Sierra i Fabra: «Escribir y llorar después de 400 libros es algo mágico»

El escritor barcelonés no se cansa de recordar cuando llevó su novela “El cazador” a Planeta. La respuesta que recibió quedó grabada en su memoria para toda la vida: “Firmado por Hemingway, este libro sería maravilloso, pero firmado por ti, no venderemos ni uno…”.

Corría el año 1970 y Sierra i Fabra es hoy el patriarca de la literatura juvenil española y de todos los géneros que se le pongan por delante: desde las enciclopedias del rock a la novela histórica o de suspense.

Asesino adolescente

Con “Parco”, X premio Anaya de novela juvenil, el prolífico escritor ha roto su método de trabajo habitual: “Era el 29 de julio de 2009 en mi casa de Vallirana, junto a la piscina; había trabajado en varias obras y, de pronto, anoté en mi libreta las seis primeras líneas de una historia que me arrastró, sin siquiera haber hecho el guión previo a cada una de mis novelas”.

Aparecía un joven que ha matado a un hombre a cuchilladas que narra sus ‘razones’ al psicólogo del Centro Tutelar de Menores. Una novela “parca” en palabras que su autor visualiza: “Es un rascacielos que se sostiene sobre un solo pilar: la última frase lo explica todo”.

Frases cortas y rítmicas se van precipitando como las secuencias de esa juventud criminal. Sierra i Fabra se mete en la piel del asesino adolescente, pero no lo justifica: “Es una historia tan dura y descarnada, que cuando escribí la última línea lloré, y sé que lo mismo le ha sucedido a otras personas. Para mi conseguir algo así, después de cuatrocientos libros, es mágico”.

Con un largo palmarés de galardones, es la primera vez que el veterano escritor concurría al Anaya de novela juvenil. Gracias a los premios y las ventas de sus títulos perennes, ha podido financiar sus centros culturales en Medellín y el de Barcelona que inaugura el próximo 15 de abril en la plaza de la Olivereta del barrio de Sants.