Norman Foster: «Las catedrales crearon su propia tecnología arquitectónica»
Norman Foster, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009 /EFE
Su oficina de Londres es casi una torre de Babel, donde además del inglés se hablan 45 idiomas. Sin embargo, aunque a buen seguro la construcción de aquella mítica y bíblica torre le habría supuesto un apetitoso reto, las torres que diseña Norman Foster, Premio Príncipe de Asturias de las Artes ... , son de otro tipo, como la de Caja Madrid, en la capital española. O como la torre de comunicaciones Collserola en el Tibidabo barcelonés y la cúpula de vidrio y acero del Reichstag berlinés (Parlamento alemán). Su cabeza levanta muros, imagina materiales y dibuja también el plano de la ciudad del futuro : “Veremos una transición hacia edificios que consuman menos energía, y no sólo eso, sino que también sean capaces de recopilarla y regenerarla”. Esa ciudad no será un ente aislado, una simple recopilación de edificaciones, ya que como explica el arquitecto inglés, “los edificios tendrán que estar unidos a las infraestructuras, como el transporte, porque no podemos olvidar que las infraestructuras son el auténtico pegamento urbano”.
Herramienta y andamio
En este futuro la tecnología será herramienta y andamio imprescindible, algo que para Foster ya sucedía en el pasado. “También entonces, en algún momento, la tecnología dio un gran salto hacia adelante para adecuarse a las necesidades. Las catedrales crearon su propia tecnología”. Convencido de que el gran reto en años venideros será “cómo gestionar la vivienda a gran escala”, puestos a elegir entre sus trabajos Norman Foster confiesa que “
quizá me quedaría con la cúpula del Reichstag
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