Peter May: «En cinco años habrá otro referéndum en Escocia»

Culminar la trilogía no ha sido fácil, advierte May: «Concebí “La isla de los cazadores de pájaros” como una única novela, pero la editorial quería una serie, algo complicado en una isla como Lewis, donde hay un crimen por siglo… Como ya había gastado mi crimen del siglo, hube de retroceder cincuenta años en la segunda entrega y treinta en esta tercera», ironiza. Novelas con la memoria como desencadenante: en «El último peón», una muerte ligada a unos amigos que formaron un grupo musical en su juventud: «Yo también tuve un grupo de rock, que en la novela es de música celta y con 17 años actuaba en pubs londinenses…», explica.

Aunque la trama arranca en los paisajes escoceses, el desenlace tiene lugar en la Costa del Sol: «Puedo vivir en Estepona y escribir sobre las Hébridas», apunta May. Y es que sus dos últimos títulos nacieron en tierras andaluzas a las que se traslada cada invierno desde la región francesa de Lot: «En Gran Bretaña, la Costa del Sol se conoce como la Costa del Crimen porque muchos delincuentes británicos se compraron casas allí.., pero para mí Marbella es la Niza española…». Pese a no llevar el kilt -cosas de haber engordado-, May sigue siendo partidario acérrimo de la independencia escocesa: «No pude votar porque vivo en Francia… Me quedé decepcionado por la victoria del No, pero estoy seguro de que en cinco años habrá otro referéndum… Si gana el Sí, mi domicilio fiscal estará en Escocia». Una vez concluida su trilogía de Lewis, el escritor ha publicado una nueva novela, «Entry Island». Su idea es ensanchar las fronteras del género: «Estoy atrapado en la novela negra», reconoce con media sonrisa.