La Gioconda como deporte
Esperemos que los franceses aprecien por encima del chauvinismo la copia madrileña de la Mona Lisa, estrella invitada en el Louvre
jesús garcía calero
Seguro que acogen a la Gioconda deportivamente. Porque no todo lo español debe ser antipático en París . Después de los últimos meses de polémicas y marionetas, entendemos que no les gustan nuestros ciclistas. Vale. Ni nuestros tenistas . OK. Incluso nuestros hombres en la NBA ... . Pero esperemos que la copia madrileña de la Mona Lisa supere los controles antidoping, después del meticuloso tratamiento recibido en el Museo del Prado.
Bromas aparte, sabemos que es solo una copia de la Gioconda de Leonardo , pintada en su estudio por algún aventajado alumno en la época del maestro Da Vinci . Sin embargo, la Gioconda de Madrid tiene muchos atractivos, como el hecho de que ofrece -tras su limpieza en el Museo del Prado- detalles sobre el paisaje de fondo que no pueden atisbarse en el original.
La restauración de la Mona Lisa es tabú en el Louvre, sobre todo después de la polémica por la limpieza de la «La Virgen, el Niño y Santa Ana» , que acabó con la dimisión de dos especialistas del comité científico que velaba por la seguridad del proceso. Al parecer la excesiva limpieza se ha cargado el «sfumato», la técnica por la que Leonardo velaba y daba profundidad a sus lienzos. A la postre los ha hecho más delicados.
No podemos decir que en el Museo del Louvre no quepan más Giocondas. Aunque las dos no podran mirarse frente a frente, la llegada de la copia madrileña da para soñar un poco. Tiene que ser como ver a dos mujeres con el mismo vestido en una fiesta. Una, la auténtica, menos reluciente, y otra, la copia, menos singular. Lo que se dirían si pudieran hablar:
-¡Hola, prima (de riesgo)! ¿Qué tal va la economía por España? ¿Has venido para saltarte la huelga general? ¿Tu no eras andaluza? ¡Sois únicos armando cachondeo!
-¡Hola, maja! ¿Tú qué sonríes? ¿No conoces a Dominique (Strauss Khan)?
Y así todo el rato.
Ambas merecerán la atención del público desde el viernes, cuando se inaugurará la exposición del Louvre. A ninguna de las dos les van a faltar parejas de baile. Otra cosa es pensar en las maldades que estarán pensando. Sobre todo con esa sonrisita que gastan. Además, la envidia no da positivo en los controles..
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