Ve la luz un inédito de Beckett que su editor rechazó por ser una «pesadilla»
El cuento «Echo's Bones», escrito por el Nobel en 1933, ha permanecido oculto en los archivos durante 80 años
Ve la luz un inédito de Beckett que su editor rechazó por ser una «pesadilla»
«Es una pesadilla, me horripila». Cinco palabras que habrán tenido que digerir numerosos escritores en la historia de la literatura. Pero esa historia cambia si tenemos en cuenta el destinatario de la crítica: Samuel Beckett (1906-1989). ¿Y el autor de la carta ... de rechazo? Charles Prentice, su editor en . Prentice se refería a «Echo's Bones» , un cuento que el premio Nobel de Literatura escribió en 1933 como cierre de «More Pricks Than Kicks» , colección de relatos que suponía su primera incursión en la ficción. El libro salió finalmente publicado sin «Echo's Bones», que 80 años después ha visto por fin la luz gracias a la y el esfuerzo de Mark Nixon , director de la Fundación Beckett en la Universidad de Reading (Reino Unido).
En el cuento, que Beckett escribió porque Prentice le pidió que alargara el manuscrito de «More Pricks Than Kicks» con otra historia de entre 10.000 y 5.000 palabras, el autor de «Esperando a Godot» resucita a Belacqua , uno de los protagonistas de los diez relatos anteriores. Un esfuerzo creativo que no gustó a su editor, que no dudó en rechazar la pieza por ser «demasiado difícil y extraña». En una sincera carta remitida al autor irlandés, el editor decía: «Es una pesadilla... Me horripila... Estoy seguro de que "Echo's Bones" haría que el libro perdiera un gran número de lectores. La gente se estremecería, se desconcertaría y se sentiría confundida; y no creo que los lectores estuvieran dispuestos a analizar ese estremecimiento. Odio tener que decirlo».
La carta dejó devastado a Beckett, que en diciembre de 1933 escribió a un amigo asegurando que el rechazo le había «desanimado profundamente», pues era un relato «en el que puse todo lo que sabía y muchas cosas aún mejores de las que ni siquiera era consciente». De hecho, el autor irlandés decidió quitarse la espinita titulando «Echo's Bones and Other Precipitates» su primera colección de poemas , publicada en 1935. No era, sin embargo, la primera vez que el Nobel y su editor tenían un desencuentro; en 1932, Prentice rechazó la primera novela de Beckett, «Dream of Fair to Middling Women» , por ser «una cosa extraña» de la que «no entenderíamos la mitad». Más tarde reconoció que «quizás fue un error» no publicar el libro, que finalmente se editó póstumamente en 1992.
Pero, ¿por qué recuperar ahora una historia que fue rechazada y Beckett no quiso publicar en vida? Según explica Mark Nixon en conversación vía e-mail con este diario, «Beckett siempre fue muy negativo con su escritura, y en particular, pasados los años, con su obra de la década de los 30. Por eso se resistió a que se reeditaran sus textos de esa época. Lo hizo por muchas razones, ¡tantas que podrían llenar un monográfico!».
«Beckett siempre fue muy negativo con su escritura»
Con respecto a la calidad literaria del inédito , muy cuestionado por la crítica anglosajona tras su reciente publicación, Nixon prefiere citar al crítico irlandés Seamus Deane , quien «resume su valor» con esta sentencia: «Es bueno que por fin dispongamos de esta obra, no genial, pero sí de un genio».
«Joven escritor» en busca de su voz
Y es que, a juicio de Nixon, «Echo's Bones» nos descubre a «un joven escritor que trata de encontrar su propia voz» mediante un texto «repleto de humor y sustancia intelectual y que desempeña un papel fundamental en el desarrollo de Beckett, que pasa de ser un escritor marcado por Joyce a experimentar con el lenguaje y con la simplicidad dramática por sí mismo». Por ello, Nixon defiende la publicación de la obra, ya que «Beckett destruyó aquellos textos que no quería que sobrevivieran. Beckett donó manuscritos a varios archivos , especialmente al de la Universidad de Reading, teniendo muy claro que en el futuro serían consultados por investigadores».
En otras palabras, «Beckett no habría entregado el manuscrito de “Echo's Bones” a dos investigadores (cosa que hizo en su momento) si no hubiera querido que fuera consultado y potencialmente publicado». Una opinión que comparte Edward Beckett , sobrino y albacea del Nobel, que cuando se anunció la publicación del inédito aseguró al «Observer» que era «un texto muy importante » y que era «bueno que por fin esté disponible».
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