La crisis del libro, según los editores

Pero no es momento de euforia, ni para Salamandra. «El momento es durísimo, sobre todo para las librerías, que son las primeras expuestas al tsunami de la crisis. Notamos la angustia de los libreros, que hacen cosas que nunca habían hecho, como llamarnos cinco veces en una sola mañana porque se les ha acabado el libro de Jonasson para ver cuándo lo reponemos , porque no pueden perder ni una sola venta».

Los problemas son para todos. Los grandes grupos los llevan peor que las pequeñas editoriales y tensionan al librero. ¿Cuál es la receta para mejorar la situación? «Desde luego no lo que ocurre en este momento -dice Sigrid Kraus - cuando todos hacemos lo mismo, contratar novela negra, o novela histórica. Es un error, que satura. Lo difícil y lo que todos queremos es encontrar el long seller, que mantiene las ventas mucho tiempo. Es lo mejor, aunque los libreros prefieren la pegada de un buen best seller. Pero los libros necesitan tiempo, aunque sea algo contradictorio con nuestro tiempo actual».

¿Por qué la bajada, la crisis ? «Nos falta el comprador casual, el que va a comprar otra cosa y se lleva el libro del momento -reflexiona la editora de Salamandra-. Realmente creo que mucha gente sigue leyendo, pero está leyendo todos los libros que compró una vez y no había podido leer, su fondo de armario, después de una época de hiperconsumo. Pero el lector literario sigue fiel a los sellos en los que confía. Tampoco creo que la piratería esté incidiendo mucho. De hecho creo que después de la llegada de Amazon o Apple ha habido un retroceso más que un impulso en la venta digital».

¿Qué puede hacer el Gobierno, que le pediría? «Sobre todo que no mueva el precio fijo , que es garantía de la diversidad, porque da un margen en unos libros que el editor invierte en otras obras menos rentables. Y que trate de que el libro electrónico acabe teniendo el iva reducido y que sea, en todos sus aspectos, un libro».

¿ Y al sector que le pediría? «Ha decaído el respeto a los autores de cada casa y tratamos de robárnoslos con más facilidad que antes. Creo que debemos mantener los modales a pesar de la crisis, porque de nuestra división solo saca partido Apple y Amazon, que se frotan las manos. Hacer la guerra no es la solución».

Elena Ramírez es una de las directoras editoriales más prestigiosas gracias a su labor al frente de Seix Barral, sello que publica a Eduardo Mendoza, el autor más leído en la actualidad. En su opinión, «este año, en general, está siendo más duro y cada año la crisis se nota de una manera más profunda, la venta se está polarizando y venden más los más conocidos , salvo sorpresas». Según la editora, «en los momentos puntuales como el Día del Libro la venta es igual o mayor de lo que solía ser en años precedentes, pero el resto del tiempo la gente es más precavida a la hora de comprar».

Para Ramírez, «lo relevante es que son varios años de caída consecutiva y las cifras globales con respecto a cuatro años, por ejemplo, sí son graves». Ahora «se edita en tiempos de crisis y es una manera diferente, las devoluciones son mucho más elevadas porque el librero necesita capitalizarse, los libros están en librerías menos tiempo y las obras que son de autores desconocidos lo tienen muy difícil para hacer un recorrido largo como el que hacen los "long seller", que es el sueño dorado para cualquier editor».

Es por ello que, en este momento, «cuando un título funciona todo el equipo editorial se vuelca en llevarlo lo más lejos posible». Eso sí, la editora de Seix Barral tiene claro que «el libro electrónico no es amenaza ninguna, cero, no está vendiendo absolutamente nada» y considera que, «sin mediar en otra explicación», la culpa del descenso de las ventas la tiene «la disminución del poder adquisitivo de la gente , el libro es un lujo barato, pero la gente se lo piensa, aunque como regalo sigue funcionando».

Para la editora, «habrá editoriales que se queden por el camino, porque el sector del libro trabaja con materiales de mucha incertidumbre, estamos en un momento en que la figura del editor es más necesaria que nunca y sin librerías sanas y saludables apaga y vámonos ». Y, con respecto a los rankings de más vendidos, «cuando un Mendoza está en todas las listas, ahí sí hay fiabilidad».

David Trías es el director literario de Plaza & Janés, del grupo Random House Mondadori . Editor muy reconocido, respetado y con una destacada trayectoria profesional, le pedimos un análisis sobre las ventas de libros en España en los últimos tiempos a raíz de la terrible crisis que estamos padeciendo. «Con la crisis se han acentuado las tendencias de los últimos años —responde a ABC—: aumento de la ficción comercial frente a la no ficción. Los lectores buscan historias para evadirse de los problemas que nos rodean y se siguen refugiando en la novela».

