No hay fórmula mágica para el best seller

¿Se puede fabricar un bestseller? La pregunta va dirigida a los cuatro paradigmas del éxito editorial en España y fuera de ella. El debate lanzado por la periodista de ABC Inés Martín Rodrigo en el campus segoviano del IE University sólo exige una premisa: «¡Prohibido aburrir!»

«Yo creo que no », se atreve Julia Navarro . «Si el Mago Merlín me diera la pócima intentaría comprársela, pero es imposible escribir un libro y saber que va a ser superventas». La autora de «Dispara, yo ya estoy muerto» , asegura que ella no escribe bestsellers, sino libros.

Por su parte, el Premio Planeta Lorenzo Silva asegura no tener «ninguna conciencia de estar fabricando nada que fuera a funcionar». Más bien, «algo que me interesaba a mí, a mi madre y a nadie más», dice con ironía. Convencido de que los lectores son quienes deciden , recupera una frase que le escribió el editor que rechazó sus primeras obras: «La historia está llena de errores editoriales».

Javier Sierra confiesa haber recurrido al manual «Cómo escribir un bestseller» para escribir «La cena secreta ». Pero después estuvo un año «paralizado», porque todo lo que al autor le valía a él no, ya que «lo importante es tener voz». Juan Gómez-Jurado coincide con él, al asegurar que «la única fórmula es hacer algo desde la absoluta convicción », aunque existen «arquetipos» útiles.

Caja de los truenos

Los cuatro vienen del periodismo y los cuatro tienen legiones de lectores que son a la vez seguidores, como explica Jesús García Calero, jefe de Cultura en ABC. Se conocen, pero solo hasta que se los moderadores abren la caja de los truenos: la piratería , que cuesta 350 millones de euros a la industria editorial española.

«Si alguien quiere leer un libro sin pagar tiene a su alcance una impresionante red de bibliotecas sin tener que robar», dice Sierra . Lorenzo Silva apunta otra solución, que la industria se comprometa a «crear una industria cultural digital». Así se evitaría la «pena» que Gómez-Jurado sintió al ver el libro de Julia Navarro en Internet tres días antes de publicarse . «Ese no es el camino», avisa, «empecemos a asociar valor y precio».

La autora, más estricta, se niega a «dar palmaditas en la espalda al ladrón para que no robe». No se trata, dice, de meterlos en la cárcel, pero « una multita por lo menos no estaría mal…».

Anécdotas de promoción

Terminan con anécdotas de la promoción . Lorenzo Silva cuenta una de Ignacio Martínez de Pisón, que fue a Brasil invitado y estuvo tres días sin que nadie fuera a verle. Julia Navarro recuerda como hace tres años, en un pequeño pueblo de Castilla La Mancha, una señora le confesó que el primer libro que pudo leer entero desde que aprendió fue el suyo. Gómez-Jurado pone la guinda con su relato del día que firmó «de Javier Sierra» en «La cena secreta» que una chica le pidió.