POESÍA
«Campo de Agramante» labra un excepcional monográfico sobre Valente
La prestigiosa revista literaria de la Fundación Caballero Bonald analiza la dimensión internacional poética y ensayística de uno de los grandes de las letras españolas: José Ángel Valente
«Campo de Agramante» labra un excepcional monográfico sobre Valente
La Fundación José Manuel Caballero Bonald , que preside el escritor jerezano, dedica su número 17 de su revista «Campo de Agramante» al poeta, escritor y ensayista José Ángel Valente . Se trata de un monográfico excepcional, labrado con un gran esfuerzo ... en unos tiempos difíciles, donde la publicación -de 170 páginas- da una lección inolvidable de calidad y belleza.
«Campo de Agramante», dirigida por Jesús Fernández Palacios, se abre con un bellísimo texto de José Manuel Caballero Bonald sobre la poética de los límites de Valente. En él, el autor de «Entreguerras» recuerda que José Ángel Valente publicó su primer libro de poesía, «A modo de esperanza» (1954), dos años después del debut literario de Caballero Bonald con «Las adivinaciones» . Ese espacio de tiempo es el que dista entre la edad de Valente y la de Caballero Bonald, dos años mayor que el autor de «Tres lecciones de tinieblas».
Una diferencia de edad que consolida una amistad que, en principio, creció «un poco diluida en aquella dramática barahúnda de la posguerra », explica José Manuel Caballero Bonald. Valente y él coincidieron, en 1952, en el Guadalupe , un colegio mayor ocupado preferentemente por estudiantes hispanoamericanos (entre los que había algunos que serían luego figuras relevantes en sus respectivas literaturas: Martínez Rivas, Gaitán, Cardenal, Ribeyro, Cote, Coronel Urtecho, Mejía Sánchez, Hernando Valencia) y españoles (los hermanos Juan y José Agustín Goytisolo, Emilio Lledó, José María Valverde, el mismo Pepe Caballero Bonald...)
Caviloso, reconcentrado y divertido , implicado a medias en regocijos estudiantiles que podían rondar un desorden de larga duración, Valente -sostiene Caballero Bonald- no olvidaba la curva melódica de su idioma gallego y ya esboza sus atributos poéticos esenciales: los sondeos en la intimidad, la palabra como vehículo de conocimiento, la aproximación crítica a la realidad.
«El cante, la voz»
«Podría decirse -abunda José Manuel Caballero Bonald- que Valente configuró a través de los años su propia tradición. Eligió para ello un censo de saberes universales y los fue adecuando metódicamente a su propia empresa poética (...) Basta revisar su Diario anónimo ( Galaxia Gutenberg , 2011) para corroborar hasta qué punto el poeta rechazó toda adherencia de cánones preestablecidos e hizo de la reflexión intelectua l y del muy inteligente oficio de lector un sistema impecable para la formulación de sus propias ideas estéticas».
José Manuel Caballero Bonald cita una Tercera de José Ángel Valente, publicada en ABC (24 de abril de 1988 ) con el título « El cante, la voz» , que reflexiona sobre las raíces del cante, donde se percibe «uno de los paradigmas primarios de lo poético». «Resulta llamativa la atención creciente que prestó el poeta a esa ascensión a los límites que condiciona el secreto comunicativo del flamenco, una ascensión enaltecida por la sabiduría intuitiva de un intérpreta capaz de materializar lo indencible», talla Caballero Bonald.
Poesía era para Valente el grano de pensar ardido machadiano
El tributo de «Campo de Agramante» a José Ángel Valente ofrece material del curso que, dirigido por Andrés Sánchez Robayna, acogió la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (noviembre de 2010) para celebrar la dimensión internacional de Valente. Junto a ello, el texto de Caballero Bonald y otro de Pilar Gómez Bedate, que contribuyen a perfilar una completa imagen de un escritor irrepetible. Contribuyen también el artista plástico Antonio Gálvez (con fotografías), Louis Bourne (con autógrafos del poeta gallego); Carmen Bonet y Salvador Salas, con una estupenda entrevista realizada a Valente en 1997 para el programa de RTVE «La aventura del saber» -transcrita por Marta Agudo-, y se añade un apéndice final, que bajo el título de «Lecturas de Valente» incluye cuatro reseñas sobre libros relacionados con el escritor, como la reciente e importante edición de su «Diario anónimo». La coordinación del profesor Jesús Díaz Armas ha sido decisiva para el monográfico de «Campo de Agramante» consagrado a un poeta grande, José Ángel Valente, que veía en la poesía el grano del pensar ardido machadiano .
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