Mujeres escritoras: nunca más invisibles

Las preguntas que se formula Inmaculada de la Fuente , premio Nacional de Periodismo y autora, entre otros títulos, de El exilio interior , la biografía de María Moliner, o Mujeres de la posguerra , son sólo uno de los motivos que justifican la presencia en el calendario del Día de las Escritoras.

El lunes más próximo a la festividad de Santa Teresa de Jesús se convoca anualmente esta iniciativa orientada a difundir el legado cultural de las escritoras en España y Latinoamérica; una acción que, promovida desde la Biblioteca Nacional de España (BNE), la Federación Española de Mujeres Directivas, Ejecutivas, Profesionales y Empresarias y la Asociación Clásicas y Modernas, celebró ayer en la BNE su tercer cumpleaños con una lectura colectiva de 23 fragmentos breves de autoría femenina , en la que participaron hombres y mujeres principalmente relacionados con el mundo de la cultura.

Entre las voces que se sumaron a la propuesta, articulada bajo el lema «Rebeldes y trasgresoras» y comisariada por Joana Bonet, destacaron las de Carmen Calvo, Montserrat Domínguez o Pilar Adón , cuyo poemario Las órdenes ha recibido estos días el premio al Libro del Año en la categoría de poesía, otorgado por la Asociación de Librerías de Madrid. Para Adón, «reivindicar a las escritoras es necesario porque aún no existe una igualdad real . La gente debe saber que a lo largo de nuestra historia hemos contado con muchas autoras interesantes que han permanecido invisibles e ignoradas por los libros de texto».

De acuerdo con Adón, Ana Campoy , premio Jaén de Narrativa Juvenil con La cronopandilla , tuvo la oportunidad de participar en la primera convocatoria del Día de las Escritoras, en 2016, y señala la importancia de que este tipo de acciones se perpetúen en el tiempo «para que a las lectoras más jóvenes no les resulte tan difícil encontrar referentes como me resultó a mí porque, aunque existían, no figuraban por ninguna parte, eran -y repite el calificativo de Adón- invisibles ».

Terminar con esa invisibilidad es, según la directora de la Biblioteca Nacional, Ana Santos Aramburo , uno de los principales objetivos de la institución que lidera: «A lo largo de sus tres años de vida, el Día de las Escritoras ha ganado colaboradores y mejorado su difusión, y en esta edición se han implicado más de 150 instituciones de dentro y fuera del país. Bibliotecas, ayuntamientos, clubs de lectura...», para Santos Aramburo la visibilización de la mujer en la literatura va más allá de un día en concreto, «por eso desde la BNE apoyamos proyectos como " Bibliotecas en igualdad ", impulsado Clásicas y Modernas, que pretende concienciar de la necesidad de incluir en el fondo de las bibliotecas obra escrita por mujeres».

Todos los textos que se leyeron compartían el mensaje a favor de la rebelión de las mujeres contra el sometimiento intelectual y la denuncia por ser consideradas ciudadanas de segunda ; una lucha constante, la de no ser nunca más invisibles que, como señaló la vicepresidenta Carmen Calvo , quien eligió leer un fragmento de Carmen de Burgos, la primera corresponsal de guerra, merece salir adelante «por la justicia que encierra».