Iceta trata de reconciliarse con la producción independiente en la nueva ley del cine
Tras la «traición» de la ley audiovisual, blinda al sector con medidas de fomento específicas
El texto incorpora las series y obliga a hacer públicos sus datos de visionado a las plataformas
La Filmoteca España será declarada Bien de Interés Cultural, lo que afecta a todos los bienes custodiados por ella
La abstención del PP salva la ley audiovisual del PSOE con todo el cine español en contra
Miquel Iceta, junto a las actrices Carmen Elías (izquierda) y Silvia Marsó (derecha)
A última hora, para evitarse un nuevo sonrojo por no cumplir su palabra, Miquel Iceta consiguió este martes que el Consejo de Ministros aprobara el proyecto de ley del cine y de la cultura audiovisual para su remisión al Congreso, donde probablemente se ... tramitará por el procedimiento de urgencia. Cultura quiere así garantizarse la aprobación de esta ley, que actualiza la de 2007, antes de que acabe la legislatura. Y, con ella, espera congraciarse con el sector independiente de la industria, en pie de guerra desde mediados de año por la aprobación de otra ley, la audiovisual: el PSOE introdujo a última hora una enmienda que modificaba la definición de productor independiente e incluía a las empresas vinculadas a los grandes conglomerados. «Es la sentencia de muerte de la industria tal y como se conoce», llegaron a decir, todas a una, las asociaciones, que se sintieron «traicionadas».
Iceta, que se desvinculó de esta maniobra porque la ley la llevó el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital y, en todo caso, él solo podía hacerse responsable del texto enviado a la Cámara Baja, ha venido repitiendo una y otra vez que la nueva ley del cine mantendría la definición anterior de productora independiente. «Va a haber una ley del cine que vamos a llevar al Congreso antes de acabar el año», prometió, en la que la iban a «sentirse mejor reflejados». Pero esta mañana, mientras se celebraba la reunión del Consejo de Ministros, varios presidentes de asociaciones lamentaban que aún no habían podido leer la ley, ni siquiera la parte que les afectaba a ellos. También se mostraban sorprendidos por las prisas de última hora, después de que en las últimas semanas pocos en el sector contaban con que Iceta cumpliera su compromiso. Quizá tenga algo que ver una iniciativa parlamentaria del PP de hace unos días, en la que preguntaba a Cultura por la demora en la aprobación del texto: el anteproyecto fue presentado hace diez meses.
El proyecto de ley del cine y de la cultura audiovisual -porque recoge también bajo su paraguas la producción de series y documentales que se emiten en plataformas como Netflix o Filmin- en efecto ha respetado la definición que los productores independientes reclamaban, y se destaca que «dentro de los límites presupuestarios aprobados en cada ejercicio» se establecerán medidas de fomento «con especial consideración hacia los sectores independientes, la difusión de obras de interés cultural, así como para la conservación del patrimonio cinematográfico y para la formación de profesionales». Es decir, Cultura compensa la financiación directa que el cine independiente recibía por la vía de la ley audiovisual por nuevas líneas de ayudas, en régimen de concurrencia, que dependerán de las partidas presupuestarias de cada año; son más trámites administrativos y más inseguridad, porque nadie garantiza que la actual tendencia alcista de los presupuestos vaya a mantenerse en el futuro. «Habrá que hacer seguimiento del trámite parlamentario, estudiar la letra pequeña», avisan algunos productores.
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Más allá de las reivindicaciones del cine independiente, la principal novedad de esta ley es la incorporación del concepto de 'cultura audiovisual', para regular también las series, «sin perjuicio de que la actividad cinematográfica continúe manteniendo un especial nivel de atención y protección». Según fuentes de Cultura, las series van a tener por primera vez una línea de dotación específica, pero se seguirá priorizando la cinematografía, «porque las ayudas tienen que llegar adonde no llega el mercado». Asimismo, la ley obligará a las plataformas a hacer públicos sus datos de visionado, se creará un Consejo Estatal de la Cinematografía y la Cultura audiovisual y se modificará la ley de patrimonio para incluir el patrimonio audiovisual y cinematográfico como integrante del patrimonio histórico español. La Filmoteca España será declarada Bien de Interés Cultural, lo que afecta a todos los bienes custodiados por ella, incluidos archivos de reciente adquisición como el de Berlanga.
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