¿Ha notado una disminución de ventas en general? «Era inevitable que el sector editorial se viera afectado por la crisis. Tardó en notarse más que en otros sectores, pero se ha puesto de manifiesto en este primer trimestre del 2012. Eso sí, cabe destacar que el segmento de la literatura infantil y juvenil ha ganado fuerza».

¿Cuáles son las cifras de ventas de Random House Mondadori ? ¿Se ha notado la crisis? «Nuestra editorial, al igual que el resto del sector, ha vivido un arranque de año complicado con un descenso de ventas notable debido a la bajada de consumo de la sociedad española —explica David Trías para ABC—. Eso sí, lo hemos podido compensar con un destacado comportamiento del mercado latinoamericano. Pero, afortunadamente, la tendencia, a día de hoy, es ascendente y encaramos un próximo trimestre con optimismo, ya que tenemos grandes títulos con enormes expectativas. Las Ferias del libro que empiezan ahora animarán a los lectores a seguir buscando buenas historias».

A la pregunta de cómo afectará la crisis al sector editorial, David Trías concluye que «los libros siempre serán una fuente inagotable de conocimiento y de diversión, tan necesarios en una coyuntura como la actual. Confiamos plenamente en que los libreros seguirán prescribiendo los buenos libros, aunque el sector no puede dar la espalda a la realidad que estamos viviendo. Queda mucho por leer y todos —escritores, editores, libreros, críticos— tenemos que agudizar el ingenio para seguir compartiendo todo eso que tanto nos une: la pasión por los libros».

Enrique Murillo, editor, escritor, traductor y periodista, es el director editorial de Los Libros del Lince . Como todoterreno del mundo editorial —creador de Leqtor, fue colaborador de — considera que las editoriales artesanales y sin financiación hace dos años que están caminando por el filo de la navaja : «Los cortes en las plantas de nuestros pies sangran con abundancia. De vez en cuando, como nos ocurrió a nosotros cuando “Más allá del crash” , de Santiago Niño-Becerra fue el número 1 en ventas del pasado día del libro, entra el oxígeno suficiente para alargar nuestra agonía. Pero todo es a base de vocación y esfuerzo».

Conocedor como nadie de la cocina editorial —Enrique Murillo ha publicado obras de Juan Marsé, Javier Marías y Ray Loriga, de CormacMcCarthy, Salman Rushdie y John leCarré, de Imre Kertesh y Orhan Pamuk, entre otros muchísimos autores. Ha traducido a Vladimir Nabokov, Sam Shepard, Truman Capote, Martin Amis, Julian Barnes y Tom Wolfe; Impedimenta acaba de reeditar una de sus traducciones de Henry James, «La figura de la alfombra»— analiza así los motivos de la crisis el sector editorial español: «Creció desmesuradamente en forma de burbuja editorial: demasiados títulos, ventas enloquecidas de los megabestsellers que alcanzaban y superaban el millón de ejemplares… Pero esta burbuja también reventó. Ahora padecen los libreros porque poca gente entra a comprar, y pagan alquileres muy altos por tener tiendas en zonas céntricas. En consecuencia, sufren los distribuidores, y como caiga alguno arrastrará tras de sí a los editores medianos y pequeños. Las librerías independientes también sufren mucho. Y el libro electrónico, que apenas alcanza al 1% del mercado total, no va a servir de nada hasta el medio plazo como pronto».

¿Qué hace falta para salir de la crisis? El director de Los Libros del Lince es tajante: « Financiación e ideas . Desaparición por decreto de todos los libros inútiles que se publican desde las entidades financieras, Diputaciones y Ayuntamientos. Y racionalización del sector: el exceso de títulos sigue conduciendo a devoluciones inasumibles. También sería bueno que entrásemos de una vez en el pequeño grupo de sociedades avanzadas que aman los libros. Aquí no hemos llegado aún a eso, y los índices de lectura siguen siendo propios de un país en el que el Santo Oficio alcanzó su máximo desarrollo mundial».

Los Libros del Lince suele facturar «por encima del medio millón de euros; bastante más si tenemos un bestseller —concluye Murillo—. Pero hay muchas novedades que venden muy poco por la caída de las ventas en un 20% o más acumulado en los dos últimos años. Nos hemos apretado el cinturón hasta extremos asfixiantes, pero, aunque jadeando, sobrevivimos».

