Honores militares para Saramago
Los restos mortales del escritor llegaron ayer a Lisboa, en cuyo cementerio del Alto de São João será incinerado hoy
Honores militares para Saramago
Portugal amaneció ayer de luto por la muerte de su escritor más universal, cuya obra elevó la lengua de Camões hasta lo más alto del reconocimiento internacional.
Considerado en su país como el Quijote de los tiempos modernos, que se envolvió en múltiples causas colocando ... la literatura al servicio del empeño cívico, se suceden ahora las palabras de reconocimiento de toda su trayectoria profesional. Fueron muchos los que ayer quisieron rendirle un último homenaje, en cuerpo presente, y transmitir personalmente el pésame a la familia del escritor.
Cubierta con la bandera de Portugal, la urna con los restos mortales de José Saramago llegó ayer a la capilla ardiente instalada en el Salón Nobel del ayuntamiento de Lisboa. Un avión C-295 de la fuerza aérea de Portugal transportó el féretro del escritor desde Lanzarote, acompañado en todo momento por su mujer, Pilar del Río, su hija Violante Matos y la ministra de cultura lusa, Gabriela Canavilhas. A su espera en el aeropuerto se encontraban sus dos nietos y su editor, Zeferino Coelho, además de otros amigos y varias personalidades de la política portuguesa.
Hubo aplausos a la llegada del féretro a la plaza del municipio donde centenares de personas esperaban para visitar la capilla ardiente. Durante toda la tarde, personalidades del mundo de la cultura y la política portuguesas, además de muchos seguidores anónimos de su obra, se despidieron del escritor y fueron llegando coronas de flores procedentes de muy diversos lugares. Entre ellas, una de Cuba, enviada por Fidel y Raúl Castro. Entre las ausencias más destacadas, la del presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, quien no ha interrumpido sus vacaciones para despedir al escritor.
España y Portugal
La ministra de Cultura española fue una de las primeras en visitar la capilla ardiente y a su salida recordó la enorme pérdida que supone la muerte de Saramago porque «él era muy importante para la cultura española, portuguesa y de todo el mundo». Ángeles González-Sinde afirmó que Saramago era un escritor «muy leído y querido en España, y su figura estaba muy presente en todo el territorio nacional», subrayando que Saramago contribuyó a la unión de los dos países. «Saramago los aproximó; incluso después de su muerte, une más a España y Portugal». González-Sinde admitió la posibilidad de que el Gobierno español realice un homenaje póstumo al escritor portugués. Hoy, para la ceremonia de incineración del escritor, se unirá a la ministra de Cultura la vicepresidenta Maria Teresa González de la Vega.
Militante del Partido Comunista Portugués (PCP) desde 1969, los camaradas de Saramago acompañaron de forma especialmente emotiva este último adiós. Su líder, Jerónimo de Sousa, recordó que el fallecido escritor «persiguió un ideal durante toda su vida, e incluso después del Nobel nunca dejó de buscar un mundo mejor para el pueblo y para su país».
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