garland y Marcia Lafuente Estefanía pueden presumir de una producción más abultada. Con Sierra i Fabra, sin embargo, aún hay más. Mucho más. Quince millones de ejemplares vendidos en todo el mundo; traducciones al inglés, chino, francés y coreano; medio centenar de galardones, entre ellos casi todos los que se pueden ganar escribiendo literatura infantil y juvenil… Una vida sin duda digna de ser contada que, la ocasión lo merece, se desdobla estos días en el Palau Robert de Barcelona con la exposición '50 años creando historias', muestra antológica y biográfica que viene a celebrar por todo lo alto las Bodas de Oro de su primer libro. ¿Su primera novela? Tampoco.

Esa, aunque no llegó a publicarse, reposa en una vitrina bajo el muy prosaico título de 'Las memorias de un perro'. Casi 500 páginas escritas siendo aún un crío. Su primer libro, sin embargo, no fue una obra de ficción, sino la muy ambiciosa 'Historia de la música pop 1962-1972', un «tocho», como él mismo bromea, con el que dio rienda suelta a su otra gran pasión: el rock and roll. Fue escuchar el 'Twist & Shout' de los Beatles en la sinfonola de unos billares de Barcelona y, asegura, ya no hubo vuelta atrás: «Adopté a John Lennon como mi 'hermano mayor'. Fue mi espejo«.

Grafómano y melómano a partes iguales, Sierra i Fabra dejó de tartamudear en público y siguió escribiendo sin parar mientras ayudaba a poner el andamiaje de la prensa musical española: colaboró en el 'El Gran Musical' y 'Disco Exprés'; creó junto a Martin J. Luis 'Popular 1'; impulsó 'Super Pop'; se encargó de la enciclopedia 'Historia de la música rock'... Su universo, siempre en expansión, se alimentaba de rock and roll y biografías de Serrat, Bowie, Pink Floyd, Springsteen y los Beatles, sí, pero también de la serie del excomisario Mascarell, y de novelas como 'Campos de fresas' y 'Kafka y la muñeca viajera'; del premio Villa de Bilbao, el Cervantes chico y el Nacional de Literatura y Juvenil.

Páginas y más páginas como las que empapelan (literalmente) una de las salas del Palau Robert y con las que Sierra i Fabra se reivindica, además de como el escritor vivo con más libros publicados, como uno de los pocos que ha conseguido convertirse en objeto de museo.