resurrecciones
José Jiménez Lozano, recordar quienes somos
Su obra 'Nosotros los judíos' es una reivindicación del legado común entre judíos, cristianos y musulmanes
Otros textos del autor
José Jiménez Lozano José Jiménez Lozano (Langa, Ávila, 1930-Valladolid, 2020)
Leer no es escapar, sino regresar a lo esencial: «A lo que los otros han pensado con verdad y con temblor». Eso dejó escrito José Jiménez Lozano, cinco años ya sin él. Con verdad y con temblor, y al hilo de los otros, como ... el propio escritor lucía ya desde el primero de sus libros. El que inaugura esta nueva sección de Resurrecciones: léase el rescate de algunos de esos libros que se escribieron ayer para ser leídos hoy. Y para pensar qué tendremos que hacer mañana.
Jiménez Lozano se inauguró en la literatura impresa en 1961, cuando tenía 31 años. En ‘Nosotros los judíos’ se rebelaba contra el ocultamiento profundo que se hacía en España no solo del esplendor de nuestro pasado sefardita, sino también de la estrechísima relación cultural y sanguínea que judíos y cristianos mantuvieron a lo largo de la historia. «El antisemitismo —decía— es un movimiento en el cual no podemos nosotros los cristianos tomar parte». No es casualidad que su siguiente libro fuera, en 1963, ‘Un cristiano en rebeldía’, que escribió tras asistir como enviado especial, a las órdenes de Miguel Delibes, al Concilio Vaticano II.
Ni que cerrara el círculo años más tarde, en 1992, con ‘El mudejarillo’, sobre la figura de su (nuestro) Juan de Yepes. No en vano, Jiménez Lozano había nacido en Langa, provincia de Ávila, en plena Moraña. Esa extensión de Tierra de Campos que, de manera tan histórica como geográfica, cierra el entorno de los Campos Góticos: judíos, moros y cristianos o, lo que es lo mismo, hebreos, godos y musulmanes, por este orden. Todos romanos, como decía también don José.
Esta nueva sección irá al rescate de algunos de esos libros que se escribieron ayer para ser leídos hoy. Y para pensar qué tendremos que hacer mañana
Volver a leer hoy ‘Nosotros los judíos’, con las últimas noticias sobre el genocidio de Gaza en la conciencia, es adentrarnos en carne propia en esa guerra incivil que las tres religiones, con algunos momentos ciertamente estelares de tolerancia, han vivido desde que en el siglo I surgió el cristianismo y en el VII el islamismo, los dos desde el tronco común del judaísmo. Nosotros los cristianos somos también nosotros los musulmanes y nosotros los judíos. En la historia y en el ADN. Por eso, al pensar en la circunstancia concreta de Oriente Medio, donde se está escribiendo una de las páginas más vergonzosas de la historia reciente, conviene recordar desde nuestra esencia quiénes somos, antes de dejarnos seducir por el odio hacia una parte o hacia la otra.
Pero resucitar ‘Nosotros los judíos’, por encima de su mensaje de actualidad contra la intolerancia, es además rescatar la literatura primorosa y personalísima del maestro Jiménez Lozano, uno de los grandes autores españoles que podemos considerar ecuménicos, en el más generoso sentido de la palabra. Esa escritura de verdades y temblores que le llevó a conseguir, como cristiano rebelde, la Cruz Pro Ecclesia et Pontífice, la máxima distinción para un seglar que concede la iglesia católica.
Y también el Premio Cervantes, en cuyo discurso de recepción espetó: «En la escritura, nadie es grande por su estilo, sino por su gramática; no lo es por su crítica política, social o de costumbres, sino por tocar la gloria y la llaga de la naturaleza trunca del destino humano». Es difícil decirlo mejor.