La editoria de Siruela , Ofelia Grande , confirma que «lo que me dicen es que la caída de ventas está entre el 10 y el 30 por ciento, depende de los casos, porque la gente no entra en las librerías, no han dejado de leer pero sí de comprar. Las editoriales más pequeñas sobreviven mejor, porque si un libro te funciona muy bien te arregla las cuentas de muchos otros». Siruela acaba de fundar el sello Alevosía para aprovechar el potencial de los libros más comerciales.

El mercado , en su opinión, debe redimensionarse por la crisis .Como anécdota un poco ácida recuerda que en la reciente Feria de Londres muchos contratos iban acompañados de palabras de solidaridad por la situación en España, «a veces eran excesivas y te sentías como del tercer mundo: “sabemos cómo estáis, podemos negociar...” nos decían y la verdad es que emocionalmente volvimos muy chafados».

Lo más importante para ella es ir a la busca de los lectores. Confiesa que ese es el sentido de la profesión de editor y que «hay que cambiar el chip : hemos trabajado todos de espaldas a los lectores algún tiempo. Necesitamos autocrítica para afrontar la crisis».

Ofelia Grande confirma que los libros que más se compran venden la mitad que hace un año, y si comparamos más atrás el contraste es peor: un libro que hoy vende 6.000 hace dos años vendía 15.000 ejemplares . Ahora centra, como todos, sus mejores expectativas en la Feria del Libro. También le pide al Gobierno que no demore más el intento de igualar el iva del libro digital al del libro tradicional.

Juan Casamayor , editor hecho a sí mismo, es una referencia en el sector con su sello Páginas de Espuma , que se mantiene gracias a una excelente filosofía de autor y a un coherente catálogo. Que el libro que más vende en España despache ochocientos ejemplares a la semana es un análisis que a este editor no le sorprende: «Obedece al terrible momento que vive nuestro consumo y que, en particular, está haciendo mucho daño a nuestra red de librerías, que no me canso de decir que hay que valorar, cuidar y apoyar. Si la tendencia del mercado es que los libros que se venden cada vez lo hacen mejor, y los que se venden poco, cada vez menos... ¿cuáles son las cifras de los libros que apenas se venden en un país que adolece de una soreproducción editorial?».

¿El sector editorial español está en crisis ? « Por supuesto —responde—. Ahí están las cifras de descenso continuado que sufren los puntos de venta y, por lo tanto, salvando excepciones puntuales y coyunturales, los distribuidores y los editores. La bajada de consumo, la falta de líneas de crédito y un largo etcétera, y quizá también la falta de una respuesta más sólida del todo el sector, lo sumergen a éste en una crisis económica, sí, pero también en la “crisis” de la incertidumbre de estructuras anticuadas y de cambios vertiginosos. Pese a ello, uno va a las librerías y nunca hubo tal variedad de buenos títulos, en gran parte por el empuje y el diálogo fresco de la edición independiente. No me cabe duda».

¿Cuáles serían los datos de ventas de su editorial? ¿Cómo sobrelleva la crisis el pequeño y mediano editor ? «La cifra global es muy buena —señala Casamayor—. Páginas de Espuma hizo el segundo mejor año de su historia. Sin embargo, si disecciono esa cifra, descubriríamos una caída de la venta nacional, bajada que contrarestamos con la importante implantación de los dos últimos años en América. Es un síntoma que sucede de forma similar en otras editoriales: el aumento de la exportación como salida al mal momento aquí. No es algo que me guste: mi editorial es española y quiero que su salud pase por España, no obstante otros mercados ofrecen oportunidades distintas. A la crisis hay que analizarla y combatirla no sólo desde los números sino también desde la actitud. Nuestra filosofía de política de autor y la coherencia del catálogo siguen ahí, inamovibles porque nos han dado solvencia y singularidad, con un duro trabajo de promoción de los libros y una colaboración estrecha con los puntos de venta (nuestra web remite las posibles ventas a las librerías y hemos estrenado con la librería Laie de Barcelona una sección llamada “Nuestra librería del mes”). En este sentido, la apuesta de los dos últimos años por las nuevas plataformas de comunicación y difusión (web, redes sociales, creación de comunidad, diálogo directo con el lector) ha sido decisiva, así como la profundización en el comercio exterior. En números, hemos ajustado presupuestos, hemos cambiado algún proveedor, decisiones muy difíciles de tomar».