Más que palabras
María Fasce, en busca de los próximos clásicos
Escritora y editora apasionada, forjó su camino entre libros, idiomas y grandes autores. Desde 'Mujercitas' hasta liderar Alfaguara, Lumen y Reservoir
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Iniciar sesiónA María Fasce (Buenos Aires, 1969) el amor por los libros le viene desde que tiene memoria. Antes incluso de que supiera las primeras letras, cuando se hacía leer en alto los cuentos infantiles. Pero su decisión de ser escritora o editora, o lo ... que quiera que fuese relacionado con la literatura, le nació después de la lectura de ‘Mujercitas’. Mejor dicho, después del deslumbramiento del personaje de Jo, la segunda de las hermanas March.
No recuerda la edición concreta, pero con probabilidad estará entre sus libros que quedaron en Buenos Aires, cuando se decidió a venirse a vivir a España. Después de ‘Mujercitas’ vino ‘Ficciones’, de Borges, ése sí lo recuerda, en edición de Emecé: su auténtico descubrimiento del Aleph. Y más tarde todo lo demás.
¿Y qué hacer, más allá de la voracidad lectora, para poder seguir en contacto estrecho con los libros y la literatura en la vida profesional? De momento estudió Letras en Argentina y en Francia, y allí, además del español y el francés, quedó en su registro literario la fascinación por el inglés y el italiano. Así que con el gusto y la capacidad de leer en cinco idiomas y después de dar clases en la Universidad y ejercer como periodista y crítica de cine, un día se enteró de que Emecé, precisamente, estaba buscando editor.
El amor por los libros le viene desde que tiene memoria. Antes incluso de que supiera las primeras letras
Aquella Emecé de los años 90, en la que María Fasce entró con 25 años: la mejor escuela con la que podía soñar, con autores que iban desde Camus hasta Aldous Huxley pasando por Michael Crichton o el propio Borges. Lo que allí aprendió lo aplicó después con éxito en Planeta, con la que pasó a trabajar antes de hacerlo para el Grupo Santillana, donde fue subdirectora en Argentina. En paralelo, en 1999 publicó su primer libro de relatos: ‘La felicidad de las mujeres’, y en ese género siguieron más tarde ‘A nadie le gusta la soledad’ y ‘Un hombre bueno’.
Su primer salto a España se produjo en 2002, cuando se vino a Madrid para dirigir la serie de ‘Clásicos del siglo XX’ para ‘El País’, y aquí estuvo hasta 2008, después de haber sido también editora de Edhasa. Ese año regresó a Buenos Aires como directora del grupo editorial Norma para Chile, Perú y Uruguay, además de Argentina. Una experiencia de unos meses, que le llevaría a volverse más tarde de nuevo a Madrid, llamada por Alfaguara.
En 2003 había publicado su novela ‘La verdad según Virginia’ y en 2008 la segunda, ‘La naturaleza del amor’. Más adelante, coincidiendo con la publicación de ‘La mujer de Isla Negra’, la encontramos sucesivamente como directora editorial de Alfaguara y Taurus internacionales, de Alfaguara, y de Lumen y Alfaguara Negra. Con tal bagaje, Penguin Random House la coloca en 2020 al frente de tres de sus sellos más exitosos: Alfaguara, Lumen y Reservoir Books.
Equipo de lujo
Con un equipo de lujo en el que cuenta para la primera con Carme Riera, Carolina Reoyo e Ilaria Martinelli; para Lumen con Lola Albornoz, Carolina Reoyo, Teresa Gras, Julia Salvador y Andreu Jaume, y para Reservoir Books con Jaume Bonfill y Berta Pagès, además de Luna Miguel como ‘editora at large’ de la división literaria. A partir de esa fecha ha publicado también las novelas ‘Las vidas de Elena’ y ‘El final del bosque’… y guarda una novela inédita.
Si en el catálogo de Alfaguara sigue el criterio que en su día instituyó Juan Cruz, en la línea de combinar los grandes nombres de la literatura mundial en la búsqueda de los discursos que marcan y cambian el presente, en Lumen se persigue el descubrimiento de los «clásicos del futuro», con especial atención -como en sus orígenes- a la literatura escrita por mujeres y al «redescubrimiento» de grandes obras y autores.
En Reservoir, por último, lo que prima son las «revoluciones por estallar», voces frescas o consagradas que sorprenden: narrativa extrema, pasión por la cultura popular y la diversidad.
Sed de lecturas en busca de lo nuevo y lo grande. El diálogo entre las voces del pasado y «el momento sublime en el que descubres el libro de un autor al que lees por primera vez y sabes, o intuyes, la importancia que está destinado a tener en el futuro inmediato». Una efervescencia casi física, dice la editora, que se parece mucho al enamoramiento. Curiosidad y entusiasmo, que son, según María Fasce, los dos requisitos imprescindibles de todo buen editor. Una manera de estar sobre el mundo y de «leerlo».
Publicar, publicitar y vender buenos libros, tal como decía T.S. Eliot, que además de gran poeta fue un magnífico editor. No confundir tus lecturas con tu escritura ni tu catálogo con tu biblioteca personal… Y sobre todo creer, seguir creyendo, que un mundo con buenos libros sin duda ha de ser un mundo mejor. Jo March estaría bien orgullosa de ella.
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