Sorolla y su «alta pintura en miniatura» abren al público el Palau Martorell
Barcelona gana un nuevo centro expositivo dedicado a «grandes maestros» del arte
El centro planea exposiciones dedicadas a Alphonse Mucha y Marc Chagall
Barcelona
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Iniciar sesiónNo son los grandes lienzos que se pueden ver normalmente en su museo ni los bodegones o estudios de formación de la recién estrenada 'Orígenes', kilómetro cero del centenario de su muerte, pero no por eso dejan de ser valiosas y delicadas pruebas documentales. « ... No son meros divertimentos, es alta pintura en miniatura», asegura el director del Museo Sorolla, Enrique Varela, a la hora de subrayar la importancia de las 194 piezas que componen la exposición 'Sorolla. Cazando impresiones'. Casi dos centenares de óleos en pequeño formato que muestran la cara más íntima y cercana del artista valenciano. «Las piezas de pequeño formato nacieron como un intento por abocetar grandes lienzos, pero Sorolla les dio carácter de obra definitiva. También de obra íntima», añade Varela.
La exposición, la primera del artista valenciano que puede verse en Barcelona desde que Caixaforum le dedicase 'El color del del mar', supone también el estreno del Palau Martorell,nuevo espacio expositivo en la plaza de la Mercè, en pleno centro de la ciudad, que busca «situar a Barcelona en el circuito de grandes exposiciones de maestros internacionales». Detrás del nuevo espacio, un palacio neoclásico de 1.800 metros cuadrados que acogía la Antigua Sociedad del Crédito Mercantil, se encuentran los gestores culturales Jesús Rodríguez, director de Evolucionarte, y José Félix Bentz, presidente del Reial Cercle Artístic de Barcelona.
Su intención, aseguran, es mantener una programación regular de grandes exposiciones que complemente la oferta de la ciudad y seduzca al público local, estrategia que empieza a cobrar forma con un doble estreno –Sorolla en las plantas superiores; una muestra familiar de dioramas de Clicks de Playmobil en el sótano– y exposiciones futuras dedicadas a Alphonse Mucha y Marc Chagall.
Antes de eso, sin embargo, todas las miradas son para Joaquín Sorolla (1863-1923), maestro mediterráneo, genio de la luz y habilidoso artesano del 'apunte' y la 'mancha'. Así es como él mismo llamaba a esos óleos de pequeño formato en los que capturó de forma compulsiva almendros, góndolas, lavaderos, barcas, paisajes de Asturias y San Sebastián, y claro, explosiones de luz valenciana y notas de color de la playa de la Malvarrosa. Pintó cerca 2.000, de los que más de 700 se custodian en su museo de Madrid. «Son como ventanas abiertas al alma del artista», destacan los responsables de una exposición que muestra de forma cronológica «como evoluciona su técnica y su forma de mirar y de pintar».
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En el recorrido asoman estudios para grandes obras como 'El padre Jofré', pero lo que más abundan son pequeños tesoros con entidad propia, como los pequeños óleos que expuso en 1906 en la Galería Goerges Petit de París o los que pintó a partir de 1912, en los pocos momentos libres que dejaban los murales de la Biblioteca de la Hispanic Society. «Pequeños en tamaño, pero grandes en audacia, contienen ráfagas del Sorolla más brillante», celebran en el Palau Martorell.
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