Lorenzo Silva celebra los veinte años de Bevilacqua y Chamorro en el Estrecho de Gibraltar

«Cuando publiqué el primer libro protagonizado por estos dos Guardias Civiles en 1998 era muy difícil que las editoriales apostasen por la novela negra. Ahora, veinte años después, estoy muy satisfecho con el trabajo hecho hasta la fecha. Son obras que, a través de los crímenes que encierran entre sus páginas, hablan sobre la condición humana », explica Silva acerca de los libros que cuentan con sus dos personajes fetiche como protagonistas.

En «Lejos del corazón», y siempre con la criminalidad del Estrecho de Gibraltar como telón de fondo, Bevilacqua y Chamorro investigan el secuestro de un ciberdelincuente de veinticinco años. Un joven que vive a todo trapo gracias a una forma de infringir la ley que está cada vez más extendida, y sobre la que Silva quería poner el foco. «El delito informático es visto a día de hoy como una forma simpática de quebrantar la ley. Mucha gente no es consciente del dolor que provoca. Conozco personas que han perdido el trabajo por su culpa», dice el autor.

Uno de los principales retos a los que debe hacer frente Lorenzo Silva al escribir un nuevo libro protagonizado por «Vila» y Chamorro es el de «buscar una historia diferente» que dote a la obra de identidad propia y la haga destacar con respecto a las ya publicadas. Algo imprescindible cuando una saga se dilata tanto en el tiempo como esta.

Para llevar a cabo esta labor, el escritor realizó investigaciones sumamente minuciosas para las que contó con el apoyo incondicional de la Guardia Civil . Un cuerpo «pensado para defender el bien común» y que, en su opinión, «muchas veces no es valorado».

«La Guardia Civil nació para cuidar de aquellos que no tienen nada. Es una institución en torno a la cual han surgido muchos prejuicios de forma injusta», argumenta el escritor. Esa función de protección y servicio es la que Silva lleva años tratando de plasmar en las figuras de Bevilacqua y Chamorro.Dos agentes de la UCO a los que su creador describe como «trabajadores públicos que protegen lo que es de todos».