Los libros, la poesía y las redes sociales: «La pasión se extiende por contagio»

Les acompañaba la editora de Espasa, Belén Bermejo, que ha dado a imprenta algunos de los más importantes libros de esta generación: «Están en las listas de los más vendidos , en un momento en el que las ventas de libros no son como antes, y sus obras tienen tiradas por encima de los 7.000 ejemplares , lo cual es mucho decir en poesía». Un libro de poemas que venda más de 500 ejemplares era ya, tradicionalmente, un éxito, así que: ¿Por qué está ocurriendo esto? La editora reivindica en ese momento la manera que han tenido de conectar con un público multitudinario, apoyándose en las redes sociales , en las que sus poemas circulan con la velocidad de la luz. Respuestas a necesidades de «toda una generación que gracias a ellos ha vuelto a las librerías».

Uno a uno, fueron desgranando sus motivos, sus experiencias y también sus versos. Diego Ojeda dibujó su trayectoria de maestro a cantautor y cómo la poesía llegó naturalmente: «Hay que reivindicar a Carlos Salem, que hizo mucho por sentar las bases de lo que ahora hacemos y con el que gente como Marwan y todos nosotros tiene una gran deuda».

Loreto Sesma recordó sus inicios y la sorpresa que le ha causado el éxito conseguido. En estos días presenta su nuevo libro «317 kilómetros y dos salidas de emergencia», publicado por Espasa, y vive con naturalidad ir de presentación y presentación mientras trata de sacar la carrera de periodismo, otro de sus sueños. Pablo Benavente y Escandar Algeet , de igual modo, relataron al público cómo ven el camino andado. El primero dispuesto a seguir como hasta ahora y pelear por cada idea y el segundo metido en el bar «Aleatorio» que se ha convertido en uno de los centros en los que late esta generación ..

Interesante saber que para ellos no ha habido una revolución de libros, sino de lectores, es decir, que ellos siguen haciendo lo mismo que hace unos años, pero lo singular es que parece que cada vez más público se suma con entusiasmo a formar esa red que les protege en su salto poético. «Sea la que sea la revolución que venga, yo como tengo bar, después daré la fiesta », bromeaba Escandar Algeet.

Todos ellos recitaron sus poemas y también definieron algunas afinidades: nombres como Ángel González, Mario Benedetti, el citado Carlos Salem, se sitúan cerca del origen de su escritura. Pero también confesaron otras más cercanas influencias, familiares, paternas o maternas, en un mundo sin duda más salvaje de lo que su rostro aparenta en el que los referentes ayudan a salvar los días y a tomar decisiones arriesgadas como las que todos y cada uno tomaron: en el más amargo momento de la crisis, decidieron intentar vivir de la poesía. Un milagro que repiten con cada libro. O más que un milagro, una pasión, contagiada con la confianza que mostró Algeet a un lector que le pedía desde el público una recomendación «porque ya no leo como antes y en poesía no lo he intentado»: «Acércate a alguien que le guste y déjate contagiar. La pasión se transmite por contagio» . Así nomás.