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ABC Cultural

Miguel Hernández y el furor moral

Poeta del pueblo. Murió de tuberculosis en la cárcel a los 31 años

Miguel Hernández interviene en la emisora del 5º regimiento (1936) ABC
Diego Doncel

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Una de las muertes más perturbadoras, de las muchas muertes que a sus escritores o intelectuales le ha dado España, es la de Miguel Hernández. En ella se juntaron todos esos atavismos que una y otra vez nos persiguen: la cerrazón y la inhumanidad, el ... resentimiento y la incultura. Prisionero en la celda de España, Miguel Hernández murió de lo que siempre han muerto los perseguidos en este terrón ibérico: de desnutrición y de tuberculosis. Es decir, de leyenda negra puesta en pie y de abandono. Quedó una pobre mujer y un niño pequeño, la viudez , la orfandad y la pobreza como fruto de su romanticismo febril y de trincheras llevado hasta las últimas. El mito que surgió ha estado adornado con el uniforme de los menesterosos: origen humilde, pantalón de pana, camisa blanca y cuerpo que olía a rebaño y pastoreo. Sin embargo, nunca fue para tanto.

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