Una luz limpia y transparente

Le recuerdo muy bien: fui su profesor en la Escuela de Bellas Artes, cuando aún no era Facultad y estaba en la calle Alcalá. Enseguida noté que Juan José destacaba clarísimamente entre los demás alumnos. La suya era una pintura que tenía los valores esenciales: ... era sencilla, sintética, de una gran sensibilidad. Le di muy buena nota; si no recuerdo mal, fue Premio Matrícula. A final de curso pedí a los alumnos que pintasen un último cuadro, de tema libre. Les dije: «Mirad a vuestro alrededor». Él pintó un trozo de pared con un chicle pegado. Su obra posee una luz muy limpia y transparente; tiene un lenguaje aparentemente sencillo, pero en realidad es complejo. Durante años desapareció y luego volvió a la pintura. Ahora compartimos galería. Es un artista de una gran generosidad, de un enorme talento. Es el pintor figurativo de su generación que ha alcanzado el mayor nivel de respeto.

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