Desvelan un nuevo capítulo de «Charlie y la fábrica de chocolate»

El borrador, hoy ya en manos de los felices adeptos de la mitología Dahl, data de 1961 o, es decir, un año antes de la publicación norteamericana de la novela –entonces el novelista hacía carrera en USA junto a su esposa, la estrella de cine Patricia Neal– y seis de su lanzamiento británico. La fábrica Wonka, sus pigmeos del cacao y la expedición infantil que integraba el muy humilde Charlie Bucket servían a lo que pronto pasó a ser considerado un clásico infantil, un estatus confirmado por la adaptación que rodó Mel Stuart en 1971 , con Gene Wilder en el rol del bizarro Willy Wonka.

Y el capítulo repasa el macabro final de dos de los nueve niños que componían la patrulla infantil a la que Wonka enseñaba la fábrica. Durante su visita al obrador de la vainilla, una «colosal montaña de la altura de un edificio de cinco pisos» y compuesta por «un cremoso y ocre dulce de vainilla», Troutbeck y Rice, dos glotones en miniatura, ignoraban las advertencias del menudo Wonka y se lanzaban a bordo de un vagón hacia el corazón del obrador, donde el caramelo se despedazaba mediante un sistema de cuchillas.

Dahl, dueño de una vida literaria, agente de la Shell, expiloto de la RAF durante la IIGM, compuso tótems infantiles del eco de «Matilda», «Fantastic Mr Fox» o «Los cretinos», sin descuidar una producción adulta que flirteo con el cuento en «Relatos de lo inesperado». Su trabajo para el cine , fue guionista ocasional, se centró sobre todo en adaptaciones de Ian Fleming : su «Chitty Chity Bang Bang» y una entrega de James Bond, «Sólo se vive dos veces».