Reabre la Casa de los Vettii, una de las más célebres de Pompeya

Los hermanos Vettii habían colocado su domus bajo la protección de Príapo, dios de la fertilidad en la mitología griega y romana, y de la prosperidad, pintado en tamaño natural en el vestíbulo, apenas pasada la puerta de ingreso de la casa, para dar la bienvenida al visitante. La figura mural de Príapo, que balanceaba su enorme falo con una bolsa de dinero que servía como contrapeso, es una de las fotografías más reproducidas de las imágenes encontradas en Pompeya. El poder, el estatus social y la riqueza se expresaban con términos fálicos, lo que explica la presencia de una gran variedad de imágenes fálicas en Pompeya.

Las estancias más ricamente decoradas dan al peristilo, el patio rodeado de dieciocho columnas. Entre las salas, destaca una con el friso de los cupidos que realizan las principales actividades productivas de la época, desde la venta de vino hasta el lavado de la ropa, el cultivo de las flores o la vendimia, desde la orfebrería hasta la creación de perfumes.

En el área de la cocina se encuentra el larario pintado, el lugar destinado en casa para adorar a los lares o dioses del hogar. En la habitación contigua, decorada con tres frescos que representan a un hombre y una mujer haciendo el amor en una cama, trabajaba la prostituta Eutyches, una esclava que se ofrecía, como describe un grafito a la entrada de la casa, por dos 'ases', la moneda de valor más bajo producida durante el Imperio Romano. Se ha considerado que podía ser una actividad colateral de ganancia para los propietarios o para su cocinero.

El eje de la Casa de los Vettii es el gran peristilo o jardín con columnas lleno de estatuas con chorros de agua, rodeado por las habitaciones más ricamente decoradas de la casa, algunas con bellos frescos con el típico rojo pompeyano. En el jardín había una gran fuente con la estatua de mármol de Priapo, con su pene erecto por el que salía el agua. Su colocación no era casual. Cuando el visitante pasaba a la casa, se encontraba con el dios Príapo y en su perspectiva óptica, mirando hacia el peristilo, sus ojos eran conducidos a la fuente con la estatua marmórea de Príapo. Así los propietarios Vettii pretendían dar a sus visitantes un mensaje de su poder y prosperidad.

En el documental titulado 'Eterna Pompeya. La restauración de la Casa de los Vettii', que se acaba de hacer público para la promoción de la domus, el actor napolitano Francesco Serpico, que hace de narrador, pronuncia estas primeras palabras al entrar en la casa frente a Príapo: «Es hipnótico. No puedo dejar de mirarlo. Todo lo que sé o creo saber sobre las costumbres y la moral aquí no sirve, debo perder el recuerdo contemporáneo. Pero ¿cómo puede una imagen ser tan poderosa y ridícula y sobrevivir al tiempo? Quizás porque en su época era normal».

Inmediatamente después, el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, explica la sorpresa y el choque cultural que supuso el descubrir en las excavaciones, que se iniciaron a partir del 1748 por deseo de Carlo III de Borbón, las imágenes eróticas presentes por doquier en Pompeya: «Los desnudos, a veces escenas muy explícitas, Príapo con su miembro viril exagerado… todo esto fue descubierto en un periodo en el que se tenía una idea de la antigüedad muy relacionada con el mármol blanco... Este descubrimiento crea al inicio la idea de que aquí había una gran libertad», sin tabús sexuales.

Añade el director del Parque Arqueológico que esa libertad descubierta en Pompeya fue, por una parte, ocultada: algunos cosas fueron destinadas al 'Gabinete secreto' del Museo Nacional de Nápoles; por otra parte, otros vieron en la libertad descubierta en Pompeya «el nacimiento de un nuevo modelo: Una nueva moda, un nuevo arte, una nueva relación con el propio cuerpo, más natural, con el cuerpo, el sexo y con el erotismo», según explica el director Gabriel Zuchtriegel

Cabe destacar que se evitó durante mucho tiempo, por imposición de la moral católica de la época, que algunas imágenes de Pompeya fueran vistas por las mujeres. La historiadora Mary Beard cuenta que cuando visitó la Casa de los Vettii a mediados de la década de 1970, la imagen de Príapo estaba tapada. Solo en la parte final del siglo XX se permitió que algunas imágenes pudieran ser vistas por todo el público. Pero todavía hoy se recuerda el escándalo que causó el material artístico considerado pornográfico, relegado al 'Gabinete secreto' del Museo de Nápoles, al que hacía referencia el director del Parque Arqueológico de Pompeya: Cuando fue visitado en 1819 por el rey Francisco I de las Dos Sicilias en compañía de su esposa e hija, con motivo de la exposición dedicada a Pompeya, quedó avergonzado por las obras de contenido explícitamente sexual que vio en el Gabinete secreto.

El monarca ordenó imponer la censura: solo era accesible a 'personas maduras y de conocida moral' o a investigadores. Ese 'arte prohibido' se reabrió definitivamente al público en el 2000. El 'Gabinete secreto' mantiene aún hoy «la prohibición de acceso a menores no acompañados por sus padres o persona de confianza». En total, en dos salas del Gabinete secreto se exhiben más de 250 obras , que son una gran representación de la sexualidad en la antigüedad, en cuya concepción jugaban un papel aspectos míticos, religiosos, culturales, mezclados a veces con la magia, el sentido comercial e incluso representaciones con rasgos de caricatura. Sirve para demostrar que la sexualidad romana era muy diversa de la nuestra.