Matías Díaz Padrón aborda en un libro la relación de Van Dyck con España

Aunque el pintor nunca pisó suelo español, sí tuvo una gran relevancia en los Países Bajos, que formaban parte de la Corona española. Dejó una profunda huella en nuestros artistas

Matías Díaz Padrón aborda en un libro la relación de Van Dyck con España ABC

NATIVIDAD PULIDO

Pese a lo que sugiere el título de este libro, Anton Van Dyck (Amberes, 1599–Londres, 1641) no pisó nunca suelo español . Aunque podría decirse que sí estuvo en España, puesto que los Países Bajos formaban parte en aquella época de la ... Corona española. «Van Dyck en España» es un ambicioso y exhaustivo estudio , que recopila las investigaciones de Matías Díaz Padrón , a lo largo de su prolífica carrera , sobre este artista, a quien el Museo del Prado dedica una completa monográfica de sus años de juventud. Publicado por Prensa Ibérica en una lujosa edición de dos volúmenes , el estudio comprende 900 páginas y más de 800 fotografías de quien dice Díaz Padrón que es «el artista más distinguido del mundo» .

«Su anhelo fue siempre ocupar el espacio que tuvo Rubens en España»

Van Dyck estuvo bajo la protección de la archiduquesa Isabel Clara Eugenia , quien le mimaba como pintor de Cámara y le proporcionaba la libertad que siempre ansió. Sin embargo, nunca fue del gusto de Felipe IV . Hubo algún intento de que viniera a España, pero fracasó. Murió joven , a los 42 años. No pudo terminar las pinturas que dejó inconclusas Rubens en el Alcázar y el Palacio del Buen Retiro. «Su anhelo siempre fue estar en la órbita de los Habsburgo y los Austrias, ocupar el espacio que tuvo Rubens », advierte Díaz Padrón (jefe del Departamento de pintura flamenca y holandesa del Prado durante más de cuarenta años), quien profundiza en la clientela del pintor , entre la que se hallaba buena parte de la nobleza del Siglo de Oro español .

Mecenas y clientes distinguidos

Retrató a mariscales, capitanes generales, virreyes, hombres de guerra... Entre los mecenas de Van Dyck, el general Ambrosio Spinola , marqués de los Balbases y buen amigo de Rubens, a su vez maestro de Van Dyck. Fue nombrado comandante del ejército español en los Países Bajos y condecorado con el Toisón de Oro. A su muerte en 1630, el propio Rubens lamentó la pérdida de «uno de los mejores amigos y protectores que he tenido en el mundo».

Van Dyck también retrató a otros miembros de la familia Spinola, como su hija Polixena, que se casó con Diego de Mexía, marqués de Leganés . Éste era uno de los clientes de Van Dyck que Velázquez retrató en «La rendición de Breda» , junto a Francisco de Moncada y Carlos de Coloma. Recuerda Díaz Padrón que en su palacio de Madrid llegó a atesorar una de las colecciones de pintura más importantes de la época, con más de 1.300 obras. Se dice que solo en obras de Van Dyck, su colección era comparable a la del Rey.

Atribuciones

Tras rastrear durante toda su vida colecciones públicas y privadas y archivos de medio mundo, Matías Díaz Padrón se muestra orgulloso de haber atribuido a Van Dyck buena parte de las pinturas que hoy están en su corpus y de probar la procedencia española de obras tan relevantes como el «Retrato de Carlos I de Inglaterra», del Museo del Louvre, o «La Continencia de Escipión», de la Christ Church de Oxford. Muchas de sus obras se perdieron en el XIX y cuando se redescubrieron se pensaba que eran copias. Una de sus últimas atribuciones al maestro ha sido «El martirio de San Sebastián» , que procede de colección del conde de Monterrey y que ha constado como copia desde hace tres siglos en la Casa Consistorial de Palma de Mallorca . Ha publicado el estudio este mismo año en el «Archivo Español de Arte» del CSIC.

La Academia de Bellas Artes presentó el año pasado un cuadro que se ha atribuido a Van Dyck

Pero hay muchas más atribuciones . Es el caso de «La Virgen con el Niño» y «La Virgen con el Niño y los pecadores arrepentidos» , dos obras que el duque de Medina de las Torres regaló al Rey de España. La primera de ellas fue identificada por Díaz Padrón en el Monasterio de El Escorial . La segunda se halló en la Academia de Bellas Artes , donde se presentó el año pasado. Tras las guerras napoleónicas se perdió su rastro, y problemas de catalogación llevaron a la confusión sobre su autoria al ser considerado durante años una copia, atribuida al pintor Cerezo. Durante años lo estudió Díaz Padrón y comprobó que no se trataba de una copia, sino de un original.

Otro ejemplo es el «Retrato ecuestre de Carlos I de Inglaterra», de la colección del Prado , que siempre fue tenido por copia de Van Dyck y que Díaz Padrón restituyó al maestro. La lista es interminable: «La serpiente de metal», del Prado; «La Virgen con el Niño y ángeles junto a un rosal», de la Casa de Osuna; la «Sagrada Familia», de la catedral de Toledo...

Influencias en artistas españoles

En el estudio que ahora ve la luz aborda, asimismo, las cuantiosas influencias que Van Dyck ha tenido en los pintores españoles : Carreño de Miranda, Mateo Cerezo, Escalante, Claudio Coelllo, Alonso Cano, José Risueño, Murillo... y hasta el mismísimo Velázquez . Cuenta Díaz Padrón que ambos pintores, que nacieron el mismo año , compartieron amigos y mecenas . Quizás hasta pudieron conocerse.

Advierte, por ejemplo, semejanzas entre el fabuloso «Retrato del Papa Inocencio X», de Velázquez, y el «Retrato de Jan Malderus», de Van Dyck. También entre el «Retrato del Conde-Duque de Olivares», del primero, y el «Retrato de Albert de Ligne», del segundo. «No es un retrato propio de Velázquez, comenta el historiador, es más flamenco. Quizá fuera el Conde-Duque de Olivares quien, por vanidad , quería un retrato igual». También cree que Velázquez retoma en un retrato de Felipe IV el retrato que Van Dyck hizo del cardenal infante Fernando de Austria.

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