Iceta plantea una «repesca» por los problemas del bono cultural tras gastarse 15 millones en su gestión

El día 15 de octubre finaliza el plazo para que medio millón de jóvenes de 18 años puedan recibir 400 euros para invertir en productos culturales

Miquel Iceta, ministro de Cultura EP

Los problemas técnicos que han sufrido cientos de jóvenes que a lo largo de las últimas han intentado adscribirse al bono cultural, cuyo plazo acabará dentro de nueve días, ha llevado al Ministerio de Cultura a plantear una «repesca». Así lo ha explicado este ... jueves el titular del ramo, Miquel Iceta: «Emplazo al lunes próximo para dar la solución, porque somos conscientes de que ha habido algunos problemas al pedir como mecanismo de identificación la identidad digital. Le hemos dado una vuelta y hemos encontrado una buena solución para que haya una repesca», informa Ep.

Como informó este diario, son muchos los solicitantes de este monedero de 400 euros para invertir en productos culturales los que se han encontrado con errores técnicos cuando han intentado registrarse en la página web habilitada a tal efecto, para lo que es necesario tener un certificado o clave digital. Este proceso, tedioso, como tantos otros cuando se trata de hacer trámites relacionados la administración, se ha unido a los errores que los jóvenes beneficiarios se han encontrado en la página web del bono cultural.

El propio ministro, hace un par de semanas, reconoció que el mecanismo elegido para darse de alta no es sencillo. «El mecanismo no es sencillo, es verdad, porque se trata de una subvención personalizada que va a las personas que tienen que solicitarlo, que se tienen que identificar y que se va a utilizar en muchos lugares. Sin querer desmerecer el importante esfuerzo que está haciendo Renfe, pero claro, el bono transporte vas con tu DNI y te lo da quien luego controla su uso», justificó. «Ha habido momentos de colapso por avalanchas. Preferimos que haya avalanchas en lugar de sequías».

Según las últimas cifras ofrecidas por el ministro, el pasado día 21 de septiembre, de los 500.000 jóvenes de 18 años que pueden acogerse a esta subvención, son 270.000 los que la han solicitado. Lo que no quiere decir que hayan recibido la cuantía de 400 euros. Este jueves, Iceta ha evitado actualizar estos números. «Daremos las cifras al final del proceso, porque ahora nuestra máxima preocupación es que todos los jóvenes que hayan iniciado el proceso de solicitud puedan acabarlo», ha declarado tras inaugurar la exposición '70 años, 7 piezas, 7 cineastas' de Filmoteca Española.

Desde que Pedro Sánchez anunciara esta medida, hace justo, un año, la implementación del bono cultural ha ido sufriendo retrasos y problemas. Las primeras fechas previstas para su entrada en vigor eran mayo-junio, pero Cultura reconoció que no llegaría a tiempo, y luego dijo que difícilmente estaría listo hasta septiembre. Ante las críticas, y coincidiendo con el nombramiento de Iceta como secretario de Memoria Democrática, el ministro activó antes de irse de vacaciones el plazo para que los jóvenes se pudieran apuntar.

Ha terminado el verano y estos, después de tantos problemas técnicos, siguen sin disfrutar de ese monedero virtual de 400 euros. Los beneficiarios, eso sí, tendrán un año para disfrutar de ese dinero desde el momento en que les asignen la prestación; la ayuda no se agota el 31 de diciembre. Esta tarjeta cuenta con la siguiente distribución: 100 euros para productos físicos (libros, prensa o discos, entre otros), 100 euros para productos digitales (prensa digital, pódcast, videojuegos en línea o plataformas de contenidos audiovisuales) y 200 euros para artes escénicas (teatro, ópera, cine, danza o museos).

El Gobierno ha comprometido para esta partida 210 millones de euros, pero no todo irá destinado al medio millón de jóvenes que este año han cumplido 18 años. Para llevarla a cabo, Cultura ha suscrito acuerdos con Correos para que ayude con el reparto de las tarjetas físicas, para quienes las soliciten. También con la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda y con Tecnologías y Servicios Agrarios (Tragsatec), en estos casos para la «colaboración» y «apoyo en la gestión tecnológica» del programa. El coste de estos dos contratos, firmados para implantar el bono cultural «en el menor tiempo posible para poder cumplir los plazos previstos» y «no disponer de los recursos humanos y técnicos necesarios para este fin», asciende a 15,4 millones de euros. 

El próximo curso el Ministerio de Cultura volverá a repetir experiencia. Los Presupuestos Generales del Estado, que el Gobierno ha presentado esta semana, incluyen otra partida de 210 millones de euros. El objetivo de Cultura es que esta iniciativa contribuya a la recuperación y dinamización del sector, muy castigado durante la pandemia, y generar nuevos hábitos de consumo culturales entre los jóvenes que entran en la mayoría de edad. Según ha explicado Iceta en varias ocasiones, el bono cultural se mantendrá en 2023 haya presupuestos nuevos o no, porque con la prórroga de los actuales seguiría en vigor: «¿Y luego? Luego dependerá sobre todo del éxito que seamos capaces de cosechar en estos dos años, si va bien no habrá quien se atreva a echar marcha atrás».

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