Vargas Llosa supera en paz la prueba de la Feria del Libro de Buenos Aires
El premio nobel y autor de «El sueño del celta» arrancó una cerrada ovación al entrar en el escenario
CARMEN DE CARLOS
Mario Vargas Llosa llegó en paz, habló en paz y convenció en paz a una audiencia multitudinaria en la Feria del Libro de Buenos Aires. El premio nobel no sufrió los temibles escraches (boicot) y agradeció a la organización del certamen su resistencia al intento ... frustrado de censura de hace un par de meses. También tuvo palabras de reconocimiento para la presidenta, Cristina Fernandez de Kirchner, por «su oportuna intervención» y «atajo» para frenar «el veto» que intentaron imponerle un grupo de intelectuales locales encabezados por el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, al que Vargas Llosa ni siquiera nombró a lo largo de su discurso.
El autor de «El sueño del celta» arrancó una cerrada ovación al entrar en el escenario. El gesto del público era una forma de expresar su solidaridad con el escritor que ha sido víctima de una campaña de desprestigio por parte del Gobierno y de los medios de comunicación afines.
Las primeras palabras de Vargas Llosa fueron de reconocimiento a todas las personas que rechazaron «desinvitarme», tal y como pidió en una carta Horacio Gonzalez. Entre ellas figuraba Cristina Kirchner que ordenó a Gonzalez que retirase la misiva. Dicho esto, Mario Vargas Llosa recomendó a los «partidarios» de la presidente: «Ojalá se contagien», en alusión a la actitud democrática de la Jefa del Estado y le recomendó a ella misma que el mismo talante «guíe su propia conducta de gobernante».
Transmitido el mensaje, Mario Vargas Llosa pasó a pronunciar el discurso oficial de inauguración de la Feria. El titulo no fue casual: «La libertad y los libros». Algunas de sus frases hablan por sí mismas. Criticó a «los dueños de las verdades absolutas», arremetió contra los "dogmáticos y fanáticos", condenó «la censura previa» y recordó la Inquisión como uno de los peores males de la colonización española.
Para zanjar y sin saber que hasta Hebe de Bonafini le había aplaudido, Vargas Llosa dijo: «Los latinoamericanos todavía tenemos grandes dificultades para discernir la ficción y la realidad». Dicho de otro modo: Saber diferencial el suelo firme de las nubes. Ya en la mesa redonda, el Nobel se mostró muy crítico con la situación política en Argentina. «Voy a seguir criticando aunque algunos se ofendan porque mi crítica no es hostil, es solidaria. ¿Por qué está Argentina en crisis permanente? ¿Por qué tanta crispación? ¿Por qué tanta violencia?»
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete