Finas estampas de moda en el museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria

Resulta innegable, sin embargo, la relación entre el mundo de la moda y la ilustración . Un idilio artístico que en el pasado siglo difundieron publicaciones como ABC y la revista Blanco y Negro y que ahora vuelve a emerger de la mano de ilustradores de la talla de Aurore de la Morinerie, François Berthoud o Jordi Labanda . Sus obras, así como las de otras dos decenas de autores, se exhiben desde este miércoles en el Museo Balenciaga de Guetaria (Guipúzcoa) tras su paso por Madrid.

La exposición, que toma el nombre de «#Finaestampa_Ilustración y Moda» y que estará abierta al público hasta el 29 de septiembre, es una producción del Museo ABC, que ha cedido 150 estampas originales de artistas de 22 nacionalidades. El «punto de partida» de la misma se halla en las ilustraciones de Mats Gustafson, David Downton y de los mencionados De la Morinerie y Berthoud, aunque también se exhiben las obras de otros artistas de relieve internacional como Richard Haines y Helen Downie . Creadores que no comparten una técnica concreta o una característica en común: unos utilizan el lápiz, otros el pincel digital y otros la acuarela. El resultado es, en todos los casos, atrayente, elegante y único.

Durante el recorrido aparecen además trabajos de algunos contemporáneos del propio Balenciaga , como fueron Fernando Martínez, Federico Correa y Lucrecia Feduchi «Coti» . El Museo ABC ha aportado también una obra de la catalana Ángeles Torner Cervera , «La mujer y la casa», en la que se aprecia la carretera que discurre entre Zarauz y Guetaria.

Según Jesús Cano , comisario de una muestra que cuenta con el patrocinio de Obra Social «La Caixa», dicha recopilación abre una puerta para descubrir las particularidades de la «segunda edad de oro» de las ilustraciones de moda. Un arte que exaltaron entre los años 20 y finales de los 70 autores como René Gruau, Bernard Blossac o el español Carlos Sáenz de Tejada y que fue promulgado a través de medios como ABC o su revista Blanco y Negro. Los bocetos y pinturas que ahora se exponen en el Museo Balenciaga constituyen de esta forma la radiografía de una disciplina que se traduce desde sus orígenes como el reflejo de una época.

En esta nueva etapa de efervescencia de la ilustración de la moda, los creadores han hallado eco en las redes sociales, especialmente en Instagram. Los «likes», argumentó Cano, los están haciendo universales, y las marcas han vuelto a confiar en ellos para firmar sus campañas como en el pasado hicieron con Marcel Vertes Kenneth Paul Block o Andy Warhol. Sucede además que la línea fronteriza entre el arte y las ilustraciones se ha «desvanecido» , apuntó el comisario, de forma que el componente comercial de las estampas es mucho menor.

Durante la presentación de ayer, en la que también participaron, entre otros, la directora del museo Balenciaga, Miren Vives; y la presidenta de la Fundación Museo ABC, Soledad Luca de Tena, Cano incidió en que la ilustración de moda atraviesa «un momento glorioso» en el que artistas de todas las nacionalidades inundan las páginas de revistas y cabeceras tan emblemáticas como «Vogue» o «L’Officiel».