Se busca biógrafo para Doris Lessing

En el caso de que Holroyd no pudiera o no quisiera hacerlo, la autora especificaba que sus albaceas literarios serían los encargados de escoger a otro biógrafo autorizado, que, según aseguraba Lessing, «tendría pleno acceso a todo mi legado literario (incluyendo mis diarios) con el único propósito de escribir mi biografía».

Según cuenta «The Guardian» , Lessing también dejó claro en su testamento que ni sus hijos ni la escritora Jenny Diski , que fue «adoptada» por la autora siendo una adolescente, podrían leer dichos diarios. «Nadie de mi familia ni de la familia de Jenny Diski tendrá acceso a los diarios», escribió.

«Su familia no podrá verlos, sólo el biógrafo», explicó Holroyd, uno de los albaceas literarios de Lessing, al diario británico. Y ese biógrafo no será él, según confesó el autor a «The Guardian» . «Me eligieron como biógrafo hacia 1993. Doris me escribió para confirmármelo y acepté, pero entonces era joven. Ahora estoy a punto de cumplir 80 años y su archivo es absolutamente descomunal, tan grande y disperso como el de Bernard Shaw. Me llevaría al menos diez años investigar y escribir su vida, y eso significa que soy demasiado viejo».

Ahora, tanto Holroyd, como el resto de sus albaceas están considerando a quién escoger para tan ambiciosa tarea. «Nos han llegado propuestas de un gran número de autores, tanto del mundo académico como de fuera del mismo, hombres y mujeres. Nos está llevando cierto tiempo, pero esperamos tomar la decisión en primavera», aseguró Holroyd.

En su opinión, Lessing dejó a su familia al margen de los diarios por razones de «sensibilidad»: «A veces uno puede escribir algo motivado por la ira. Mostrarán lo que ella sentía en ciertos periodos y, para poder darle un sentido, es necesario que el biógrafo lo lea todo, y después lo interprete con la ayuda de sus familiares y amigos».

Doris Lessing donó el «material físico» de su legado literario, excluidos los manuscritos, a la Universidad de East Anglia , institución a la que previamente había cedido una colección de más de cien cartas personales. El año pasado, más de 3.000 obras de su colección personal fueron legados a la biblioteca de Harare , en Zimbabwe.